jueves, 6 de marzo de 2014

LA ECONOMÍA DE ECUADOR CRECERÁ A MENOR RITMO POR CAMBIO DE LA MATRIZ PRODUCTIVA



El riesgo de dar un paso hacia atrás para coger impulso y avanzar el doble está en quedarse rezagado. Algo parecido le puede pasar a la economía de Ecuador si el cambio de matriz productiva que planifica el Gobierno de aquí a 2017 no se realiza con los tiempo de adaptación suficientes.Restringir las importaciones para darle valor a los productos de la casa puede asfixiar el crecimiento económico del país, según analistas consultados por Diario EXPRESO. Nadie puede predecir el futuro, pero sí anticipar los efectos. Y para ello están los indicadores económicos como la inflación, el consumo o los nuevos emprendimientos. Todos ellos, con sus variaciones, son síntomas de lo que le podría pasar a la economía de Ecuador.Para empezar, las previsiones de crecimiento no son halagüeñas. El propio presidente, Rafael Correa, reconoció el pasado noviembre que 2014 y 2015 serían dos años difíciles. Las inversiones en plantas hidroeléctricas no darían su fruto (un ahorro estimado de 1.000 millones de dólares, según el Gobierno) hasta 2016. Y las cifras confirman la tendencia. Si a principios de 2013 las previsiones de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) estaban al 4,5 %, casi al final del ejercicio (tercer trimestre) el dato real estaba en 3,8 %. Para 2014, la Cepal estima que el país crecerá al 4,5 %.A esto hay que añadir el sacrificio inicial en las cuentas nacionales que supone poner patas arriba la matriz productiva. Circunscribir las importaciones para fomentar la producción nacional no suena mal; siempre y cuando se haga con tiempo. "Las medidas proteccionistas tienen que hacerse en el timing adecuado", comenta el rector de la universidad Ecotec, Fidel Márquez. "No se puede sustituir importaciones sin haber creado industria primero", insiste y advierte de que esta situación podría llevar al colapso económico. Es la misma denuncia que hacen los empresarios desde que se comenzaron a aplicar las normas de calidad INEN en diciembre del año pasado, que complican, según dicen, la entrada al país de bienes y productos. Que caigan las importaciones es algo que afecta a todo el mundo. Desde el empresario al ecuatoriano común. Se da un efecto en cadena: si hay menos bienes, los productos se encarecen por la clásica ley de la oferta y la demanda; si suben los precios, el ciudadano pierde poder adquisitivo, compra menos y se reduce el consumo. Si cae el gasto de los hogares, disminuye el PIB del país (ya que equivale a casi el 70 % de la fórmula). En dos de los primeros meses desde la aplicación de las medidas que pretenden revolucionar la industria, se ha detectado una caída de las importaciones de alrededor de 60 millones de dólares, lo que ha supuesto que la balanza comercial (la diferencia entre exportaciones e importaciones) mejore a 260 millones de dólares. La inflación que en 2013 fue de un 2,7 %, para este año se estima que ascienda al 3,2 % según el Ejecutivo de Correa. Este proceso de cambio no debería ignorar la evolución de la economía. Según Vicente Albornoz, desde 1992 se ha pasado de 150 millones en exportaciones a 4.000 millones. "Es un cambio en la estructura sin dirigismos políticos", comenta el decano de Economía de la Universidad de Las Américas de Quito. Para el analista, la regulación provoca una distorsión en la economía que debe ser compensada. Por eso, habría que "dejar que la economía tome su propio camino".El problema del cambio de matriz no está solo en los tiempo, sino en la competitividad de los productos nacionales. Por ahí pasa la solución a largo plazo a los posibles efectos adversos de la sustitución de importaciones. Según Márquez, no basta con producir bienes de sustitución, sino que estos deberían alcanzar un nivel de competitividad para exportar en un futuro.Sin embargo, para el Gobierno el cambio de matriz productiva elevará el empleo, vía inversión de las empresas.

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