sábado, 12 de octubre de 2013

EN LA ANTESALA MUNDIALISTA


Así se disfruta más. Sufriendo. Con los dientes apretados. Luchando todas las pelotas como si cada una fuera la última. Sí. También lanzando el balón lo más lejos del área y protegiendo la ventaja con todas las armas legales que el fútbol permite. Asimismo, luchando contra un error arbitral que pudo ser clave, cuando se anuló indebidamente la jugada en la que Joao Rojas envió el balón al fondo de la redes. Por todo eso, cuando terminó el partido y Ecuador se impuso a Uruguay 1-0, el grito ensordecedor de jugadores e hinchas fue de alegría, de desahogo, de alivio. Igual, fue el momento preciso para sacarse toda la ira contenida. Toda la presión de unas eliminatorias que han sido duras, pero que están cerca de finalizar en feliz puerto. El instante ideal para festejar con quienes antes criticaron y, cómo no, acordarse de quienes ya no están. Por eso, Antonio Valencia, apenas terminó el partido, se sacó su camiseta y mostró un chaleco que decía 'Chucho', dedicando el triunfo al fallecido Christian Benítez. Portando esa dedicatoria, corrió hacia la zona sur del estadio Olímpico Atahualpa y encabezó una vuelta olímpica con los demás seleccionados. Un giro de clasificación. Matemáticamente aún no está asegurado el pase a Brasil, pero solo depende de 90 minutos de trámite. Ese cupo al Mundial es casi imposible perderlo.Tres puntos y cinco goles de diferencia, con relación a Uruguay, dejan a la Tricolor en la puerta de su tercer mundial. Solo algo demasiado extraño, como una goleada por más de cinco tantos de los uruguayos contra los argentinos, y una derrota en Chile, dejaría a la selección nacional en el repechaje. Los uruguayos prepararon un sistema defensivo capaz de frenar las arremetidas de Antonio Valencia y Jefferson Montero por los costados. Puso una línea de cinco y dos volantes dedicados a la marca en el callejón central. La idea era evitar los desbordes de ellos pegados a la raya y esperarlos con al menos dos defensas cuando intentaran la diagonal. Al principio la fórmula les dio resultado. Sin embargo, Ecuador tenía lista la contra táctica. Reinaldo Rueda envió a la cancha a Enner Valencia. En los papeles sería el acompañante de Felipe Caicedo como delantero. Pero él retrocedió unos metros y empezó a jugar pegado a la banda derecha. Cuando recibió el balón fue desequilibrante, llevando la pelota al fondo y probando con tiros desde fuera del área.Los uruguayos empezaron a enfocarse en Enner Valencia. Se preocuparon por frenarlo hasta con faltas. Aquello influyó directamente en el juego porque al centrarse en Enner, Antonio Valencia pudo lanzarse al callejón central y contar con más campo de acción.Y con espacios, Antonio Valencia es letal. Sus desbordes fueron cada vez más peligrosos. Incluso, tras un desborde suyo se abrió el marcador. A los 30 minutos 'Toño' llegó hasta la raya de fondo y cedió un pase cruzado para que Jefferson Montero se anticipe a los defensas y abra el marcador.Ese gol tranquilizó a Ecuador. En el segundo tiempo, llegar con insistencia al área rival dejó de ser su prioridad. Cambió por tener el esférico y obligar a los uruguayos a correr para tratar de recuperarlo. Ellos no lo hicieron, prefirieron mantenerse en posición defensiva, tenían el oxígeno para hacerlo. Los minutos finales fueron los más sufridos. Pero cuando pasaron, abrieron paso a la fiesta nacional.
TOMADO DE INTERNET: DIARIO EXPRESO

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