A LABOR DE 31 ONG DE EE.UU., BAJO LA LUPA

 El Estado ecuatoriano hace seguimiento a los proyectos de cooperación estadounidense. La mayoría de las organizaciones tiene convenios básicos de funcionamiento con el Gobierno. 15 de estas entidades operan en iniciativas realizadas en la Amazonía y están próximas a salir del país como Usaid.

Redacción Política

Quince de 31 organizaciones no gubernamentales (ONG) de EE.UU. que operan en varios proyectos de cooperación en el país, de manera especial en la Amazonía, concluirán sus convenios en los siguientes meses. El trabajo es seguido ‘con lupa’ según señala la titular de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacionl (Seteci).

Tras concluir sus convenios, es posible que se vayan del país, al igual que representaciones institucionales del Gobierno de Washington, como la Oficina de Cooperación en Seguridad (SCO), la Agencia de Cooperación en la Lucha Antinarcóticos (INL); y, en septiembre próximo, la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (Usaid).

Esas 31 ONG estadounidenses se mueven este 2014 con un presupuesto de $ 56’258.459, de cuyo monto, 10 son las que mayor porcentaje acaparan (ver gráfico).

Por su parte, 2 ONG tienen convenio vigente hasta 2015, 4 hasta 2016 y 9 hasta 2017, tras lo cual, necesaria y obligatoriamente, deberán solicitar la renovación de convenios de cooperación, inscribirlos,  explicar en dónde lo ejecutarán, con cuánto de presupuesto, entre otros requisitos.

La titular de la Seteci, Gabriela Rosero, indicó que justamente lo referente a las negociaciones en materia de cooperación que están pendientes a nivel de representación institucional del Gobierno de EE.UU. esperan abordarlo en la próxima visita que hará al país Roberta Jacobson, secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado.

Aquel y otros temas de interés bilateral esperan abordarlos en la posterior visita que hará a Ecuador el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

“Usaid se va porque EE.UU. no comprendió que Ecuador tiene nuevas prioridades para la cooperación. Por su parte, 31 ONG de ese país han formado convenios básicos de funcionamiento con el Gobierno ecuatoriano, muchas de las cuales han sido históricamente agencias implementadoras de la cooperación de Usaid”, destacó Rosero.

Estimó que por la riqueza de biodiversidad y de recursos naturales que tienen Ecuador, Colombia, Brasil y Perú, por la parte amazónica, seguimos siendo se interés, no solo  para EE.UU, sino para muchos países europeos, y por ello siguen trabajando esta línea de cooperación.

Expresó que alrededor de eso se está gestando todo lo que es los mercados ambientales.
Probablemente, con la salida de la Usaid, esta es una línea que no dejará de ser de interés para el Gobierno de EE.UU., de seguirla trabajando con proyectos binacionales o regionales. Eso -a decir de Rosero-, “tiene que ser visto con mucha lupa, porque de la experiencia que hemos tenido y el análisis que hemos hecho en territorio de lo que ha sido, por ejemplo, la estrategia de manejo integrado de territorios indígenas, allí son 2 temas: ambiental e indígena, lo cual nos lleva a que se compren y se conserven territorios con una promesa futura de mercados ambientales”.

La alerta es porque la Seteci identificó, a través de las ONG ambientalistas internacionales y locales, que la relación que tienen con los territorios indígenas de apoyarles para hacer alguna infraestructura y para ciertas reuniones participativas, se generaron varios acuerdos con los cuales literalmente estas organizaciones otorgaban a empresas privadas derechos exclusivos en los territorios indígenas de la Amazonía.

Para Rosero, algunas ONG de EE.UU. y ciertos dirigentes tendrían como objetivo buscar un fin comercial a los elementos de biodiversidad del país.

A pesar de que ya no esté la Usaid, la Seteci cree que van a seguir dándose recursos a través de ONG ambientales y de programas regionales, frente a lo cual el Estado establecerá una estrategia de seguimiento.

“Estos son temas igual de sensibles que los políticos, porque aquí estamos hablando también de incidencia en territorios indígenas y de organización”, señaló Rosero.