jueves, 17 de octubre de 2013
EE.UU. REABRE GOBIERNO Y ELEVA EL MONTO DE LA DEUDA
Tras una batalla de dos semanas, el Congreso aprobó ayer una iniciativa —que el presidente Barack Obama se disponía a promulgar— para salvar a Estados Unidos de un escenario de bancarrota con un acuerdo temporal que elevará el techo de la deuda hasta el 7 de febrero y autorizará un presupuesto para mantener abierto al gobierno hasta el 15 de enero.
El acuerdo, que permite que los empleados federales regresen a trabajar desde hoy, marcó una victoria momentánea para el mandatario y el Partido Demócrata, mientras el Partido Republicano se sumía en una sórdida guerra de ataques y recriminaciones, y luchaba por acallar la guerra que libran los radicales del movimiento del Tea Party contra el sector moderado.
“Espero que todos hayamos aprendido de esta experiencia para dejar de gobernar de crisis en crisis”, aseguró Obama en un mensaje marcado por el alivio, pero también por la frustración por una crisis manufacturada por el ala más radical de los republicanos que estuvo a punto de mandar a la bancarrota a la nación más poderosa del planeta. “De forma inmediata reabriremos el gobierno y terminaremos con esa nube de incertidumbre que se cernía sobre el pueblo estadounidense”, dijo el presidente en un apurado intento por recuperar el ambiente de normalidad en las próximas horas cuando inicien operaciones los mercados internacionales.
Obama, quien se dirigirá nuevamente a la nación a primera hora de hoy, compareció ante los medios sin esperar a que la Cámara de Representantes emitiera su voto. Esta decisión, un desaire sin paliativos para los republicanos en la Cámara Baja, causó gran malestar entre los miembros del Tea Party que se convirtieron en los grandes perdedores de un pulso que duró 16 días.
“Espero que, tras este capítulo, nos podamos ocupar de los asuntos que realmente importan”, remató en referencia a una “crisis manufacturada” que ha distraído a su administración de asuntos de gran relevancia como el debate pendiente a favor de una reforma migratoria.
“Necesitamos pasar una ley para arreglar un sistema migratorio que está roto. Y también necesitamos aprobar una iniciativa para resolver los problemas del campo”, dijo el presidente al enumerar algunas de las iniciativas que se han visto rezagadas en medio de la crisis por el cierre de gobierno y el debate a favor y en contra de elevar el techo de la deuda.
Apoyo amplio
Tras un difícil proceso de negociaciones, el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, se vio obligado a pedir el apoyo de los demócratas para sacar adelante la iniciativa. Al final, la propuesta pasaba en la Cámara Baja de forma holgada con un total de 285 votos a favor y 144 en contra, todo un síntoma de que el ánimo en la Cámara de Representantes estaba en contra del cierre de gobierno y la amenaza de una suspensión de pagos.
En el caso del Senado, la iniciativa fue aprobada por 81 votos contra 18, entre ellos el de los senadores Ted Cruz, Marco Rubio y Rand Paul del Tea Party. “Estoy contento por este acuerdo, pero no puedo dejar de lamentar las pérdidas y el daño que ha dejado tras de sí este cierre de gobierno”, aseguró el líder de la mayoría demócrata, Harry Reid, al agradecer a 27 senadores republicanos que decidieron hacer causa común con la mayoría demócrata para alcanzar un acuerdo.
La iniciativa, que ha cobrado cuerpo de ley, contempla elevar el techo de la deuda hasta el próximo 7 de febrero y ordenar la reapertura del gobierno hasta el 15 de enero. Al mismo tiempo se crearía una conferencia bicameral para analizar las distintas formas de acometer el galopante problema del déficit presupuestario.
En una secuencia de votación que arrancó en el Senado y culminó en la Cámara de Representantes, la iniciativa era saludada por quienes la consideraban como la única tabla de salvación para evitar la suspensión de pagos a partir de hoy.
“La nuestra fue una batalla justa, aunque la perdimos”, reconoció Boehner ante un grupo de leales a quienes pidió acallar la lucha intestina que hoy es la causa de una sangría de apoyos a nivel nacional.
El principio de acuerdo se conoció en medios de nuevas llamadas de atención de inversionistas tan influyentes como Warren Buffet, quien acusó de “estúpidos e irresponsables” a quienes, desde el partido republicano, se empeñaron en convertir el techo la deuda en una herramienta política “tan peligrosa como una bomba nuclear”.
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