A sus 123 años, Carmelo Flores Laura, el hombre más viejo del mundo, según los registros de Bolivia, masca hojas de coca, bebe agua de los Andes y aún cocina. Vive en el poblado de Frasquía, a 130 kilómetros al oeste de La Paz y cerca del Lago Titicaca, a 4.050 metros de altura en Bolivia. Solo habla aymara.
El boliviano mide cerca de 1.60 metros, es delgado, no tiene dientes y aparenta no haberse bañado en años. Carmelo pasa la mayor parte del tiempo solo en su casa de adobe y techo de paja, de acuerdo con un reporte de AFP.
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