domingo, 19 de octubre de 2014

EL RIESGO DEL ÉBOLA EN ECUADOR, UN PAÍS QUE AÚN NO CONTROLA OTROS VIRUS

Con guantes y una mascarilla, de esas de uso común en los hospitales o para protegerse del polvo en las calles, un conserje del hospital de infectología José Rodríguez Maridueña llevaba el miércoles pasado fundas rojas con desechos hospitalarios hacia un portón que da a la calle José Mascote, en Guayaquil.
A un costado de esta salida, dos empleados del Ministerio de Salud Pública (MSP) daban instrucciones a obreros que ya habían cerrado con bloques de cemento el oramen de las ventanas en un área desocupada del hospital, que incluye un pasillo con cinco puertas que dan a igual número de cuartos.
El lugar es la zona de aislamiento que el MSP prepara para albergar a un posible paciente contagiado con el virus del Ébola, una enfermedad por la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó, el 8 de agosto último, la emergencia en la salud pública mundial tras rebrotes en África occidental.
Hasta esta semana se han reportado 8.997 casos, 4.493 murieron, lo que implica una tasa de más del 50%. Los países con mayores registros de la considerada como la peor epidemia desde que la enfermedad se identificó, en 1976, son Liberia, Guinea y Sierra Leona. Incluso por primera vez hay contagios fuera de África: en España y EE.UU.
Las alertas alcanzaron desde fines de la semana pasada a Brasil, Chile y la vecina Colombia con casos que resultaron negativos. Y encendieron las alarmas en Ecuador, donde el MSP dispuso un protocolo que abarca el control de aeropuertos, puertos y fronteras terrestres.
Estrategia en Ecuador
El subsecretario de Vigilancia de Salud Pública, Francisco Vallejo, afirma que hay unos 60 profesionales de salud designados para que atiendan de forma exclusiva a los posibles contagiados, como recomienda la OMS, en sitios aislados. En el hospital Pablo Suárez de Quito, el otro espacio de referencia para estos casos, se han adecuado siete habitaciones para los leves y dos para los más críticos.
El personal incluye, a más de médicos y enfermeras, a quienes manejarían los desechos hospitalarios, como el conserje en Guayaquil, que no podría cumplir su trabajo únicamente con una mascarilla, como la que ese día colgaba de su cuello, sino con trajes especiales.
Para el diagnóstico, el Instituto Nacional de Salud Pública e Higiene tomaría la muestra para enviarla a EE.UU., según Vallejo. En el país, dicen expertos, no hay un laboratorio que pueda detectar este virus. El ébola tiene un alto nivel de contagio de persona a persona, a través de las mucosas, cicatrices, sangre u otras secreciones (heces, orina, saliva, semen). Esto incluye lo usado por el infectado, desde el recipiente donde deposita el vómito hasta jeringas y ropa.
Dos especialistas y profesionales de salud del servicio público consultados coinciden en que el manejo de la enfermedad podría complicarse en un país donde aún no se controlan dolencias como el dengue, que se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti y la prevalencia de la influenza y la neumonía, ambas afecciones virales.
Otros virus
El dengue sigue prevaleciendo con relación al 2001 y en el 2010 tuvo un repunte del 25%. Hasta el mes pasado, los casos (13.823) ya superaban a todos los detectados en el 2013.
John Cuenca, exjefe de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Infectología de Guayaquil, afirma que el Aedes aegypti se ha adaptado a zonas de hasta dos mil metros de altura. Por ejemplo, se dio un brote este año en La Carolina, Lita y San Jerónimo, en Imbabura, que duró un mes y medio y logró controlarse a tiempo, según Yu Ling Reascos, coordinadora zonal de Salud Nº 1, que cubre las provincias del norte del país.
En esta circunstancia la aparición del virus chikungunya, que también se transmite por la picadura del Aedes aegypti, es inevitable, coinciden autoridades de salud, más cuando se han detectado ocho casos en la zona del Putumayo, que limita con Ecuador. Lo más complicado de esta enfermedad es que el periodo de recuperación dura meses y hasta años, lo que encarece el costo de los servicios médicos.
Algo similar ocurre con males transmitidos por virus, como la influenza y neumonía, que entre 2011 y 2013 pasaron de ser la sexta causa de mortalidad general en el país a la tercera, solo superadas por la diabetes y enfermedades hipertensivas.
Vallejo asegura que el país mantiene bajo control otras afecciones como la malaria o el paludismo, las que se vienen reduciendo desde el 2001. Y que la mayor incidencia de influenza y neumonía responde a una mejora del manejo estadístico.
La epidemióloga del hospital de Infectología, Katiuska Jiménez, afirma que un factor para el incremento de estas enfermedades son las llamadas infecciones intrahospitalarias, adquiridas en los centros médicos.
El coordinador del Foro Permanente de la Salud y exministro del ramo, Francisco Andino, considera que en el país el mejoramiento en infraestructura se ve opacado frente a “un endeble sistema sanitario, caracterizado por una insegura práctica médica y el asistencialismo para enfermedades de alta letalidad”.
Ruta desde África
Las autoridades de salud aducen que la posibilidad de que llegue el ébola al país es baja debido a que no hay conexión aérea directa con África, donde está el brote, y se siguen las recomendaciones de la OMS. Sin embargo, el Ministerio del Interior reportó este año el ingreso de 47 africanos de Sierra Leona (21), Guinea (21) y Liberia (5).
El jefe de la misión de Naciones Unidas, Anthony Banbury, quien coordina acciones frente al virus a nivel mundial, advirtió en recientes declaraciones que la epidemia va más rápido que la respuesta de los gobiernos y que “está ganando la carrera”.
En ese panorama, los expertos comparan al ébola con la aparición del sida, con el agravante de que se transmite de forma más directa y su mortalidad es más alta, según Cuenca.
De allí que los controles se extiendan a los puertos del país, donde de acuerdo con el protocolo del MSP los barcos deberán reportar 72 horas antes del atraco la información de los últimos 10 lugares que han visitado.
Contecon, la operadora del puerto de Guayaquil, informó vía email que se cumplen estas previsiones. Y que en el último mes, ningún buque procedía de África. En el 2012, según el Ministerio de Transporte, ingresaron 236 barcos de bandera liberiana. Por su parte, los prácticos, quienes deben ingresar los barcos al puerto, afirman que no han sido notificados de los controles y toman previsiones por su cuenta en internet.
http://www.eluniverso.com/noticias/2014/10/19/nota/4116901/riesgo-ebola-pais-que-aun-no-controla-otros-virus

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