La sesión solemne organizada por el Cabildo para conmemorar otro aniversario de la independencia de Guayaquil fue el escenario que escogió el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot (PSC-MG), para anunciar que se postulará a la reelección en los comicios del 2014.
Ante los ciudadanos que acudieron a la plaza de la Integración, Nebot dijo
que, aunque había decidido “su retiro”, finalmente no lo hará y aceptará la
postulación a la reelección porque teme que el Gobierno “cambie lo que funciona
por lo que no funciona”, refiriéndose al Puerto de Guayaquil.
Pero recordó que es la última vez que se candidatiza ya que la Constitución así se lo permite.
Aunque miembros del movimiento Alianza PAIS (AP) habían anunciado que el mandatario Rafael Correa presentaría a la actual gobernadora del Guayas, Viviana Bonilla, como aspirante a la Alcaldía de Guayaquil, esto no ocurrió.
El buró provincial decidió tal postulación la semana pasada.
Correa solo mencionó que “serán derrotados por la belleza, el empuje y juventud de la mujer guayaquileña”. En ese momento se proyectó una imagen de él y Bonilla juntos.
Incluso en su discurso, la funcionaria habló de los “sueños” que tiene para la ciudad: “Yo le voy a un Guayaquil de todas y de todos, de comerciantes, de estudiantes, de transportistas (...)”, sostuvo.
‘Nebot a la Alcaldía y el pueblo al poder’
Los gritos de ¡reelección, reelección! se escucharon alrededor del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, desde temprano, cuando acudió a las 08:40 a colocar una ofrenda floral en la Columna de los Próceres, en el parque Centenario.
En ese lugar cumplió su primer acto público por los 193 años de la gesta libertaria de la ciudad. Y sus seguidores aprovecharon para hacer escuchar el pedido de reelección antes y después del evento, anticipando un ambiente electoral. Nebot, al referirse a esos gritos, señaló: “Siempre he sentido el cariño de este pueblo”.
Durante la mañana, el presidente del Partido Social Cristiano (PSC), Pascual del Cioppo, quien se reunió con los dirigentes en un hotel, anticipó que le pedirían al alcalde, durante la sesión solemne, que acepte ir a la reelección.
Vestido con un terno beige y una corbata celeste y blanco, similar a la que lució durante la mañana, Nebot acudió a las 17:00 a la Plaza de la Integración para dirigir la sesión.
Allí se congregaron líderes barriales, delegados de comités cívicos, políticos y personalidades de la ciudad. En la mesa directiva lo acompañaron concejales, el arzobispo de Guayaquil y otros.
Antes del discurso, el Concejo entregó preseas a la educadora María Baquerizo, al médico Teófilo Lama, al comunicador y empresario Mario Canessa y al periodista Vito Muñoz.
En su intervención, Nebot comenzó haciendo énfasis en la libertad de Guayaquil, en las 271 nuevas obras del Cabildo, como el paso elevado de la avenida Casuarina, la pavimentación, el avance del alcantarillado...
Y cuestionó los planes del Gobierno por pretender sustituir el modelo de la ciudad, y sus proyectos en el puerto. Dijo que por la ideología del Gobierno solo dejan tres posibilidades: el totalitarismo de Cuba y de Venezuela, y el modelo de ciertos alcaldes locales controlados por el Gobierno con más impuestos.
A los 25 minutos de su alocución, Nebot aseguró que al final de su tercer periodo esperaba del Gobierno grandeza, mesura, civismo, seriedad y respeto hacia la ciudad, pero demostró lo contario.
Señaló que el Gobierno quiere poner “en grave peligro” lo que ha logrado la ciudad. “El Gobierno quiere en Guayaquil cambiar lo que sabemos que funciona por lo que sabemos que no funciona. Convertir el éxito en fracaso”, señaló Nebot tras preguntar al público si querían eso.
Aquel fue el preámbulo para anunciar su candidatura a la reelección. “Si ustedes así lo quieren, estoy dispuesto a aceptar candidatizarme para alcalde de Guayaquil… Vamos, pues, juntos, ¡Nebot a la Alcaldía y el pueblo al poder!”. Y justificó su decisión para mantener “nuestra independencia y libertad”.
Nebot mencionó que hay nuevos sueños y desafíos para “que en Guayaquil todos comamos pan, y nadie nunca coma mierda, ni aun los aficionados a ello”. Así aludió a una frase del grupo Quilapayún que usó días atrás la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, quien citó que “los pobres coman pan y los ricos mierda”.
Al final, Nebot bosquejó su visión para los siguientes años, dentro de lo que denominó un “super Guayaquil”, que tenga el aeropuerto del Daular, la ampliación de la Metrovía, el aerobús, macrovías, internet gratis. “Para hacer realidad estos sueños no vamos a perjudicarlos cargándolos de más impuestos, es más, el año próximo, no solo que no vamos a subir los impuestos prediales, sino que, por primera vez en la historia, los vamos a bajar”.
La identidad de la carta que el oficialismo lanzará para la Alcaldía de Guayaquil en los próximos comicios se mantiene en reserva, pero será una mujer joven.
El presidente Rafael Correa ratificó ayer, durante la sesión popular por la independencia de la ciudad, que este es el perfil que Alianza PAIS (AP) buscará para desplazar a Jaime Nebot del sillón de Olmedo.
Pero no anunció un nombre, como tampoco lo hizo el pasado 25 de julio, en las fiestas del proceso fundacional, cuando argumentó que el puerto necesitaba un cambio generacional.
Correa afirmó ayer que “las oligarquías” que han administrado a la ciudad serán vencidas en las urnas por un “rostro de mujer”.
Refirió que será alguien joven y bella, y con esa descripción cerró un discurso de 45 minutos que estuvo cargado de críticas a la gestión municipal.
Durante la semana, varios militantes de AP habían dejado entrever que el mandatario anunciaría la postulación de la gobernadora Viviana Bonilla para la Alcaldía, pues ya contaría con el respaldo del buró nacional.
Incluso, ayer se observó que algunos asistentes a la sesión organizada por el régimen vestían camisetas con el mensaje: “Yo le voy a Viviana”.
Correa retomó ciertas ideas del discurso de su delegada en Guayas, como el tipo de ciudad con la que ambos soñaban.
Así, por ejemplo, dijo que compartía su “sueño” de que Guayaquil sea incluyente con todos sus habitantes, posea más áreas verdes y mida su progreso en términos de “la calidad humana y no por la cantidad de adoquines y cemento”.
“Estamos rescatando a Guayaquil, pero necesitamos el apoyo de la administración local”, enfatizó el jefe de Estado, al dirigir su discurso al público congregado en el estadio Alberto Spencer, en el norte, donde fue el acto.
El mandatario afirmó que su gobierno no ha podido trabajar con la actual administración municipal, como sí lo hace con otras alcaldías, por la “tozudez” que aquí encuentra.
Correa reiteró que Guayaquil era una de las ciudades con más inequidades sociales en el país, debido a “la dominación oligárquica que ha sufrido Guayaquil”, dijo en alusión a los 20 años de administración socialcristiana.
Pero recordó que es la última vez que se candidatiza ya que la Constitución así se lo permite.
Aunque miembros del movimiento Alianza PAIS (AP) habían anunciado que el mandatario Rafael Correa presentaría a la actual gobernadora del Guayas, Viviana Bonilla, como aspirante a la Alcaldía de Guayaquil, esto no ocurrió.
El buró provincial decidió tal postulación la semana pasada.
Correa solo mencionó que “serán derrotados por la belleza, el empuje y juventud de la mujer guayaquileña”. En ese momento se proyectó una imagen de él y Bonilla juntos.
Incluso en su discurso, la funcionaria habló de los “sueños” que tiene para la ciudad: “Yo le voy a un Guayaquil de todas y de todos, de comerciantes, de estudiantes, de transportistas (...)”, sostuvo.
‘Nebot a la Alcaldía y el pueblo al poder’
Los gritos de ¡reelección, reelección! se escucharon alrededor del alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, desde temprano, cuando acudió a las 08:40 a colocar una ofrenda floral en la Columna de los Próceres, en el parque Centenario.
En ese lugar cumplió su primer acto público por los 193 años de la gesta libertaria de la ciudad. Y sus seguidores aprovecharon para hacer escuchar el pedido de reelección antes y después del evento, anticipando un ambiente electoral. Nebot, al referirse a esos gritos, señaló: “Siempre he sentido el cariño de este pueblo”.
Durante la mañana, el presidente del Partido Social Cristiano (PSC), Pascual del Cioppo, quien se reunió con los dirigentes en un hotel, anticipó que le pedirían al alcalde, durante la sesión solemne, que acepte ir a la reelección.
Vestido con un terno beige y una corbata celeste y blanco, similar a la que lució durante la mañana, Nebot acudió a las 17:00 a la Plaza de la Integración para dirigir la sesión.
Allí se congregaron líderes barriales, delegados de comités cívicos, políticos y personalidades de la ciudad. En la mesa directiva lo acompañaron concejales, el arzobispo de Guayaquil y otros.
Antes del discurso, el Concejo entregó preseas a la educadora María Baquerizo, al médico Teófilo Lama, al comunicador y empresario Mario Canessa y al periodista Vito Muñoz.
En su intervención, Nebot comenzó haciendo énfasis en la libertad de Guayaquil, en las 271 nuevas obras del Cabildo, como el paso elevado de la avenida Casuarina, la pavimentación, el avance del alcantarillado...
Y cuestionó los planes del Gobierno por pretender sustituir el modelo de la ciudad, y sus proyectos en el puerto. Dijo que por la ideología del Gobierno solo dejan tres posibilidades: el totalitarismo de Cuba y de Venezuela, y el modelo de ciertos alcaldes locales controlados por el Gobierno con más impuestos.
A los 25 minutos de su alocución, Nebot aseguró que al final de su tercer periodo esperaba del Gobierno grandeza, mesura, civismo, seriedad y respeto hacia la ciudad, pero demostró lo contario.
Señaló que el Gobierno quiere poner “en grave peligro” lo que ha logrado la ciudad. “El Gobierno quiere en Guayaquil cambiar lo que sabemos que funciona por lo que sabemos que no funciona. Convertir el éxito en fracaso”, señaló Nebot tras preguntar al público si querían eso.
Aquel fue el preámbulo para anunciar su candidatura a la reelección. “Si ustedes así lo quieren, estoy dispuesto a aceptar candidatizarme para alcalde de Guayaquil… Vamos, pues, juntos, ¡Nebot a la Alcaldía y el pueblo al poder!”. Y justificó su decisión para mantener “nuestra independencia y libertad”.
Nebot mencionó que hay nuevos sueños y desafíos para “que en Guayaquil todos comamos pan, y nadie nunca coma mierda, ni aun los aficionados a ello”. Así aludió a una frase del grupo Quilapayún que usó días atrás la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, quien citó que “los pobres coman pan y los ricos mierda”.
Al final, Nebot bosquejó su visión para los siguientes años, dentro de lo que denominó un “super Guayaquil”, que tenga el aeropuerto del Daular, la ampliación de la Metrovía, el aerobús, macrovías, internet gratis. “Para hacer realidad estos sueños no vamos a perjudicarlos cargándolos de más impuestos, es más, el año próximo, no solo que no vamos a subir los impuestos prediales, sino que, por primera vez en la historia, los vamos a bajar”.
La situación ha cambiado para mal y yo tengo que cambiar mi decisión (de no postularse) para bien, de ustedes y de la ciudad, porque Guayaquil es mi destino y tengo que entregárselo todo”.‘La Perla necesita un baño de juventud’
Jaime Nebot, alcalde
La identidad de la carta que el oficialismo lanzará para la Alcaldía de Guayaquil en los próximos comicios se mantiene en reserva, pero será una mujer joven.
El presidente Rafael Correa ratificó ayer, durante la sesión popular por la independencia de la ciudad, que este es el perfil que Alianza PAIS (AP) buscará para desplazar a Jaime Nebot del sillón de Olmedo.
Pero no anunció un nombre, como tampoco lo hizo el pasado 25 de julio, en las fiestas del proceso fundacional, cuando argumentó que el puerto necesitaba un cambio generacional.
Correa afirmó ayer que “las oligarquías” que han administrado a la ciudad serán vencidas en las urnas por un “rostro de mujer”.
Refirió que será alguien joven y bella, y con esa descripción cerró un discurso de 45 minutos que estuvo cargado de críticas a la gestión municipal.
Durante la semana, varios militantes de AP habían dejado entrever que el mandatario anunciaría la postulación de la gobernadora Viviana Bonilla para la Alcaldía, pues ya contaría con el respaldo del buró nacional.
Incluso, ayer se observó que algunos asistentes a la sesión organizada por el régimen vestían camisetas con el mensaje: “Yo le voy a Viviana”.
Correa retomó ciertas ideas del discurso de su delegada en Guayas, como el tipo de ciudad con la que ambos soñaban.
Así, por ejemplo, dijo que compartía su “sueño” de que Guayaquil sea incluyente con todos sus habitantes, posea más áreas verdes y mida su progreso en términos de “la calidad humana y no por la cantidad de adoquines y cemento”.
“Estamos rescatando a Guayaquil, pero necesitamos el apoyo de la administración local”, enfatizó el jefe de Estado, al dirigir su discurso al público congregado en el estadio Alberto Spencer, en el norte, donde fue el acto.
El mandatario afirmó que su gobierno no ha podido trabajar con la actual administración municipal, como sí lo hace con otras alcaldías, por la “tozudez” que aquí encuentra.
Correa reiteró que Guayaquil era una de las ciudades con más inequidades sociales en el país, debido a “la dominación oligárquica que ha sufrido Guayaquil”, dijo en alusión a los 20 años de administración socialcristiana.
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