Decenas de aficionados aguardaron ayer con paciencia el atraso del avión que
trajo, a las 17:10, a los seleccionados de Ecuador desde Brasil, donde la
Tri no pudo cristalizar la meta de avanzar a octavos de final, pero eso
no mermó el cariño de la hinchada que valoró el esfuerzo de los jugadores.
El primero en abandonar la sala de arribo del aeropuerto de Guayaquil fue Gabriel Achilier, quien salió apresurado por dirigirse a su hogar, por lo que se excusó de dar declaraciones, aunque rápidamente alcanzó a agradecer a la afición: “Gracias a todos por el apoyo. No puedo decir más, gracias, gracias”.
Detrás de él aparecieron otros jugadores tricolores como el golero Máximo Banguera y Juan Carlos Paredes, quienes también se negaron a hablar públicamente.
El lateral Óscar Bagüí, en cambio, no evadió los micrófonos y aunque no actuó en Brasil valoró la convivencia en un Mundial. “Fue una bonita experiencia aunque no jugué. Sabemos que cometimos errores, hay que mejorar”.
El punto más emotivo del recibimiento masivo lo protagonizó el atacante Enner Valencia, quien marcó tres goles en la Copa del Mundo 2014.
El ariete esmeraldeño recibió muestras espontáneas de afecto de los aficionados. Besos, abrazos, autógrafos y fotografías atascaron el paso del artillero hacia la salida de la terminal aérea.
“Estoy contento por la actuación que tuve, aunque todos lamentamos la eliminación por culpa de errores propios”, comentó Valencia, quien negó conocer de las intenciones de los clubes ingleses Chelsea y Arsenal por contratarlo.
“No sé nada. Mi futuro está en el Pachuca”, dijo para referirse al club mexicano que adquirió sus derechos deportivos tras comprarlos a Emelec.
Otro que llegó en el grupo de jugadores que se quedaban en Guayaquil (el resto viajó a Quito) fue Joao Rojas, quien fue recibido por su madre Nancy y su hermano Jimmy.
A Enner Valencia también lo recibieron sus familiares, su madre Bolivia Lastra y su hermana Éricka Valencia, también amigos cercanos.
Lastra contó que premiará a su hijo con un encocado, el plato favorito de Enner.
Mientras que Nancy Rojas alista una parrillada para celebrar el debut mundialista de su hijo, quien también disfrutó la experiencia, a pesar de que no jugó ningún partido.
El mediocampista Luis Saritama también se quedó en la ciudad para unirse a los entrenamientos de Barcelona, porque ahora ya hay que pensar en el campeonato local.
El primero en abandonar la sala de arribo del aeropuerto de Guayaquil fue Gabriel Achilier, quien salió apresurado por dirigirse a su hogar, por lo que se excusó de dar declaraciones, aunque rápidamente alcanzó a agradecer a la afición: “Gracias a todos por el apoyo. No puedo decir más, gracias, gracias”.
Detrás de él aparecieron otros jugadores tricolores como el golero Máximo Banguera y Juan Carlos Paredes, quienes también se negaron a hablar públicamente.
El lateral Óscar Bagüí, en cambio, no evadió los micrófonos y aunque no actuó en Brasil valoró la convivencia en un Mundial. “Fue una bonita experiencia aunque no jugué. Sabemos que cometimos errores, hay que mejorar”.
El punto más emotivo del recibimiento masivo lo protagonizó el atacante Enner Valencia, quien marcó tres goles en la Copa del Mundo 2014.
El ariete esmeraldeño recibió muestras espontáneas de afecto de los aficionados. Besos, abrazos, autógrafos y fotografías atascaron el paso del artillero hacia la salida de la terminal aérea.
“Estoy contento por la actuación que tuve, aunque todos lamentamos la eliminación por culpa de errores propios”, comentó Valencia, quien negó conocer de las intenciones de los clubes ingleses Chelsea y Arsenal por contratarlo.
“No sé nada. Mi futuro está en el Pachuca”, dijo para referirse al club mexicano que adquirió sus derechos deportivos tras comprarlos a Emelec.
Otro que llegó en el grupo de jugadores que se quedaban en Guayaquil (el resto viajó a Quito) fue Joao Rojas, quien fue recibido por su madre Nancy y su hermano Jimmy.
A Enner Valencia también lo recibieron sus familiares, su madre Bolivia Lastra y su hermana Éricka Valencia, también amigos cercanos.
Lastra contó que premiará a su hijo con un encocado, el plato favorito de Enner.
Mientras que Nancy Rojas alista una parrillada para celebrar el debut mundialista de su hijo, quien también disfrutó la experiencia, a pesar de que no jugó ningún partido.
El mediocampista Luis Saritama también se quedó en la ciudad para unirse a los entrenamientos de Barcelona, porque ahora ya hay que pensar en el campeonato local.
Cuando fuimos eliminados hubo lágrimas en el camerino. Fuimos en busca de un sueño y lastimosamente no se pudo lograr.
Enner Valencia
Atacante ecuatoriano
No hay comentarios:
Publicar un comentario