miércoles, 19 de marzo de 2014
KIRK HAMMETT QUISIERA SURFEAR EN LAS PLAYAS DE GALAPAGOS, EXCELENTE CONCIERTO DE METALLICA.
Kirk Hammett, el guitarrista líder de la banda que miles de almas vieron la noche de ayer, 18 de marzo, en Quito, estaba a punto de llegar al Bicentenario. Aproximadamente a las 19:10 una caravana escoltó a Metallica hasta la parte de camerinos, en las antiguas mangas del arribo internacional. De un espacio dispuesto con juegos de futbolín, ping pong y canguil para los invitados, EL COMERCIO fue guiado hasta una pequeña sala para esperar al músico de cabello rizado. Cuando llegó, se presentó con una sonrisa y un “encantado de conocerte” con quienes se encontraban en ese cuarto.
De inmediato la charla se dirigió hacia la cinta que la banda protagonizó: ‘Trough The Never’. Kirk recordó que la serie de conciertos en Canadá, que sirvieron para producir el filme, fue diferente.
“Normalmente el director necesitaba diferentes ángulos o tomas y nos pedía que toquemos nuevamente. El público lo sabía y cuando les decíamos que íbamos a tocar Master of Puppets por sexta ocasión, ellos no reclamaban”, relata con una sonrisa.
Kirk, como un conocedor del mundo del cine pues lo estudió académicamente, también cree que lo que separa a esta producción de otras clásicas películas de conciertos es la historia que se introdujo, la misma que acompaña al ritmo del concierto y que la hace única en su especie.
En ese momento, le alertan que los fanáticos ecuatorianos pusieron una M gigante en las laderas del Pichincha para honrar a la banda. Él no lo sabía y se mostró genuinamente agradecido del gesto de los ecuatorianos y prometió regresar a ver al occidente al subirse al escenario.
La charla llevó al músico a asegurar que la clave para entender a Metallica está tanto en el show en vivo como en las producciones.
“No creo, personalmente, que llegue el día en que Metallica se dedique solo a hacer discos o solo a dar conciertos. Ambos son parte de lo que somos. Si dejamos el estudio para hacer giras no es porque estamos hartos de escribir o componer. Podría pasar –solo grabar canciones o solo dar conciertos-, pero no lo creo realmente”.
En ese punto, se nota en su cara que está genuinamente cansado, pues apenas llegaba del aeropuerto y no tuvo mucho tiempo para descansar. Sin embargo, su luz interna se encendió al hablar de sus hobbys y aficiones. Las pasiones de Hammett se dividen entre el tocar guitarra, la práctica del surf y las películas de horror. Estas aficiones las comparte con los miembros de su banda. “Por suerte con Rob tenemos esa afición por el surf, me encanta. Antes era un vampiro, dormía todo el día y salía en las noches y no me interesaba particularmente el sol y las olas. Pero desde que lo descubrí, también me di cuenta que me encanta y es muy difícil. Sé que en Ecuador hay playas para hacer surf, he visto fotos maravillosas con grandes olas. Con James en cambio compartimos el gusto por todo lo que es cine de terror”.
También es un fanático de su familia, especialmente de sus hijos. “A ellos no les importa que sea músico famoso, un rockstar o lo que sea, ellos te necesitan en un nivel humano que todas las personas se relacionan. Me dijeron que Metallica es una ‘dad band’ (banda de papás) y si lo piensas puede ser porque la mayoría ya somos padres y tenemos esa conexión familiar, a veces incluso nos acompañan en las giras. Además si dices que Metallica es una ‘dad band’ estoy seguro que ese nuevo género va a gustar (risas)”.
En la familia de Metallica, cuenta el guitarrista, hay apertura en la toma de decisiones. Mientras confiesa que como fan él hubiera escogido a la canción Cthulu en el listado de canciones para la gira By Request, hace hincapié en que no solamente Lars escoge los temas de los conciertos anteriores a esta gira. “La mayoría de veces es una conversación para tomar decisiones. Viene y nos pregunta… muchas veces, nadie le contesta (risas)”.
Para finalizar, después de alertarle el nerviosismo que Metallica puede producir en los músicos, periodistas o personas que los conocen por primera vez y que son conocedores de su trabajo, el guitarrista dice haber sentido exactamente lo mismo cuando conoció por primera vez a Ozzy. “Antes de salir de gira con Ozzy solo habíamos tocado con Anthrax (risas). Él fue el primer acto en serio que conocimos y fue enorme. Cliff (Burton, difunto bajista) era fanático también, quizás el que más, pero todos estábamos nerviosos. Fue increíble, pero es normal. Al final te das cuenta que somos tipos regulares, que hacemos lo que amamos y que hubo músicos que nos inspiraron, a otros les pasa lo mismo con nosotros y nos provoca un sentimiento de humildad por eso mismo”.
Kirk se despidió entonces con una sonrisa. En dos horas se subiría al escenario, junto a sus tres compañeros, para presentar un concierto inédito en la historia del Ecuador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario