El 'call center' para solicitar citas médicas de consulta externa en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social ( IESS) funciona desde ayer bajo la administración de la institución. Los 1 000 operadores que trabajaban en Quito y en Guayaquil para la empresa Recapt continúan brindando el servicio, pero ahora lo hacen bajo una nueva coordinación.
Al llamar al 1800 100 000 los afiliados escuchan cuatro alternativas para recibir atención: cita médica, cancelación o modificación de cita, asistencia médica telefónica e información general.
285 médicos serán contratados bajo la modalidad de servicios prestados, pero el 35% de sus honorarios será descontado, como pago por el uso de las instalaciones del Seguro Social. Se trata de galenos que están fuera de la nómina del IESS, pero que realizarán consultas externas en distintos puntos del país y que facturarán por sus servicios.
Una de las principales innovaciones es la reprogramación de citas, puesto que la queja principal de los afiliados se debía a que les asignaban citas médicas meses e incluso años después. Esto le ocurrió a una afiliada que requería de atención de un cardiólogo. En días pasados recibió una cita para el 2015. Ayer hizo un nuevo intento. Le reservaron un turno con un médico general, para que él, posteriormente, la remita al especialista.
El 'call center' fue responsabilidad de Recapt por dos años,. Su contrato , firmado por USD 19,4 millones, finalizó a fines de febrero. Ahora está a cargo del Seguro de Salud y lleva el nombre de Cita Segura.
Heidi Cepeda solicitó ayer una cita para un control de su cirugía de codo, realizada hace un año. Le agradó la amabilidad del operador que contestó su llamada. Sin embargo, no pudo conseguir la cita que requiere porque la agenda del traumatólogo que le operó estaba llena. Le pidieron intentarlo de nuevo la próxima semana.
El proyecto a futuro del IESS es ampliar el servicio de citas, concediéndolas a través de una página web y también por medio de mensajes de texto. También está previsto que el sistema permita organizar a los pacientes de acuerdo al tipo de mal que padezcan. Así se dará prioridad a quienes tengan alguna discapacidad, se hayan acogido al derecho de la jubilación o tengan enfermedades crónicas y catastróficas
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