Los Duques de Cambridge han presentado a su hijo en público en el mismo lugar en el en que la princesa Diana y el Príncipe Carlos posaron con el príncipe Guillermo hace 31 años. 27 horas después de su nacimiento, el Príncipe de Cambridge ha abandonado con sus padres el hospital de St. Mary, rumbo al Palacio de Kensington, donde se espera que discurra su infancia.
Los Duques de Cambridge aparecieron a las puertas del hospital a las 7,10 hora local (8,10 en España). Catalina, vestida con un discreto conjunto azul de lunares blancos, llevaba el bebé en brazos y acto seguido se lo pasó a Guillermo. Los dos descendieron los escalones y mantuvieron sonrientes un breve intercambio con la prensa en plena calle, frente a la maternidad de St. Mary.
"Es un niño grande, es bastante pesado", reconoció Guillermo, mientras el bebé movía las manos. "Tiene un buen par de pulmones, eso es seguro", añadió, mientras Catalina asentía. "Es un momento especial, lleno de emociones", añadió ella. Los dos reconocieron que están "todavía trabajando en el nombre".
Cinco minutos después de su presentación oficial, Guillermo dio una pequeña demostración de su papel activo como padre.Reapareció con el bebé en una silla para el coche, lo ajustó en el asiento trasero del coche oficial y él mismo se puso al volante mientras Catalina ocupaba el sitio del copiloto, rumbo al palacio de Kensington.
Durante varias horas, la Casa Real siguió fiel a la estrategia del despiste a la prensa insinuando que los duques de Cambridge podrían pasar una segunda noche en el hospital. Tuvo que ser el príncipe Carlos, recién llegado de su viaje a Yorkshire, quien rompiera con el protocolo con una sonrisa de abuelo jubiloso: "En unos minutos lo veréis".
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