Los 77 años del papa Francisco llegarán el próximo martes, pero los chicos del dispensario pediátrico le dieron ayer una sorpresa al pontífice argentino cantándole el “feliz cumpleaños” y regalándole una torta con la edad que tendrá esta semana. “Después les digo si está rica”, les dijo sonriente Jorge Bergoglio, luego de soplar las velas plantadas sobre el pastel con los colores blanco y amarillo del Vaticano.
Fue una sorpresa porque el Papa se distrajo mirando cómo los chicos formaban la palabra “auguri” y una gigantografía de su rostro sonriente con cartones de colores, ingresó al escenario una torta de cumpleaños sobre un carrito que empujaban los chicos. Les pidió que lo rodearan y todos juntos soplaron hasta apagar las velas.
Los nenes alojados en esa casa de ayuda para las familias sin recursos económicos para afrontar los problemas de salud de sus hijos, le regalaron una cerámica de la Sagrada Familia y un pulóver blanco. Aunque si de regalos anticipados se trata, Francisco esperará esta tarde (las diez de la noche en su residencia vaticana) que San Lorenzo de Almagro, el club de sus amores, se consagre campeón en la cancha de Vélez.
El Papa nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires y el día de Navidad de ese mismo año fue bautizado en la Iglesia María Auxiliadora, sobre la calle Yrigoyen, del barrio de Almagro. Cerca de allí, en la capilla San Antonio, el cura Lorenzo Maza fundó el club San Lorenzo de Almagro.
El Papa visitó en la mañana de este sábado el dispensario pediátrico de Santa Marta en el Vaticano. Después, en el Aula Pablo VI lo esperaban unas 800 personas entre los niños, sus familias y los voluntarios. La hermana Antonietta Collacchi, de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que maneja el hogar le dijo al pontífice: "Lo recibimos con alegría y sencillez, con el corazón lleno de gratitud por esta visita que es para nosotros un verdadero regalo para todos, sobre todo para nuestros niños". La religiosa mencionó “el trabajo voluntario de los médicos -pediatras, ginecólogos, ecografistas, dermatólogos, dentistas- y de tantos trabajadores que ofrecen su tiempo, pasión y ternura". “Bendiga a nuestra familia poliédrica, que lleva los colores del mundo y a menudo los signos de las dificultades y de las contradicciones de la sociedad contemporánea”, pidió la hermana Antonietta.
Una de las mamás, Elisabetta habló luego para agradecer al Papa “porque nos sorprende y regala siempre momentos de ternura y alegría: tu sonrisa es tan sorprendente que llega al corazón de todos, dándonos muchísima paz. Sabemos cuanto amor tienes por los niños, especialmente los más necesitados. Nuestros hijos reciben hoy el regalo más bonito de Navidad que podrían imagina: tu sonrisa, tu caricia, tu abrazo”.
Francisco sopló y apagó las velas ante la risa divertida de los chicos y les agradeció la torta. “Es hermosa, después les digo si estaba rica; muchas gracias”, comentó con una sonrisa.
El dispensario solidario de Santa Marta fue inaugurado hace más de 90 años, el 8 de mayo de 1922 por el papa Pío XI, atendido por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Ofrece asistencia médica, apoyo psicológico y cubre las necesidades básicas de leche, pañales, cochecitos para bebés, comida, remedios, ropa y juguetes, con atención médica para las mamás.
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