Habitantes de la provincia de Sucumbíos, en la frontera amazónica con Colombia, se mostraron preocupados por la reactivación de las fumigaciones con glifosato en el cordón limítrofe y anunciaron una marcha en Quito para este miércoles con el objetivo de pedir a las autoridades claridad sobre el tema.
Daniel Alarcón, presidente de la Federación de Organizaciones Campesinas del Cordón Fronterizo de Sucumbíos (Forccofes) anunció en una entrevista con la agencia Andes, que saldrán "en una marcha a la Cancillería, a pedir al señor ministro (Ricardo Patiño) que se informe bien a las comunidades si es que se van a retomar las fumigaciones o no, (...) porque el anuncio que tenemos solo es de Colombia”.
Por su parte, la Fundación Regional para la Asesoría en Derechos Humanos de Ecuador (Inredh) señaló en un comunicado que las organizaciones Forccofes, Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial de Mataje, la Federación de Centro Awá del Ecuador y la parroquia Tobar Donoso de Carchi pidieron una audiencia en la Cancillería para conocer el estado de las compensaciones a los afectados por las fumigaciones que ofrecieron las autoridades meses atrás.
"Han pasado exactamente once meses y dos días desde la firma del acuerdo entre los cancilleres de Ecuador y Colombia, donde (se) ofrece entregar una compensación a los afectados por las fumigaciones a las aéreas realizadas en el marco del Plan Colombia. Sin embargo, dicho acuerdo no se ha cumplido de modo que los afectados exigen la entrega inmediata de los recursos ofrecidos a los pobladores de la frontera", indicó el comunicado de Inredh.
El general Gabriel Pinilla Franco, comandante de la sexta División del ejército colombiano, anunció semanas atrás en Putumayo, la decisión de retomar la erradicación manual y aérea de los cultivos ilícitos.
"En el departamento (del Putumayo) se van a incrementar no solamente la erradicación manual, sino también las aspersiones aéreas”, señaló a mediados de julio en una conferencia de prensa, según el audio al que tuvo acceso la agencia a Andes, cedido por el diario colombiano Mi Putumayo.
Colombia y Ecuador suscribieron un acuerdo el año pasado, que puso fin a una demanda interpuesta contra Bogotá ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 2008 por las fumigaciones aéreas de cultivos de coca en la zona limítrofe.
En su demanda, Quito sostuvo que las aspersiones con glifosato dañaron cultivos legales y afectaron la salud de pobladores del lado ecuatoriano de la frontera binacional-
En el acuerdo convenido en agosto de 2013, se estableció una franja de exclusión de 10 km contados desde la frontera, y se acordaron parámetros de "altura, velocidad, condiciones climáticas y horarios" de las aspersiones aéreas, además de "ingredientes y concentración de la fórmula utilizada en las fumigaciones".
También se estableció que Colombia contribuya con el desarrollo social y económico de la frontera mediante un aporte económico, no especificado, a Ecuador.
La voz de los afectados
Silvia Salgado, vicepresidenta del Parlamento Andino por la representación ecuatoriana, dijo a Andes que las aspersiones "se reanudaron y acabaron con todos los cultivos alternativos de organizaciones que estaban en un proceso de emprendimiento sobre nuevos productos como café, maíz, cacao”.
Pobladores de la frontera entre Ecuador y Colombia creen que sus cultivos podrían ser afectados por fumigaciones con glifosato. Foto: Édison Guerrón
Salgado mencionó las consecuencias tanto a los cultivos como a la salud de personas y animales. "En las vacas era fácil observar en sus lomos el glifosato y los niños lastimados en su piel”, dijo.
Esther Calapucha, de la comunidad El Cóndor ubicada en la rivera del río Conejo, padece cáncer y perdió a dos de sus hijos -según explicó- por envenenamiento con glifosato en 2002, dijo que hace pocas semanas volvió a encontrar “natas sobre las aguas del río, como las que aparecieron la primera vez que fumigaron la frontera”.
Habitantes de la zona fronteriza están preocupados por la reanudación de las aspersiones. Foto: Édison Guerrón.
Cuando se registraron aspersiones hace unos años "nos quedamos sin tener qué comer y nos tocaba encerrarnos en la casa sólo a comer fideos y tocaba pedir prestado plata para comprar porque mi esposo se quedó sin trabajo y tuvo que irse a la sierra porque aquí se comenzaron a morir todas las plantas”, agregó.
Judith Rodríguez, otra de las afectadas en las anteriores fumigaciones, habita en la comunidad San Francisco No. 1 en el cordón fronterizo, también recuerda que sus hijos tuvieron que migrar al interior del país en busca de trabajo y asegura que “hasta ahora los plátanos no producen 'cogollo' y se secan como si estuvieran quemados”.
“Lo que más se dañó es la yuca –dice Judith- que es lo que más me da pena porque es lo que comen los quichuas (se refiere a varias comunidades indígenas) que viven en la rivera del río San Miguel, (cuenca binacional fronteriza entre los dos países)”.
“Yo soy una de las líderes ... Cuando escuché que otra vez iban a fumigar, propuse hacer la marcha, aunque no puedo ir porque ya no puedo caminar como antes”, declara Rodríguez, quien padece problemas en sus rodillas.
http://www.andes.info.ec/es/noticias/habitantes-frontera-entre-ecuador-colombia-anuncian-marcha-quito-fumigaciones-glifosato-0
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