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Así transcurre el día o tarde de los más de 60.000 estudiantes de la Universidad de Guayaquil, desde que hace 2 meses tienen la Plaza de Integración y Bienestar Estudiantil en el centro del campus.
“Antes tenía que sentarme en el piso para hacer mis ejercicios. Este espacio es más cómodo para nosotros”, dice Luis. En eso coincide Michelle Jácome, de la Carrera de Obstetricia. La falta de un espacio -dice- los llevaba a improvisar las escaleras como asientos. “Ya no tenemos que ir hasta el malecón del Salado a buscar mesas, porque aquí las tenemos”, indica Michelle.
La Plaza de Integración fue uno de los ofrecimientos de la Comisión Interventora del Consejo de Educación Superior (CES), cuando asumió el manejo de la Estatal el año pasado. Al margen de los cambios administrativos o académicos, hay algo en lo que coinciden los jóvenes de las 18 facultades: el espacio modificó la forma de hacer vida universitaria.
Hoy está previsto que se suban al portal de compras públicas el proceso de reconstrucción de 444 aulas y baños. La adjudicación de la empresa ganadora tomará de 14 o 15 días. Una vez adjudicado la construcción durará 7 meses. El proyecto tiene un presupuesto de más de $ 8 millones.
En una primera etapa se reestructurarán las 7 facultades más grandes: Medicina, Administración, Jurisprudencia, Filosofía, Educación Física, Odontología y Psicología. “El problema de la Universidad nunca fue económico sino de gestión, por los presupuestos no ejecutados”, agrega Kalil.
Causales resueltos
Enrique Santos, presidente de la Comisión de Seguimiento de Plan de Excelencia CES, aclara que la infraestructura no formaba parte de los temas a mejorar con la intervención. “Hemos resuelto el 90% de las causales por las que fue intervenida la universidad”, asegura. Cita la eliminación de la tercerización de los postgrados, la regularización del funcionamiento de los organismos de cogobierno y las devoluciones de dinero por concepto de violación del principio de gratuidad. Desde que intervinieron la universidad, asegura que más de $ 3 millones han sido devueltos, lo que representa el 80% de las solicitudes.
Por otra parte, Kalil agrega que la Comisión asumió la creación de reglamentos: “Cuando llegamos no habían procedimientos establecidos, y si habían leyes, no eran correspondientes a las actuales o simplemente eran letra muerta”. Actualmente se redactan los nuevos estatutos de la universidad.
Para Sybil Reyes Sarria, miembro jurídico de la Comisión, esa carencia de estatus caotiza la situación jurídica de un centro superior.
Lo académico tiene otro rostro
A nivel académico, hoy los docentes con Ph.D en la U. de Guayaquil pasaron de 6 a 49. Además la plantilla de profesores a tiempo completo creció de 108 a 1.000.
Lobelia Cisneros, interventora académica, explica que se han creado 13 especialidades en anatomía, cirugía plástica, dermatología, ginecología, y pediatría. Están por aprobarse 23 más. Otro punto importante es la aprobación del proyecto de reglamento de evaluación estudiantil, que permitirá validar los conocimientos y generará transparencia en el asentamiento de las calificaciones. En cuanto a las becas a docentes se convocará en agosto un nuevo concurso de méritos y oposición. Hay 87 cupos para Medicina y 22 para enfermería.
En el ámbito de seguridad se implementó el programa ‘Vigilante Seguro’ de la Policía Nacional.
Reglamento de gratuidad
Para Santos, el reciente reglamento de gratuidad aprobado por el CES es otra herramienta útil para la Universidad de Guayaquil. “Vamos a usarla para cancelar la devolución de fondos del 20% de solicitudes que quedaron pendientes”. En la norma se establece que el alumno pierde la gratuidad de 2 formas: la pérdida parcial ocurre cuando no hay una matrícula en el 60% de asignaturas durante el año o semestre de estudios.
La pérdida definitiva es cuando el estudiante regular reprueba el 30% o más de las horas correspondientes a las asignaturas, cursos o equivalentes en el plan de la carrera
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