sábado, 18 de octubre de 2014
MESSI GRITÒ EN LA VICTORIA DEL BARSA Y QUEDÒ A UN GOL DE UNA MARCA HISTÒRICA
Si a la vida de Lionel Messi le faltaba algo para convertirse en una película, el capítulo que sumó este sábado parece dejarla al borde de su desenlace perfecto. El rosarino convirtió uno de los goles en el 3-0 de Barcelona al Eibar en el Camp Nou y si el próximo sábado le convierte uno o más goles a Real Madrid en el Santiago Bernabéu se transformará en el máximo goleador de la historia de la Liga española.
La ambición de Lionel Messi de igualar el récord del vasco Telmo Zarra, goleador histórico del Athletic de Bilbao con 251, se notó apenas arrancó el partido de la octava fecha del torneo. Siete minutos tardó en llegar a su primera chance, cuando recibió de Neymar en el área y lo cortaron justo, enviando la pelota al córner, tras el cual llegó un cabezazo desviado de Piqué. A los 19, la fórmula se repitió: el brasileño otra vez se puso en el rol de asistidor y metió el pase al medio para Messi. Sin embargo, a Leo la pelota le quedó atrás y entre tres defensores lograron alejar el peligro.
Tal vez la mejor oportunidad de Messi fue cuando se conectó con Dani Alves, quien mejor lo entiende en el costado izquierdo. El rosarino jugó la pared con el brasileño, que lo dejó mano a mano con el arquero Irureta, quien le achicó bien los espacios y envió el zurdazo del argentino al córner. A los 24 minutos, en tanto, La Pulga eligió la jugada individual y al pisar el área sacó el remate cruzado de zurda, que se fue apenas afuera. La última del primer tiempo fue a los 43, cuando apareció en el punto del penal y cabeceó solitariamente a las manos de Irureta.
¿Qué pasaba con el Eibar? Supo cómo atravesar el temblor y en el final del primer tiempo se animó a ir contra el arco del chileno Bravo. A los 41 minutos, el arquero salió mal y Capa, con el arco solo, mandó la pelota afuera. A los 44 la chance fue de Saúl Berjón, no superó el mano a mano con Bravo, quien esta vez resolvió bien y evitó su primer gol en contra en lo que va del torneo.
En el segundo tiempo, después de tantos intentos fallidos, Messi volvió a elegir uno de los roles que mejor le quedan: el de asistidor. A los 14 minutos, Xavi arrancó una jugada en el medio y abrió para Messi, quien le devolvió la pared con un pase espectacular para que el español marcara al fin el merecido 1-0 de Barcelona en el Camp Nou. La Pulga volvió a buscar su gol a los 21 al sacar un zurdazo en una jugada que parecía perdida y que dio en un rival y se fue afuera.
La ventaja de Barcelona era muy grande pero no se plasmaba del todo en el marcador. Eso fue hasta que a los 26 minutos, Dani Alves buscó esta vez a su compatriota Neymar, quien sacó una espectacular volea con su pierna más hábil para anotar el 2-0. Parecía que en esa tarde él único que se iba a ir de la cancha sin convertir iba a ser Messi. Pero para él había reservado algo mejor que esa asistencia a Xavi. A los 28 minutos, Messi jugó la pared con Neymar, quien le devolvió la pelota con un toque exquisito, y La Pulga sacó su zurdazo cruzado para anotar el gol 250 en su carrera.
En el final del partido, Leo tuvo dos chances más de llegar a su gol 251 e igualar a Zarra. A los 43 minutos, giró con la pelota para sacarse dos defensores de encima y sacó un zurdazo alto al medio que sacó el arquero sin mayores problemas. Ya con tiempo cumplido, a los 47, llegó su última posibilidad, cuando buscó la pelota en posición de centrodelantero tras una pared con Iniesta y sacó un cabezazo sin demasiado potencia a las manos de Irureta. Así, el sábado próximo en Madrid irá por el récord que le falta en el gran clásico del fútbol español.
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