miércoles, 18 de diciembre de 2013
LA INVESTIGACIÓN ES BAJA Y SE LIMITA A POCAS ÁREAS
La investigación no es una prioridad en el Ecuador. Lo evidenció la evaluación de las universidades y ahora lo confirman dos encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) y la Secretaría de Educación Superior. En 2011, el gasto en ciencia, tecnología e innovación fue de 1.210,53 millones de dólares. Apenas, el 1,5% del producto interno bruto (PIB). La primera encuesta fue solamente para las áreas de ciencia y tecnología. La segunda, para el ámbito de la innovación empresarial (ver recuadro).¿Quién invierte en la primera? Los fondos salen en un 67,9% del Estado. El resto de las instituciones de educación superior, del extranjero, de la empresa privada y de ONG.El 74,9% de los fondos fue para investigación aplicada, el 16,4% para básica y apenas un 8,7% para el desarrollo experimental en nuevas áreas.Son 7.784 personas las que trabajan en ciencia y tecnología (ver gráfico). De ellos, 3.743 son investigadores y el 35,1% se dedica a las ciencias sociales y el 20,1% a la ingeniería y tecnología. El 55,2% restante investiga en las ciencias naturales y exactas, las agrícolas, las médicas y las humanidades.El gasto para investigación en estas ciencias, en 2011, fue de 112,86 millones de dólares. Pese a que la mayor parte de investigación está en lo social, las cifras muestran que la mayor inversión económica se dio en las ciencias exactas, ingeniería y tecnologías y las agrícolas.Todos estos estudios y gastos tuvieron por objetivo impulsar el desarrollo en las ramas de producción y tecnología industrial, asuntos ambientales y exploración terrestre. Un bajo porcentaje también se destinó para estudiar los sistemas y procesos políticos.Estos indicadores se levantaron con base en información del periodo 2009-2011. El resultado apunta la baja dedicación a la producción, difusión y aplicación del conocimiento científico y técnico. De alrededor de 16 millones de habitantes, menos del 0,05% se dedica a la investigación.Las actividades que se evaluaron fueron: investigación y desarrollo, servicios científico tecnológicos, enseñanza y formación científica y gestión y administración. Y las instituciones analizadas son diversas: institutos públicos de investigación, hospitales de docencia, organizaciones no gubernamentales, entidades de gobierno y universidades.La evaluación universitaria reflejó que la carrera de investigación era mínima y resultó en la recategorización de las instituciones de educación superior. Una de las medidas del Consejo de Educación Superior fue crear la carrera del docente investigador. Quien se dedique a la tarea podrá ganar entre 1.700 y 6.000 dólares mensuales, sin la obligación de dictar clases.La Secretaría recordó que las universidades que reciben fondos del Estado no ejecutan todo el presupuesto destinado a innovación y desarrollo. En promedio, durante el periodo de estudio, la relación fue de apenas el 1,71%.
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