La actividad sísmica de los volcanes Chiles y Cerro Negro, en la 
frontera entre Ecuador y Colombia, ha aumentado en la última semana, 
según el último informe del instituto Geofísico de la Escuela 
Politécnica Nacional de Ecuador (IG – EPN) y el Observatorio 
Vulcanológico y Sismológico de Pasto (OVSP) del Servicio Geológico de 
Colombia (SGC).
“En relación con la semana anterior, se registró un aumento en la 
ocurrencia de eventos, pasando de 1289, reportados la semana del 18 al 
24 de junio, a 1576 en la presente semana, del 25 de junio al 01 de 
julio”, informó el IG –EPN.
Estos hechos fueron detectados a distancias menores a cuatro 
kilómetros al suroccidente del volcán Chiles, en Ecuador, con 
profundidades entre 2 y 15 km respecto a la cima, sobre los 4.700 metros
 sobre el nivel del mar (msnm), con magnitudes de hasta 3.2 grados en la
 escala de Richter.
El informe detalla que la actividad sísmica se asocia con un 
fracturamiento de material cortical predominante. Lo que significa que 
“en cualquier movimiento tectónico las fuerzas pueden sobrepasar la 
resistencia de la roca y esta se rompe al interior del volcán; 
normalmente eso pasa cuando el magma está empujando y comienza a 
fracturar las rocas alrededor del magma”, explicó a Andes Mario Ruiz, 
director nacional del IG-EPN.
“Lo que nos está diciendo esto es que todavía tenemos niveles de 
sismicidad muy altos en esta zona, estamos hablando de 1.576 sismos en 
una semana, que son niveles muy elevados para cualquier volcán en todo 
el mundo”, aclaró Ruiz.
Sin embargo Fidel Paguay, presidente del Gobierno Autónomo 
Descentralizado Parroquial de Tufiño, población ecuatoriana ubicada en 
las faldas del volcán Chiles, dijo que la comunidad no ha reportado 
sismos y “todo ha estado normal desde hace más de dos meses”.
“Hoy subió un compañero al volcán a revisar los aparatos (en el 
volcán se instalaron instrumentos de monitoreo permanente de la 
actividad sísmica y magmática) y no encontró ninguna novedad. Tampoco 
del otro lado (Colombia) han dicho nada”, afirma.
La actividad volcánica de las dos montañas puso en alerta amarilla a 
los habitantes de Carchi (Ecuador) y Nariño (Colombia), desde el uno de 
mayo de este año, luego de lo cual se conformó una red binacional de 
monitoreo continuo.
“La semana pasada hicimos una misión conjunta para hacer toma de 
muestras de agua, medidas de temperatura y parámetros físicos y 
químicos, como por ejemplo el nivel de Ph, la acidez del agua, 
conductividad eléctrica; y esas muestras vamos a mandar a hacer estudios
 más prolijos”, indicó el director del IG-EPN.
“También estamos compartiendo los datos de las estaciones nuestras, 
los enviamos a Pasto y así mismo recibimos los datos de las estaciones 
de Colombia, y con esto tenemos monitoreados los volcanes por todos los 
lados y elevamos un solo informe conjunto ecuatoriano y colombiano”, 
agregó.
Además, Diego Gómez, Coordinador de Trabajo del  Observatorio 
Vulcanológico y Sismológico de Pasto, en Colombia, informó que el 30 de 
junio “se observó actividad superficial desde el campo fumarólico ‘El 
Verde’, ubicado en la zona del volcán Cumbal”, otro de los volcanes 
fronterizos entre las dos naciones, ubicado a cerca de 60 kilómetros de 
Tulcán, capital limítrofe ecuatoriana.

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