La
presidenta argentina, Cristina Fernández, dio ayer una cálida recepción
en Buenos Aires a la selección de fútbol tras perder la final del
Mundial ante Alemania, en medio de una fervorosa multitud que alentó al
equipo a su arribo al país.
Kirchner dijo que no miró “ningún partido, tampoco el de ayer (domingo)”, aunque no aclaró si fue así por una cuestión de cábala como especuló la prensa en los últimos días para explicar su ausencia en la ceremonia de clausura en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
“Ayer (el pasado domingo) sentí un inmenso orgullo por cómo se defendieron los colores de Argentina”, dijo la presidenta al recibir al seleccionado en el predio de la Asociación de Fútbol Argentino donde bromeó con varios jugadores.
Sergio Romero, Ezequiel Lavezzi, Gonzalo Higuaín y Ángel Di María fueron los objetivos de sus bromas e ironías al recordar las críticas que recibió el equipo de Alejandro Sabella antes de empezar el Mundial.
“Vení Romero (...) ¡Y le criticaban porque era suplente! Mirá el suplente”, dijo sobre el arquero argentino, clave en el devenir de los suyos con dos paradas en la tanda de penales por semifinales ante Holanda.
Los 23 hombres que representaron a la albiceleste en el Mundial llegaron al aeropuerto de Ezeiza en un avión de Aerolíneas Argentinas con gráficos de sus máximas figuras –Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Sergio Kun Agüero–.
Los rostros de frustración de los cabizbajos jugadores desentonaron con la alegría callejera que les gritaba “¡Gracias!”; “Nos llenaron de orgullo”.
Luego, con Kirchner, los futbolistas se mostraron más contentos, y algunos –forzados por la mandataria– tomaron el micrófono para agradecer el apoyo del país aunque lamentaron no haber ganado la Copa.
“Entregaron todo, dejaron la piel en cada jugada”, dijo el seleccionador Sabella.
En el aeropuerto y en el predio de la AFA miles de personas se apiñaron para ver a sus héroes en alguno de los tres buses en los que eran trasladados.
Y aunque en la tarde los aficionados esperaban saludar a sus héroes en el monumento del Obelisco, ubicado en el centro capitalino, el acto masivo fue cancelado para evitar caotizar las calles bonaerenses.
Kirchner dijo que no miró “ningún partido, tampoco el de ayer (domingo)”, aunque no aclaró si fue así por una cuestión de cábala como especuló la prensa en los últimos días para explicar su ausencia en la ceremonia de clausura en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
“Ayer (el pasado domingo) sentí un inmenso orgullo por cómo se defendieron los colores de Argentina”, dijo la presidenta al recibir al seleccionado en el predio de la Asociación de Fútbol Argentino donde bromeó con varios jugadores.
Sergio Romero, Ezequiel Lavezzi, Gonzalo Higuaín y Ángel Di María fueron los objetivos de sus bromas e ironías al recordar las críticas que recibió el equipo de Alejandro Sabella antes de empezar el Mundial.
“Vení Romero (...) ¡Y le criticaban porque era suplente! Mirá el suplente”, dijo sobre el arquero argentino, clave en el devenir de los suyos con dos paradas en la tanda de penales por semifinales ante Holanda.
Los 23 hombres que representaron a la albiceleste en el Mundial llegaron al aeropuerto de Ezeiza en un avión de Aerolíneas Argentinas con gráficos de sus máximas figuras –Lionel Messi, Gonzalo Higuaín y Sergio Kun Agüero–.
Los rostros de frustración de los cabizbajos jugadores desentonaron con la alegría callejera que les gritaba “¡Gracias!”; “Nos llenaron de orgullo”.
Luego, con Kirchner, los futbolistas se mostraron más contentos, y algunos –forzados por la mandataria– tomaron el micrófono para agradecer el apoyo del país aunque lamentaron no haber ganado la Copa.
“Entregaron todo, dejaron la piel en cada jugada”, dijo el seleccionador Sabella.
En el aeropuerto y en el predio de la AFA miles de personas se apiñaron para ver a sus héroes en alguno de los tres buses en los que eran trasladados.
Y aunque en la tarde los aficionados esperaban saludar a sus héroes en el monumento del Obelisco, ubicado en el centro capitalino, el acto masivo fue cancelado para evitar caotizar las calles bonaerenses.
Le taparon la boca a muchos que no creían en ustedes. Demostraron que con garra y pasión adentro de la cancha se triunfa.
Cristina Fernández
Presidenta
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