Con tan sólo unas horas de diferencia,
el estadio Maracaná ha pasado de estar al borde del abismo debido a la suspensión por falta de
seguridad del amistoso entre Brasil e Inglaterra, previsto para el domingo, a
salir airoso de una hazaña más.
El Tribunal de Justicia de Río de
Janeiro ha revocado hoy el fallo que anulaba el segundo y último juego de
prueba para probar las instalaciones del nuevo Maracaná, esta vez a plena
capacidad, después de dos años y ocho meses de intensas obras.
La decisión ha sido anunciada por el
Gobierno del Estado de Río, en un comunicado, que alude a un "fallo
burocrático", la anterior determinación de la juez Adriana Costa dos
Santos que hacía saltar las alarmas, en la noche del jueves.
Las autoridades estatales han evitado
un mal mayor con la presentación de un informe de la Policía Militar que "comprueba
el cumplimiento de todas las reglas de seguridad del Maracaná" y
"confirma el partido entre Brasil e Inglaterra con las plenas condiciones
de seguridad aprobadas".
Un capítulo que se añade a la larga
lista de polémicas y retrasos en el calendario de obras impuesto por la
FIFA, bien por intensas lluvias o por varias huelgas de operarios, que han marcado la evolución de
las obras del llamado "templo del fútbol".
FOTOS Y ARTICULO PARCIAL TOMADOS DE INTERNET.