La
tercera víctima mortal del sismo de magnitud 5,1 en la escala de
Richter, que sacudió la tarde del martes a Quito, fue encontrada ayer
dentro de una fosa de agua en el sector de Catequilla, en el
noroccidente, donde se realiza la construcción de un puente que será
parte de la extensión de la avenida Simón Bolívar.
Se trata de un obrero de la empresa china Sinohydro, que fue contratada el año pasado para realizar esta obra y que se suma a otro trabajador de la misma empresa que fue encontrado muerto el martes y a un niño de 4 años que resultó aplastado por cuatro costales de azúcar y sal que se desplomaron por el sismo, en San Isidro de El Inca, en el norte.
Los trabajos de rescate se reanudaron a las 05:00 del miércoles, luego de que la noche anterior las autoridades suspendieran la búsqueda por la inestabilidad del terreno y las constantes réplicas del sismo que hasta la tarde de ayer contabilizaban 44, según el alcalde de la ciudad, Mauricio Rodas.
Al mediodía de ayer las autoridades también hicieron referencia de la muerte de un herido de Catequilla en el hospital Pablo Arturo Suárez. Sin embargo, en esa casa de salud un agente de la Policía dijo que el fallecido no tenía nada que ver con el sismo y que se encontraba como persona no identificada o N.N.
Augusto Rivera, superintendente de Sinohydro, dijo desconocer que haya otra persona fallecida de su empresa y aseguró que se contactaron con todos los trabajadores que se encontraban en esta obra. Incluso con Gerardo Chávez, quien constaba como desaparecido, y por quien continuaban las operaciones de búsqueda que concluyeron a las 13:30.
Alexandra Alvarado, investigadora del Instituto Geofísico, dijo que el sismo ocurrió por una falla geológica antigua a 10 km de profundidad de una colina entre Calderón y Catequilla, que ya produjo otro temblor en agosto de 1990.
Ayer se limpiaron las vías donde cayó material pétreo de los cerros en el norte de Quito. En el centro de la ciudad, las actividades se desarrollaron con temor ante posibles réplicas. En una de estas, que ocurrió a las 11:23 con una magnitud de 3,6 en la escala de Richter, en la av. Los Shyris, algunas personas salieron de los edificios.
Se trata de un obrero de la empresa china Sinohydro, que fue contratada el año pasado para realizar esta obra y que se suma a otro trabajador de la misma empresa que fue encontrado muerto el martes y a un niño de 4 años que resultó aplastado por cuatro costales de azúcar y sal que se desplomaron por el sismo, en San Isidro de El Inca, en el norte.
Los trabajos de rescate se reanudaron a las 05:00 del miércoles, luego de que la noche anterior las autoridades suspendieran la búsqueda por la inestabilidad del terreno y las constantes réplicas del sismo que hasta la tarde de ayer contabilizaban 44, según el alcalde de la ciudad, Mauricio Rodas.
Al mediodía de ayer las autoridades también hicieron referencia de la muerte de un herido de Catequilla en el hospital Pablo Arturo Suárez. Sin embargo, en esa casa de salud un agente de la Policía dijo que el fallecido no tenía nada que ver con el sismo y que se encontraba como persona no identificada o N.N.
Augusto Rivera, superintendente de Sinohydro, dijo desconocer que haya otra persona fallecida de su empresa y aseguró que se contactaron con todos los trabajadores que se encontraban en esta obra. Incluso con Gerardo Chávez, quien constaba como desaparecido, y por quien continuaban las operaciones de búsqueda que concluyeron a las 13:30.
Alexandra Alvarado, investigadora del Instituto Geofísico, dijo que el sismo ocurrió por una falla geológica antigua a 10 km de profundidad de una colina entre Calderón y Catequilla, que ya produjo otro temblor en agosto de 1990.
Ayer se limpiaron las vías donde cayó material pétreo de los cerros en el norte de Quito. En el centro de la ciudad, las actividades se desarrollaron con temor ante posibles réplicas. En una de estas, que ocurrió a las 11:23 con una magnitud de 3,6 en la escala de Richter, en la av. Los Shyris, algunas personas salieron de los edificios.
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