Las autoridades colombianas investigan si existe alguna relación entre la salida de prisión de John Jairo Velásquez, alias "Popeye" , y una acción de hombres armados que buscan en Medellín un escondite de armas o dinero del fallecido Pablo Escobar. 'Popeye' fue el jefe de los sicarios del cartel de Escobar.
Según cuenta el vicealcalde de la ciudad, Luis Fernando Suárez, la Policía fue avisada el pasado miércoles de que dos hombres armados habían entraron en una casa próxima al lugar en que murió Escobar en diciembre de 1993 en busca de un escondite con armas de "El Patrón", como era conocido el capo. La mujer que habita en la vivienda ha denunciado que la amordazaron mientras buscaban el supuesto escondite dejado por Escobar.
El vicealcalde asegura que no se descarta que este hecho tenga que ver con la libertad de "Popeye", cuyo paradero se desconoce desde que el pasado martes dejó la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en el centro de Colombia, donde cumplió 23 años de cautiverio. "Seguramente tendrá conocimiento sobre esta situación o sobre otras en las que el cartel haya almacenado dinero o algún tipo de elementos", ha declarado. Las autoridades de Medellín están "en alerta" por la posible llegada de Velásquez a la ciudad.
El capo, uno de los pistoleros más sanguinarios del cartel de Medellín, quedó libre al haber cumplido tres quintas partes de su condena. Ha reconocido que asesinó directamente a por lo menos 300 personas y que como jefe de los matones de Escobar, coordinó alrededor de 3.000 homicidios más en los años 80 y 90 como parte de la guerra del cartel de Medellín contra el Estado colombiano y contra mafias rivales. Entre las víctimas reconocidas por Velásquez está el entonces procurador general de la nación Carlos Mauro Hoyos, secuestrado y asesinado por él en enero de 1988, además de numerosos magistrados, políticos, jueces, periodistas y policías que se opusieron al imperio criminal de Escobar y el cartel de Medellín.
También ha reconocido que participó en la conspiración que llevó al asesinato del líder liberal y candidato presidencial Luis Carlos Galán Sarmiento, en 1989, y en al atentado que, tres meses después, hizo explotar en el aire un avión de la aerolínea Avianca con 110 personas a bordo que acababa de despegar de Bogotá. Según "Popeye", el avión fue derribado porque el cartel de Medellín tenía información de que en ese vuelo estaría el entonces candidato y futuro presidente César Gaviria, sucesor de Galán, para frustrar su llegada al poder e impedir la extradición de los capos a Estados Unidos.
En una entrevista concedida poco antes de salir de prisión, Velásquez dijo que después de 23 años tras las rejas es "un hombre totalmente nuevo". "Ya cambié mis antivalores por valores, que fue un trabajo que hizo el penal conmigo, de machacarme los antivalores, que yo adoraba (...) ya tengo valores", dijo. Reconoció que no le puede aportar nada a la sociedad, salvo dar consejos a los jóvenes para que no sigan su camino, y puso como ejemplo a seguir a los futbolistas y ciclistas del país. "Una sociedad como ésta, para mejorarla, no podemos tener figuras como 'Popeye', sino como James Rodríguez, Falcao y Nairo Quintana", aseguró.
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