miércoles, 23 de octubre de 2013

INTERNET NOS CAMBIA EL "CHIP" DE LA MEMORIA


En lugar de hacer un esfuerzo por recordar nombres, fechas y hechos, acudimos a Google en busca de una respuesta rápida. Todo parece muy sencillo, pero surge una cuestión: ¿Y si esto nos lleva a perder capacidad de retener información?
Imaginemos una situación muy común: una familia sentada a la mesa habla sobre política, escribe el periódico canadiense 'Le Devoir'. De repente, sale en la conversación un dictador rumano muerto a finales de los 80, de cuyo nombre no se acuerdan. Unos intentan hacer memoria o buscar en los manuales, y otros sacan un smartphone y hacen esta pregunta a Google. Enseguida Wikipedia les muestra respuesta: Nicolae Ceaușescu. Este ejemplo no único e historias parecidas ocurren en todas las partes. Tanto, que ya hay quien temen que la Red y Google puedan afectar a nuestro cerebro pese a que su objetivo sea el de facilitarnos la vida.

Así lo cree el periodista y escritor estadounidense Nicholas Carr, que ya en 2010 publicó en la revista 'The Atlantic' un ensayo titulado "Lo superficial: lo que Internet le está haciendo a nuestros cerebros", en el que constataba que internet afectó a su memoria y a su capacidad de concentrarse. Internet y la abundancia de información nos vuelve menos atentos y reflexivos y más superficiales. No obstante, los especialistas en este ámbito no creen que el uso de internet pueda causar perturbaciones en la memoria, aunque aceptan que sí que modifica la manera de leer, de buscar y, por último, de memorizar la información.
 
En la pasada década la psicóloga estadounidense Betsy Sparrow se propuso calcular el impacto de Internet en la memoria, para lo que llevó a cabo una investigación en la Universidad de Harvard. A cien estudiantes sentados delante del ordenador se les pidió que memorizaran 40 frases del tipo "El ojo de avestruz es más grande que su cerebro" que, al parecer, no debían de haber supuesto ninguna dificultad para ellos. Sin embargo, resultó que en el curso de la investigación los estudiantes sí que tuvieron que esforzarse.

El estudio, publicado en 2011 en la revista 'Science', describe el efecto Google o la tendencia a olvidar la información. Según Betsy Sparrow, los estudiantes no se acordaban de la información en sí misma, sino de cómo y dónde buscarla y encontrarla.

"Sencillamente, es un modo de ahorrar energía", explica Alain Dagher, profesor de neurología en la universidad McGill de Montreal, que se dedica a investigar el impacto de Internet sobre la mente humana y la adicción a la Red. Cuando hacemos la lista de la compra, siempre la apuntamos en una hoja de papel, pero al hacer la compra nos olvidamos de ella, subraya. Y, según él, pasa lo mismo con Internet.

"Eso no quiere decir que utilicemos menos la memoria, sino que simplemente no memorizamos información que está a nuestro alcance a cualquier hora del día".

A Alain Dagher le parecen absurdas las afirmaciones de los que creen que la adicción a Internet conlleva la atrofia de las células cerebrales. Según afirma el profesor, la abundancia de información solo nos beneficia. "Llevo 10 años sin ir a la biblioteca: todos los libros y revistas los puedo encontrar en Internet", comenta. Además, investigaciones de la Universidad de California en Los Ángeles afirman que el uso de Internet estimula el funcionamiento del cerebro de la personas de la tercera edad y contribuye a mejorar su capacidad cognitiva. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario