martes, 19 de agosto de 2014

EL 70% DEL TERRITORIO DE QUITO ESTÀ EXPUESTO A RIESGOS NATURALES



El sismo de 5,1 grados en la escala de Richter del pasado martes es una muestra de los riesgos naturales a los que está expuesto el Distrito. Los factores climáticos, fallas geológicas, el relieve y las vertientes hídricas influyen en la presentación de estos fenómenos.
Según el Atlas de Amenazas Naturales en el Distrito Metropolitano de Quito, un 70% de la urbe está expuesta a este tipo de desastres. De las 423 000 hectáreas 296 100 estarían afectadas. Los barrios altos ubicados cerca de las laderas o en terrenos inestables son los más propensos.

En San Antonio de Pichincha, en el norte, los moradores que viven en el conjunto La Antonia son testigos de los continuos deslizamientos de un talud, en la parte posterior, cerca del río Monjas. En esta zona la tierra es árida, tiene grietas y cada vez el espacio entre el filo del cerramiento y el de la pendiente se hace más estrecho.

Mayita Farías, moradora del sector desde hace nueve años, comentó que cuando llegó al sector esta porción de terreno tenía alrededor de 90 metros de ancho. Pero con los vientos, lluvias y el último temblor ahora tiene cerca de 25 m. Hay 15 casas que colindan con este sitio. La de Farías es una de ellas. “Tengo los nervios de punta. La tierra se cae sin razón”.

En el Atlas de Amenazas Naturales consta que el sector de San Antonio es uno de los sitios por donde atraviesa el sistema de fallas que da lugar a los movimientos telúricos. Este fenómeno geológico empieza en Tambillo, cantón Mejía. Tiene una longitud de 50 kilómetros.

Jorge Valverde, ingeniero en Mecánica de Suelos, explicó que, además, el material del terreno de esta zona se asemeja a la ceniza volcánica: es ligero. Luego del sismo y las 84 réplicas registradas en la última semana, el deterioro del talud, cerca del conjunto La Antonia, se ha acelerado; 10 de las 80 familias que residían en este sitio han abandonado sus viviendas.

La actividad sísmica más fuerte, en la ciudad, data del siglo XVI y XIX. Fueron cinco terremotos que causaron daños materiales y muertes. Pero en ese entonces había menos población. Actualmente, en el Distrito residen 2 239 191 habitantes. Hay 599 621 viviendas.

Aparte de los movimientos telúricos, otra de las amenazas recurrentes en Quito son los deslizamientos de tierra. En cuatro años se han registrado 458. Las expansiones de la frontera urbana hacia los bosques protectores y los asentamientos humanos en sitios no aptos son las principales causas.

Los barrios en donde este tipo de problema es más recurrente son: Guápulo, La Libertad, San Juan de Toctiuco, El Placer, San José de Monjas, Ferroviaria, Lucha de los Pobres, Ciudadela Terranova, La Ecuatoriana, Comité del Pueblo, Forestal Alta, Las Tolas, Chimbacalle, Chillogallo y Santa Teresita de Conocoto.
En La Forestal Alta, en el sur, María Flores, moradora, está acostumbrada a vivir en una pendiente.

Su casa ubicada en la calle Chichan y Malacatos colinda con un talud. Por seguridad, esta parte pasa cubierta con plástico. Tiene temor que se desmorone y pongan en riesgo su vivienda. Por eso, cada año emplea hasta tres rollos de este material para impermeabilizar la zona.

En el Centro, en el sector de La Isla y San Juan también hay casas cerca de la ladera. Manuel Mejía, residente, ha levando un muro de contención.

Esto es una manera de protegerse en la época de lluvias. Las inundaciones son una amenaza. En el lapso de cuatro se han producido 170 en toda la urbe.

La cercanía con los volcanes pone en alerta a los moradores. La última erupción del Guagua Pichincha data del 2009. Sin embargo, están cerca el Reventador, Cotopaxi, Cayambe y Antisana. En este caso las zonas más afectadas serían Lloa, Los Chillos, Tumbaco y Cumbayá.

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