Ecuador cuenta desde este martes con el puente peatonal más grande de
América Latina, que permite conectar por primera vez a Guayaquil con la
isla Santay, humedal de 2.000 hectáreas, considerada como una de las
reservas más importantes del país.
“El puente, que cuenta con un sistema basculante para el paso de
embarcaciones, es el más grande de Latinoamérica y uno de los tres más
grandes del mundo”, dijo el presidente de la República, Rafael Correa,
quien participó en el acto oficial de apertura del paso, de 840 metros
de longitud.
El mandatario dijo que la visión de su Gobierno es continuar
invirtiendo en proyectos ecoturísticos para la zona del Golfo de
Guayaquil, dueña de un ecosistema único en la costa suramericana del
Pacífico y de esa manera sacar de la pobreza a cientos de familias que
habitan en este estuario y que sobreviven solo de la pesca.
Esta visión de desarrollo difiere de la visión de gobiernos pasados
que mantuvieron en el abandono a las familias, por ejemplo, de la isla
Santay, que vivían en la extrema pobreza.
Se refirió así a los proyectos del gobierno del demócrata cristiano
Osvaldo Hurtado (1981-1984) que intentó levantar un proyecto de vivienda
en la isla; y también al plan del Municipio de Guayaquil, del
socialcristiano Jaime Nebot, que en años pasados intentó construir un
parque tipo Disney.
“Con esto hubiesen destruido el frágil ecosistema de esta isla”,
señaló el Jefe de Estado al resaltar que sencillas ideas de la
Revolución Ciudadana han permitido desarrollar un proyecto ecoturístico,
que a la vez involucra a las 56 familias de este humedal.
Además destacó el megaproyecto denominado Guayaquil Ecológico que
incorporará espacios verdes a la urbe porteña, una de las más que
registra el mayor déficit de áreas verdes en el continente, debido a la
falta de planificación de las autoridades seccionales de las últimas
décadas.
Luego de un breve discurso, el Mandatario recorrió a pie el puente,
admiró cada detalle de la estructura y también del paisaje con el fondo
de su ciudad natal, Guayaquil. Atrás, lo siguieron cientos de personas
que pugnaban por ser los primeros en llegar a la Santay a pie.
El Presidente llegó luego de recorrer la caminera de 1,7 kilómetros a
la ecoaldea, donde habitan las familias de la isla y posteriormente
degustó un almuerzo con ellos, en el restaurante adecuado con elementos
típicos de la Costa para recibir al turismo.
En julio próximo se prevé esté listo el proyecto integral con el
puente que conectará a Santay con el vecino cantón Durán. Se estima un
promedio de 450 mil visitas al año.

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