domingo, 10 de noviembre de 2013
1200 MUERTOS POR FEROZ TIFON EN FILIPINAS
El tifón Haiyan es uno de los más fuertes que se han registrado con vientos que superan los 315 kilómetros por hora y olas de tres metros de alto. Este fenómeno ha cobrado la vida de 1 200 personas en Filipinas, según la Cruz Roja.
Aunque en el balance oficial del Gobierno, hasta ayer, eran 138 fallecidos, la secretaria general de la Cruz Roja filipina, Gwendolyn Pang, indicó que es necesario hacer un recuento preciso.
800 000 personas permanecen en refugios temporales, lo que evidencia la trágica situación. "Se trata de destrucciones masivas. La última vez que vi algo parecido fue durante el tsunami en el océano Indio". Esto dejó alrededor de 220 000 muertos en el 2004, afirmó Sebastian Rhodes Stampa, jefe del equipo de la ONU encargado de la gestión de desastres.
El ministro de Energía, Jericho Petilla, oriundo de la región, enviado especial del presidente Benigno Aquino, sobrevoló la zona en helicóptero. "Palo, Ormoc, Burauen, Carigara. En todos lados se ve lo mismo. Casas sin techo y árboles desarraigados" , dijo el funcionario filipino.
En Tacloban se ven sobrevivientes deambulando entre los escombros, pidiendo agua, mientras que otros recogen lo que quedaba de sus casas y pertenencias. "Con mi familia evacuamos nuestra casa. Pensé que nuestros vecinos habían hecho lo mismo, pero no fue así", contó entre llantos Dominador Gullena, uno de los 220 000 habitantes de esta ciudad que se encontró en el camino del tifón.
Para brindar soporte a las víctimas, el Gobierno envió 15 000 soldados a las zonas afectadas, así como aviones cargados de material de socorro y de comunicación.
La ministra de Bienestar Social y Desarrollo, Dinky Soliman, y el director ejecutivo de Consejo de Gestión y Reducción de Desastres, Eduardo del Rosario, también llegaron a la ciudad, que además ha sufrido inundaciones por una fuerte subida de las mareas.
Esta tragedia ha conmovido a personalidades del mundo. El papa Francisco pidió en un tuit orar por las víctimas del tifón, mientras que el presidente de la Comisión europea, José Manuel Barroso, propuso ayuda de urgencia al Gobierno filipino. Por su parte, el presidente francés, François Hollande, reiteró su apoyo y el de Francia y su solidaridad frente a la catástrofe.
Latinoamérica también se solidarizó con esta situación. El Gobierno de México expresó su solidaridad con el pueblo de Filipinas y envió sus sentidas condolencias a los familiares de las víctimas, heridos y miles de desplazados a causa de este lamentable desastre natural, indicó la Cancillería mexicana en un comunicado.
Añadió que "hace votos por la pronta rehabilitación de las zonas afectadas". La Secretaría indicó que están en constante comunicación con la Embajada de México en Manila, a través de la cual se ha establecido contacto con los residentes mexicanos en la región.
Numerosas escuelas han sido cerradas y los habitantes de pueblos costeros, los más expuestos al tifón, han sido evacuados a lugares altos.
Se prevé que el tifón Haiyan pierda fuerza antes de llegar a Vietnam, sin embargo se teme daños importantes, advirtió el primer ministro, Nguyen Tan Dung.
Por ese motivo se evacuó a unos 100 000 vietnamitas a un lugar seguro, para evitar víctimas mortales. También se han tomado medidas de seguridad para limitar las consecuencias en términos humanos y materiales.
Las Naciones Unidas están colaborando con el Gobierno de Filipinas para llevar a cabo acciones de remediación y ayuda para la población afectada. Las pocas imágenes que han sido difundidas muestran casas destruidas, deslizamientos de tierra e inundaciones. El estado filipino, que está trabajando en evacuación, espera que las operaciones hayan servido para salvar numerosas vidas.
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