viernes, 4 de abril de 2014

LA PROSTITUCIÓN INFANTIL, UN FUERTE RIVAL DE BRASIL ANTES DEL MUNDIAL


El recientemente renovado estadio de fútbol Castelao se puede ver más adelante. Al pasar por ahí, vemos mujeres que se detienen en las esquinas de la calle mientras enseñan sus cuerpos casi desnudos en la luz tenue.
Nos encontramos en Fortaleza, en la esquina noreste de Brasil, una de las ciudades anfitrionas para la Copa del Mundo, pero también conocida como un imán para el turismo sexual.
La prostitución es legal en Brasil para aquellos mayores de 18 años, pero el gobierno y las autoridades del fútbol intentan acabar con la prostitución infantil antes de que la justa mundial inicie en junio.
Antonio Carlos da Silva, un trabajador social con O Pequeno Nazareno, dice que las prostitutas alrededor del estadio se encargan de los camioneros, pero sueñan con atender el dinero de los aficionados visitantes.
“Desde que Brasil fue seleccionado como anfitrión de la Copa del Mundo para 2014, ha creado estas grandes expectativas”, comenta Da Silva mientras manejamos sobre una avenida oscurecida.
“Las chicas me preguntan '¿dónde puedo tomar clases de inglés para conseguir más clientes'"
Nos estacionamos para platicar con Taina, una transexual de 18 años que ha trabajado en las calles desde que es menor de edad. “A veces la gente quiere transexualespero a veces quieren chicas”, dice.
Escondiéndose en las calles aledañas
Taina dice que las prostitutas menores de edad se esconden en las calles aledañas o detrás de las paradas de camiones.
De acuerdo con los críticos, autoridades han empujado la prostitución infantil fuera de la vista, pero no han hecho lo suficiente como para erradicar las raíces. Advierten que la prostitución infantil podría explotar durante la Copa del Mundo.
“Estas chicas vienen de la extrema pobreza, una cultura de exclusión social y una tradición de falta de respeto por las mujeres”, dice Antonia Lima Sousa, una fiscal estatal.
Ella comenta que la desesperación de la gente es tan grande, que algunos padres incluso ponen a sus hijos en la calle.
Sin embargo, también hay un gran problema con el crimen organizado.
“Incluye toda una red de turismo, desde agencias de viaje hasta hoteles e incluso taxis”, dice Lima. “Con todos estos eventos, la explotación sexual también estará mucho más organizada a través del internet”.
A pesar de las promesas por erradicar la prostitución infantil, el número estimado de trabajadores sexuales menores de edad en Brasil se encontraba alrededor de medio millón en 2012, de acuerdo con el Foro Nacional para la Prevención del Trabajo Infantil.
Fortaleza es considerada como una zona de alto riesgo para el turismo de prostitución infantil, en parte por la pobreza generalizada, así como la reputación de que los clientes potenciales siguen buscando sus playas y balnearios por encima de otras zonas turísticas de Brasil, incluso conectando vuelos directos desde Europa, de acuerdo con fiscales.
También será la sede de seis juegos de la Copa del Mundo, incluyendo a las selecciones y aficionados de Alemania, Grecia, Costa de Marfil y México.
Se espera que Brasil tenga un aproximado de 600,000 visitantes extranjeros, más tres millones de aficionados brasileños, viajando por el país durante el evento futbolístico.
Nueva campaña publicitaria
El gobierno brasileño apartó ocho millones de reales, equivalentes a 3.3 millones de dólares, para combatir la prostitución infantil en las ciudades sede.
Los futbolistas también han demostrado su apoyo en una nueva campaña publicitaria de cara a la Copa del Mundo 2014, entre ellos el brasileño David Luiz y el inglés Gary Lineker, entre otros.
“Tristemente, algunas personas utilizarán esta oportunidad para explotar sexualmente a los niños”, dice Lineker en el video. “Pagar por sexo con alguien menor de 18 años es completamente ilegal”.
En Fortaleza, se ha realizado una presión policiaca en contra de la prostitución infantil, mientras el gobierno ha implementado nuevas políticas sociales, pero autoridades se negaron a ser entrevistados por CNN. Nosotros fuimos bienvenidos por un puñado de grupos sin fines de lucro que buscan ayudar a niños y adolescentes fuera de las calles.
O Pequeno Nazareno trabaja directamente con los niños de la calle, incluyendo muchachos que fueron obligados a participar en el comercio sexual, y les ha ofrecido comida, refugio e incluso ayudó para organizar un equipo de fútbol.
El grupo católico Hermanas de la Redención recibe a las adolescentes embarazadas que han sido sexualmente explotadas.
Ahí conocimos a Bruna, quien tenía 12 años cuando terminó en la calle, adicta al crack. Dice que ella no quiso involucrarse en la prostitución.
“Hubo un momento en el que tuve que hacerlo, era mi último recurso”, dice. “Fui a un motel con un señor que tenía 47 y me dio 20 reales”. Eso equivale a nueve dólares.
Bruna ahora tiene 15 años y ocho meses de embarazo. Actualmente vive en un cuarto pequeño, pero bien cuidado en la casa de las Hermanas. Tiene su propia cama, una cuna y su propio baño.
La Hermana María dice que el junio pasado, durante la Copa Confederaciones, prostitutas menores de edad y niños de la calle fueron recogidos por la policía y llevados a un refugio fuera de la ciudad. Pero después de que terminara el torneo, fueron echados a las calles una vez más. La policía se negó a comentarle a CNN algo para este reporte.
“No están preocupados por que estos niños crezcan en un ambiente saludable, con trabajos y casas, salud y educación”, comenta. “Solo los quieren esconder”.
Formación profesional para las víctimas
La organización sin fines de lucro Vira Vida proporciona educación básica y formación profesional para las víctimas de la prostitución de menores de edad. Muchos se convierten en cocineros, estilistas y técnicos de computadora.
Jucileide, de 21 años, terminó su entrenamiento y ahora tiene un internado en un banco.
“Era una chica de compañía”, nos dice. “Tenía 13 años cuando empecé”. Al principio ella no le decía a su madre desempleada. “Cuando me descubrió, tenía 15 años. Ella lloró y me pidió que parara, pero le dije 'mamá, es dinero fácil'”.
Al día siguiente, Jucileide nos lleva a los bares de la playa donde solía conocer a los turistas.
“Los que tienen más chicas de compañía son aquellos dos”, dice, apuntando a unas mesas y sillas amarillas en la banqueta, llena de turistas y locales.
En la noche, esta calle se llena de turistas más grandes, la mayoría de Europa. Mujeres jóvenes en ropa ligera rondan la zona, mientras intercambian teléfonos o escapándose tomadas del brazo con un hombre.
Los expertos dicen que después de que los hoteles prohibieran la entrada a las menores de 18, los clientes empezaron a rentar departamentos o irse a los ‘moteles de amor’.
La escena nocturna en el camino es mucho más descarada. Las prostitutas pasan el rato en las esquinas e incluso se congregan en frente de la estación de policías, moviendo sus cuerpos a los coches cuando estos pasan.
Identificaciones falsas
Muchas parecen que apenas son mayores de edad, pero los expertos dicen que utilizan identificaciones falsas. Por un callejón, encontramos a dos chicas que dicen tener 16 y 17 años pero parecen ser mucho más jóvenes. No sonríen y apenas hablan en susurros.
“He estado haciendo por dos meses”, dice una chica. La otra dice: “utilizamos el dinero para comprar cosas que necesitamos, como ropa y útiles escolares”.
Dicen que no tienen protectores o proxenetas, así que cuando el cliente se niega a pagar, tienen que caminar horas para llegar a casa.
En cada esquina, hay otra triste historia. Hay algunas chicas que hasta nos dicen que se quedaron en las calles aún cuando se encontraban embarazadas, como Jucileide.
Ella cambió su vida con la ayuda de Vira Vida, pero dice que de donde ella viene, el tráfico sexual es dinero fácil.

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