Al hacer un balance de la última campaña electoral, Avanza está reconocida como una de las fuerzas que emergió con gran potencia. Las críticas hablan de las alianzas que hizo para ganar en determinados espacios y por qué no con su aliado natural, PAIS. Con esos elementos, ¿cuál es su balance?
Somos un partido con casi dos años de vida jurídica. Decidimos apoyar al presidente Rafael Correa desde el inicio. Hablé con él sobre la necesidad de reconstruir un partido socialista democrático en Ecuador, ya que la Izquierda Democrática había fenecido. La gente socialista democrática de formación estaba suelta.
En la primera contienda electoral que tuvimos para asambleístas hubo un acercamiento con PAIS. Le dimos el listado de nuestros candidatos y dijeron que nos iban a llamar. No lo hicieron. En las elecciones de gobiernos locales les volvimos a plantear una lista, nos dijeron: “No tenemos todavía ningún candidato porque estamos en peleas internas y no se ha definido nada”. Hasta ahora esperamos la llamada. Me llamaron puntualmente para Loja, que fue una vergüenza de alianza y se perdió; para Pastaza, que también se perdió. Hicimos un acuerdo para el prefecto, pero solo el de Loja.
¿Y por qué no apoyaron al ‘Chato’ (Bolívar) Castillo?
Planteamos eso, pero PAIS no quiso. El ‘Chato’ esperó hasta la medianoche la llamada y nunca lo hicieron. Marcelo (Cabrera) también es un gran tipo y lo apoyamos a cambio de nada.
¿Qué explica que PAIS no haya accedido a estas propuestas?
Ni los socialcristianos, ni el PRE ni Pachakutik eran los enemigos. Para PAIS, los enemigos éramos el Partido Socialista y Avanza.
¿Por qué enemigos?
No entiendo por qué la agresividad contra Avanza y contra el Partido Socialista. Se supone que estamos en un proceso ideológico y que lo que importa es un proyecto.
¿Cómo se entiende que siendo ministro en este gobierno no se haya logrado la alianza con PAIS?
Cuando el Presidente me invitó a participar en su gobierno con el IESS me dijo que estaban buscando una figura política y técnica porque en ese tema eran las dos cosas. En los 5 años que estuve al frente del IESS nunca me invitaron a ningún acto de PAIS. Toda mi vida he sido socialdemócrata, seguramente ese fue el escudo que se puso.
¿Con Correa qué pasó entonces?
Con él no tenemos ningún problema, es más bien la estructura de PAIS que no ha entendido que nosotros no somos los enemigos, que es la derecha del país a la que debemos enfrentar.
¿Qué le pasó a PAIS, según usted?
Eso no lo logro explicar. Siendo gente que viene de la izquierda no asimilaron que este es un proceso de gente que, si no estaba en una vertiente, podía acabar en el otro lado, en la oposición. Me siento un gran ganador en estas últimas elecciones porque saqué 44 alcaldes, estoy peleando tres, tengo 36 ratificados, no sé si los vaya a ganar. Tengo 43 segundos puestos, 40 terceros lugares y 202 concejales.
¿Cuánto suma en votos?
PAIS tenía 2’040.000 y nosotros 1’680.000; después seguía SUMA con 1’200.000 y el Partido Social Cristiano con 1’180.000. Somos la segunda fuerza política, pero con el antecedente de que tras el acuerdo con el Presidente no sacamos candidatos en Quito, Guayaquil y Cuenca, y así logramos esa votación.
¿Hubiesen puesto candidatos en esas tres ciudades?
Por supuesto. En Cuenca nosotros íbamos a firmar con Marcelo Cabrera, pero cuando se fue con Paúl (Carrasco), por ser solidarios con la Revolución Ciudadana, desistimos de la alianza.
¿No habló con Augusto Barrera?
Hablé unas tres veces en su administración para hacer un acercamiento, para trabajar. Él pensó que yo iba a ser candidato, pero yo ya tenía un acuerdo con el presidente Correa para no serlo.
¿Habría sido bueno hacer una alianza con Augusto Barrera?
Por supuesto que sí.
Ahí, ¿cuánto habrían pesado los cargos, los concejales?
Nosotros aspirábamos a que nos dieran un tercer concejal en los distritos, pero simplemente no. Incluso hice un comunicado de que Avanza apoyaba a Augusto Barrera, pero el aparataje del partido no se puso a trabajar por Augusto porque no había ningún acuerdo.
¿Qué quiere hacer Avanza en y para Ecuador?
Los políticos ecuatorianos tenemos una deuda con la democracia. La democracia funciona con partidos políticos, con organizaciones de base, con formación. Esa es una democracia seria. Hicimos el esfuerzo, desde el inicio, por ser partido porque hay una deuda de los políticos de reinstitucionalizar la democracia.
¿Avanza qué puede hacer en eso?
Iniciamos primero siendo partido y luego organizándolo desde la base. A Ramiro González le dijeron que ha hecho Avanza con el IESS, pero de todos los candidatos creo que 4 estuvieron en el Seguro, el resto era gente nueva, gente joven.
¿Es cierto que en el Seguro Social se puso la semilla de Avanza?
La semilla fue el trabajo. La mejor campaña que tiene un político es el resultado que le da a la sociedad. Para ser revolucionario, primero, hay que ser eficientes, si no, no hay cambio. Donde estés tienes que ser eficiente y darle resultados al país. Le dimos resultados a la Seguridad Social y la gente reconoció el trabajo realizado.
¿Qué busca Avanza en esa institucionalidad democrática, tomando en cuenta que tienen ahí un gran poder como es Alianza PAIS, que influye, que decide?
No creo que PAIS sea un poder, es el presidente Rafael Correa.
Es decir, ¿no compiten contra un partido sino con un presidente?
Exacto. Con el liderazgo fuerte de un Presidente con el cual compartimos absolutamente todo. Por eso con él no estamos en disputa.
¿Con él harán campaña en 2017?
Por supuesto. Si el Presidente decide ser candidato a la Presidencia lo vamos a ayudar.
¿Cree que necesita reelegirse para un tercer período?
Sí. El Presidente ha hecho una gran labor. A partir de 2007 este país es otro.
Las encuestas dicen que no preferirían a un presidente reelecto esta vez.
Creo que el último proceso electoral nos dio una lección. No hay que ser tan encuestólogo porque te estás autocondicionando.
Quedan tres años para las elecciones. ¿Qué hará Avanza, dialogará más con PAIS?
PAIS ya debe vernos como partido, como una institución política. La relación debe ser de institución a institución para mantener los cambios que nos ha propuesto el Presidente. Hay que estructurar los gobiernos locales como base fundamental del afianzamiento democrático.
¿Esa no es una deuda pendiente que dejó Rodrigo Borja?
Claro. Incluso la Izquierda Democrática cometió el pecado de convertir a los partidos políticos anteriores en clubes parlamentarios. Lo único que se discutía en los partidos era la agenda parlamentaria. Creo que ahora estamos cayendo en lo mismo. Mientras había prefectos y alcaldes que se reelegían tres veces había presidentes que no duraban un año. Los partidos no vimos que los liderazgos locales tenían tremenda aceptación y que no pudimos captarlos para fortalecer las organizaciones partidistas.
¿Un Frente Amplio de Izquierdas es posible, viable, factible?
Es factible para la continuación de un proceso de cambio en Ecuador.
¿Ramiro González a dónde quiere llegar? ¿A la Presidencia de la República?
Como político me siento realizado. Me contentaría con tener una organización política fuerte en el país, que tenga opción de poder, no para Ramiro González, sino para que los principios ideológicos de Avanza lleguen al poder.
Es complicado competir con el fenómeno político del Gobierno.
No solo por el fenómeno político, sino por las propuestas innovadoras del Presidente.
¿Hasta dónde puede obstaculizar el desarrollo de este proceso que, como dice alguna gente, que en estos años fue el fortalecimiento del capitalismo desarrollista?
Los cambios, si no se hacen por las armas, hay que hacerlos progresivos. Por ejemplo, la reforma educativa que el Presidente está haciendo es un cambio profundo, cuyos resultados se observarán en los próximos 20 años. Los procesos que está sembrando el presidente Correa arrojarán resultados después.
TOMADO DE DIARIO EL TELEGRAFO
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