La Selección ecuatoriana todavía no tiene su boleto asegurado. Consiguió la victoria en su partido más importante de las Eliminatorias, pero todavía debe esperar a la próxima jornada, el martes a las 18:30, para concretar la clasificación.
Un empate en Chile es suficiente para el pase directo. Incluso, una derrota podría servir, siempre y cuando no sea por goleada para que Uruguay no puedan alcanzar a la Tricolor en el gol diferencia (ver tabla de posiciones).
Aunque la clasificación no está asegurada, la victoria de ayer se celebró como tal. Hasta hubo vuelta olímpica, liderada por Valencia, que, entre lágrimas, quiso dedicar los tres puntos al que fuera su amigo: Christian Benítez. La afición ecuatoriana y los futbolistas celebraron con una efusividad, digna de retrato, un triunfo ante una selección que no había perdido en sus tres últimas visitas, el mejor registro de un equipo sudamericano en Quito.
Ecuador tuvo su peor inicio en el estadio Atahualpa en estas Eliminatorias. A los dirigidos por Reinaldo Rueda les costó entrar en el ritmo del partido. El orden defensivo de los uruguayos, los errores en los pases, el nerviosismo y el césped mojado fueron las principales causas para que la Tri no pudiera desplejar el juego que acostumbra en su fortín.
Las dos primeras oportunidades de gol fueron de los visitantes. Wálter Gargano recibió un balón cerca del área, pero su remate salió por fuera (5'). Luego, Edinson Cavani no alcanzó a empujar la pelota tras un buen centro de Luis Suárez (7').
Fueron minutos de apremio que dejaron en silencio a los aficionados locales, aunque los seleccionados ecuatorianos, poco a poco, recuperaron su nivel.
Los pases mejoraron al igual que la presión a los rivales. La Tri consiguió el control del mediocampo y eso fue fundamental para empezar a atacar.
Nuevamente, los desbordes por los costados fueron la principal carta ofensiva de Ecuador. Antonio Valencia se mostró más activo en ese sentido.
A Jéfferson Montero le marcaron bien y pocas veces pudo recibir un pase sin un defensa a sus espaldas.
Dos jugadas individuales de Énner Valencia pusieron de pie a los aficionados. Primero sacó un fuerte remate que pasó cerca del horizontal (22'). Después desbordó con gran rápidez, eludió a un defensa, pero su centro fue despejado por Diego Lugano (23').
La línea de cinco defensores que planteó el entrenador uruguayo, Óscar Washington Tabárez, complicó los avances de la Tri.
Por los costados tenían a Maximiliano Pereira y Jorge Fucile encargados solo de marcar. No se proyectaban al ataque. En el centro, Diego Godín, Lugano y José Giménez controlaron a Felipao.
Sin embargo, los ataques de los locales se repetían cada vez más. Un descuido de Fucile costó caro a los uruguayos: dejó abandonado el sector derecho de la Tri, por donde Toño Valencia es imparable con espacio. El jugador más rápido del planeta, según un estudio de la FIFA, avanzó casi hasta la última línea y envió un centro para que Montero solo tenga que empujar el balón al fondo de las redes (27').
Todos los suplentes corrieron a abrazar a Toño Valencia, que, de rodillas y desde el piso, alzó sus brazos para festejar el gol.
En las gradas, los miles de aficionados celebraron con gran efusividad. Fueron gritos de desahogo por la tensión que se vivió por la trascendencia del partido. Los siguientes minutos fueron los mejores para la Tricolor. Fue un claro dominio sobre los uruguayos. Felipe Caicedo tuvo dos ocasiones para anotar la segunda. La primera con un remate de zurda que salió desviado (33').
Pero, la segunda fue la más clara: un nuevo centro de Toño terminó en los pies de Felipao, que al ser estorbado por Énner Valencia, no pudo darle fuerza al disparo y el balón terminó en las manos del arquero Fernando Muslera.
Uruguay respondió con una buena pared de Cavani y Christian Rodríguez, que fue despejada por la defensa ecuatoriana. En la última jugada del primer tiempo, Suárez puso en peligro al arquero Alexander Domínguez con un tiro libre por bajo.
Tras el descanso, Ecuador siguió mejor en la cancha. Varios desbordes por la derecha no fueron aprovechados por los delanteros. En este caso por Caicedo que, al estar solo dentro del área, no pudo anticiparse a sus defensas.
La diferencia que ayer tuvo el planteamiento de Rueda fue una en especial: Énner Valencia, el otro atacante del esquema, se ubicó más por el sector derecho como apoyo a Toño Valencia.
Juan Carlos Paredes también transitó por ese lado y dieron más espacio para que el jugador del Manchester United se luciera. Esa fue la clave que marcó la diferencia.
El estratega colombiano priorizó su táctica en dar mayor protagonismo al mejor de la Tricolor y este no le falló. Toño Valencia fue la gran figura ante los uruguayos.
El perjudicado fue Montero ya que los ataques pocas veces se iniciaron por su sector, pero, cuando tuvo el balón, desmostró el desequilibrio que le caracteriza.
En los últimos minutos, la afición fue la protagonista. El "sí se puede" o el "vamos ecuatorianos que esta tarde tenemos que ganar" resonaron con fuerza en el escenario de El Batán, se dio por sentada la clasificación.
Al final, la alegría invadió a los ecuatorianos: gritos, aplausos y abrazos, tanto dentro como fuera de la cancha... Los jugadores festejaron unidos, mientras los espectadores se entusiasmaron por la cercanía de que Ecuador esté en un tercer Mundial. (AL)
Luis Antonio ValenciaEl nuevo líder de la Selección Nacional
Su labor en la cancha no se limita a los desbordes por la banda derecha. Antonio Valencia puso el pase para el gol, defendió, hizo relevos con Juan Carlos Paredes en la defensa, con Enner Valencia en la banda y armó el partido desde la mitad. Jugó la cancha completa, encendió el ánimo de sus compañeros, esa es su nuevo función en el equipo Tricolor. La banda de capitán le sentó muy bien y, al parecer, al rendimiento del equipo de igual manera.
TOMADO DE INTERNET: DIARIO HOY
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