miércoles, 24 de julio de 2013

LOS GUARDAESPALDAS DEL PAPA SUFREN CON FRANCISCO Y SU PRESENCIA CON EL PUEBLO



El papa Francisco aterrizó el lunes 22 de julio a Brasil en su primera visita como Sumo Pontífice a Latinoamérica y puso a sudar frío a sus guardaespaldas. El Papa dejó de lado las medidas de seguridad usadas por sus antecesores. No usó el papamóvil blindado y desvió al vehículo (Fiat) de la ruta oficial. Atrapado en el tráfico, los guardaespaldas cubrían al Papa de una serie de objetos que le lanzaban los feligreses: regalos, flores, estampitas, etc. También pidió que se detenga el vehículo para saludar a la gente, lo cual generó un caos. Fueron dos ocasiones en que el Papa se detuvo para besar en la cabeza y bendecir a niños en Brasil y el contingente de seguridad corría para tomar en sus brazos a los bebés y acercarlos al Papa, mientras otros guardaespaldas trataban de contener a la masa que trataba de acercarse al Pontífice. El miércoles 24 de julio, en la ciudad de Aparecida, la tónica se repitió y Jorge Bergoglio pidió detener el vehículo en plena lluvia para besar a cuatro niños durante su recorrido al santuario de la patrona de Brasil. Lo cierto es que desde los primeros días de su pontificado, Bergoglio no ha acatado las medidas de seguridad, desconcertando en más de una ocasión a los hombres de negro que siempre lo acompañan.

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