El sistema de salud pública del país no se abastece para brindar atención a toda la población. De ahí que ciertas enfermedades y emergencias se refieren, mediante un convenio, a hospitales y clínicas privadas sobre todo de Guayaquil y Quito. En el documento de la Red Complementaria de Salud, emitido por el Ministerio y el IESS en el 2012, se establece que a estas casas de salud pueden acudir los afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y los pacientes que no pueden atenderse en el sector público por falta de camas, personal médico especializado y equipos tecnológicos.
La gran parte de los pacientes ingresa por cuadros crónicos de salud, emergencias y enfermedades graves, según informó el personal de seis clínicas de Quito en las que este Diario realizó un recorrido.
Las neumonías, traumatismos, urgencias en el abdomen (apendicitis, peritonitis y vesícula), partos de emergencia, cuadros oncológicos, problemas cardíacos y problemas de artrosis son las dolencias que más se receptan. Por esta última enfermedad fue hospitalizado Wilson Puente en la Novaclínica. El paciente de 70 años es jubilado. Hace 8 meses presentó dolores fuertes en la rodilla y tras una serie de trámites en el IESS para ser atendido, tuvo que ser operado de emergencia en la casa privada de salud porque ya no podía caminar. Él consiguió la autorización del Instituto para que fuera tratado aunque la prótesis que le colocaron tuvo que ser costeada por él.
Nancy Chicaiza, supervisora de hospitalización de la Novaclínica, sostiene que los centros privados tratan de cubrir los medicamentos, las prótesis y en general los insumos. Sin embargo, Yanile Soto, jefa de Enfermería, dice que hay medicamentos que el sistema público no cubre y que deben ser costeados por los pacientes si son requeridos.
Según la Red Complementaria de Salud, los hospitales y clínicas privadas deben atender a referidos de centros y subcentros de salud, centros de mediana complejidad ubicados en provincias y hospitales grandes. Hasta el 2012, el IESS registró 94 unidades propias, 345 prestadores externos por medio de convenios y 650 unidades de atención en zonas rurales. Solo en el primer semestre de 2013, el Instituto canceló USD 319 millones a las privadas. Solo para Guayas se destinaron USD 133,9 millones de ese total. Aquí operan 144 prestadores externos. Gilbert Pástor es un afiliado del IESS que fue remitido de El Oro a Guayas para ser operado en la Clínica Guayaquil. En 1997 le colocaron una válvula en el corazón y ahora requirió un reemplazo de urgencia. “Ingresé el 28 de abril. Me trajeron de Machala porque allá no me quisieron atender. Así que la Clínica Guayaquil envió una ambulancia con médicos para traerme”, comenta el hombre de 58 años, quien cuenta los días para volver a su trabajo de jefe operativo de una empresa dedicada a la venta de materiales de construcción. Esta clínica atiende cada mes a unos 300 pacientes derivados del IESS, a través de un convenio de atención. Y manejan una cifra similar de enfermos enviados por el Ministerio de Salud. Su director, el cirujano Roberto Gilbert Febres Cordero, explica que en su mayoría son casos de extrema complejidad: cirugías cerebrales, cateterismos, marcapasos, cuidados intensivos. “Son cirugías de tercer nivel, lo que no hacen otros hospitales”, indica.
Las cifras de los beneficiarios de estos servicios no están consolidadas todavía por el IESS ni por el Ministerio de Salud. La Asociación de Clínicas Privadas solo menciona que son alrededor de 40 las registradas en este ente que brindan esa atención. Sin embargo, en el país hay 277 centros especializados que apoyan al sistema de salud público. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), solo un 40% de la población acude a hospitales públicos.
En 2013, de las 8 500 cirugías registradas por el IESS, 3 500 fueron de alta complejidad o de tercer nivel. Una cirugía a corazón abierto supera los USD 40 000 en el sector privado. Gilbert asegura que el IESS y el MSP les paga entre USD 18 000 y 20 000 por una operación de este tipo. “Los precios del tarifario nacional -que rigen el convenio- son muy bajos; es uno de los tarifarios más bajos en el mundo”, señala.
Eso, fuera de los pagos pendientes, como denunció la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe), en un comunicado que ocasionó reacciones entre las autoridades del IESS y del Ministerio.
La semana pasada, las clínicas privadas y el Sistema de Salud llegaron a un acuerdo para completar el pago de los valores pendientes. Se espera que hasta fin de mes se concluya. Víctor Hugo Villacrés, presidente del Consejo Directivo del IESS, explicó hace unos días que solo en lo que va de 2014 han cancelado USD 125 millones por facturas y más de 100 millones por deudas de años anteriores. Para tramitar los pagos a las clínicas y centros privados, estos deben subir sus cuentas al sistema Redes, un programa informático del Instituto a través del cual se realizan auditorías en unos 15 o 16 días. La otra opción es manualmente, pero, advirtió Villacrés, toma más tiempo. Esas auditorías pueden generar entre 30 y 40% de objeciones, es decir, cifras que requieren una revisión.
La gran parte de los pacientes ingresa por cuadros crónicos de salud, emergencias y enfermedades graves, según informó el personal de seis clínicas de Quito en las que este Diario realizó un recorrido.
Las neumonías, traumatismos, urgencias en el abdomen (apendicitis, peritonitis y vesícula), partos de emergencia, cuadros oncológicos, problemas cardíacos y problemas de artrosis son las dolencias que más se receptan. Por esta última enfermedad fue hospitalizado Wilson Puente en la Novaclínica. El paciente de 70 años es jubilado. Hace 8 meses presentó dolores fuertes en la rodilla y tras una serie de trámites en el IESS para ser atendido, tuvo que ser operado de emergencia en la casa privada de salud porque ya no podía caminar. Él consiguió la autorización del Instituto para que fuera tratado aunque la prótesis que le colocaron tuvo que ser costeada por él.
Nancy Chicaiza, supervisora de hospitalización de la Novaclínica, sostiene que los centros privados tratan de cubrir los medicamentos, las prótesis y en general los insumos. Sin embargo, Yanile Soto, jefa de Enfermería, dice que hay medicamentos que el sistema público no cubre y que deben ser costeados por los pacientes si son requeridos.
Según la Red Complementaria de Salud, los hospitales y clínicas privadas deben atender a referidos de centros y subcentros de salud, centros de mediana complejidad ubicados en provincias y hospitales grandes. Hasta el 2012, el IESS registró 94 unidades propias, 345 prestadores externos por medio de convenios y 650 unidades de atención en zonas rurales. Solo en el primer semestre de 2013, el Instituto canceló USD 319 millones a las privadas. Solo para Guayas se destinaron USD 133,9 millones de ese total. Aquí operan 144 prestadores externos. Gilbert Pástor es un afiliado del IESS que fue remitido de El Oro a Guayas para ser operado en la Clínica Guayaquil. En 1997 le colocaron una válvula en el corazón y ahora requirió un reemplazo de urgencia. “Ingresé el 28 de abril. Me trajeron de Machala porque allá no me quisieron atender. Así que la Clínica Guayaquil envió una ambulancia con médicos para traerme”, comenta el hombre de 58 años, quien cuenta los días para volver a su trabajo de jefe operativo de una empresa dedicada a la venta de materiales de construcción. Esta clínica atiende cada mes a unos 300 pacientes derivados del IESS, a través de un convenio de atención. Y manejan una cifra similar de enfermos enviados por el Ministerio de Salud. Su director, el cirujano Roberto Gilbert Febres Cordero, explica que en su mayoría son casos de extrema complejidad: cirugías cerebrales, cateterismos, marcapasos, cuidados intensivos. “Son cirugías de tercer nivel, lo que no hacen otros hospitales”, indica.
Las cifras de los beneficiarios de estos servicios no están consolidadas todavía por el IESS ni por el Ministerio de Salud. La Asociación de Clínicas Privadas solo menciona que son alrededor de 40 las registradas en este ente que brindan esa atención. Sin embargo, en el país hay 277 centros especializados que apoyan al sistema de salud público. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), solo un 40% de la población acude a hospitales públicos.
En 2013, de las 8 500 cirugías registradas por el IESS, 3 500 fueron de alta complejidad o de tercer nivel. Una cirugía a corazón abierto supera los USD 40 000 en el sector privado. Gilbert asegura que el IESS y el MSP les paga entre USD 18 000 y 20 000 por una operación de este tipo. “Los precios del tarifario nacional -que rigen el convenio- son muy bajos; es uno de los tarifarios más bajos en el mundo”, señala.
Eso, fuera de los pagos pendientes, como denunció la Asociación Nacional de Clínicas y Hospitales Privados del Ecuador (Achpe), en un comunicado que ocasionó reacciones entre las autoridades del IESS y del Ministerio.
La semana pasada, las clínicas privadas y el Sistema de Salud llegaron a un acuerdo para completar el pago de los valores pendientes. Se espera que hasta fin de mes se concluya. Víctor Hugo Villacrés, presidente del Consejo Directivo del IESS, explicó hace unos días que solo en lo que va de 2014 han cancelado USD 125 millones por facturas y más de 100 millones por deudas de años anteriores. Para tramitar los pagos a las clínicas y centros privados, estos deben subir sus cuentas al sistema Redes, un programa informático del Instituto a través del cual se realizan auditorías en unos 15 o 16 días. La otra opción es manualmente, pero, advirtió Villacrés, toma más tiempo. Esas auditorías pueden generar entre 30 y 40% de objeciones, es decir, cifras que requieren una revisión.
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