miércoles, 12 de marzo de 2014

EL CELULAR Y LA TABLETA PUEDEN SER ALIADOS DE LOS MAESTROS


En la clase de 'Lucy' no está prohibido usar celulares, tabletas, iPads, calculadoras gráficas y computadoras… Lucía Castro, maestra del Colegio William Shakespeare, en Tumbaco, cree que es un error no aprovechar esos recursos. Llega al aula de matemáticas con su portátil. Dobla en edad a sus alumnos de tercero de bachillerato. Sabe que su materia no es la más popular entre los chicos, pero no necesita impedirles acceder a redes sociales. Están enchufados en el Geogebra.
Se trata de un software interactivo que se descarga de modo gratuito y permite trabajar las materias de geometría, álgebra y cálculo. Ella no nació con la tecnología como sus estudiantes, pero en una corta entrevista dice que los maestros deben crecer con ella.
Les pide ingresar en una función, que apunta en el pizarrón. La escribe a un lado e incluso sobre la pantalla de su computador que se proyecta en ella. Les pregunta qué gráfico obtuvieron en el monitor. "Línea recta", contestan. Lo hacen casi todos al mismo tiempo.
"Quiero analizar esa tangente", prosigue 'Lucy', como la llaman. Y les da más indicaciones para que coloquen colores en su gráfico, resuelvan ejercicios… Soledad Uribe, de 18 años, casi siempre es la primera en responder a la maestra.
Sigue cada paso en su tableta. "A nadie le gusta la matemática. Pero es una oportunidad increíble aprender a resolver un ejercicio manualmente y además de modo digital. Así la materia se vuelve más dinámica". Son parte de un Advanced Program, siguen una clase de cálculo para sumar créditos ­para las universidades. Y el sistema les ayuda.
Para el francés Michel Serres, Sol Uribe sería parte de la generación que bautizó como Pulgarcita en su libro. Esto en alusión a la facilidad con la que los mensajes de texto brotan de sus pulgares. Los jóvenes usan 'smartphones' y viven de modo muy distinto a lo que pasaron sus padres y sus maestros.
No se comunican de la misma manera, no perciben el mismo mundo. Esos son sus planteamientos principales.
Serres es filósofo, historiador, profesor de Stanford. Habla de tres revoluciones: la primera, el paso de lo oral a lo escrito; la segunda, la aparición de la imprenta. Y ahora una tercera, guiada por el auge de las nuevas tecnologías en el mundo.
Él tiene sus seguidores en Ecuador. Uno es Germán Maldonado, coordinador del Área de Filosofía de la Universidad San Francisco de Quito.
Para él, prohibir el uso de celulares a un adolescente es pensar en otra generación, en personas de 30 años, para quienes estos aparatos son distracciones. ¿Por qué? El profesor dice que los equipos tecnológicos son la vida misma de ellos, pasan más tiempo conectados que lo que hablan con un ser humano real, pueden estar horas en el chat y tal vez no dirijan una sola palabra a alguien.
Maldonado no solo toma exámenes a libro abierto sino que les permite usar la computadora. No son pruebas objetivas, para evitar el 'copy-paste', sino de razonamiento.
"Los nuevos adolescentes son seres absolutamente virtuales, digitales, conectados a las redes sociales, metidos en un sistema en donde la información llega a gran velocidad".
Estas opiniones las dio antes de que el miércoles pasado, el ministro de Educación, Augusto Espinosa, anunciara que desde el próximo año lectivo en la Costa ya no estará prohibido llevar celulares a los establecimientos educativos.
En Ecuador, según el INEC, el grupo que más usa Internet tiene entre 16 y 24 años, corresponde al 59% de la población.
El 57% de jóvenes de 10 a 18 años tiene un celular propio, según el estudio 'La generación interactiva en Ecuador', del Ministerio de Telecomunicaciones (Mintel). Este ente dice que en el país el 53% de profesores no utiliza Internet para explicar una materia.
Para Maldonado, los maestros deben actualizarse, pero más que nada comprender qué tipo de personas tienen en frente, su razonamiento, las herramientas conceptuales que manejan. Al hablar sobre la diferencia entre profesor y alumno, apunta que son "como un ábaco y una iPad".
"Necesitamos manejar tecnología, comprender Face­book, Twitter e Instagram, redes sociales donde los alumnos ahora forman su identidad como seres humanos. No solo aprender a usarlas".
Patricio Cumbicus es profesor del Liceo Campoverde, ubicado en la zona de Tanda, vía a Nayón. Tiene 46 años. Admite que muchos de sus colegas apenas terminan de capacitarse para utilizar Word, Excel, programas básicos. Les cuesta mucho adaptarse a las pizarras electrónicas, al Power Point. Él aprovecha Internet, le gusta la informática. Y sus alumnos se conectan más al usar la tecnología y también Geogebra, para aprender sobre el plano cartesiano, a ubicar coordenadas, hacer cálculos… Además, siempre idea la manera de no enseñar de la forma tradicional. Así, les propuso a los alumnos averiguar cuántos cursos de su colegio se requerían para alcanzar el peso de una ballena, debían transformar el peso de libras a kilos, hacer operaciones.
No se dieron cuenta, pero hicieron unos 300 ejercicios. "Si les hubiera pedido que hicieran 10, se habrían quejado", dice y recuerda que resolvieron que se necesitan unos 20 Liceos Campoverde para tener el peso de una ballena. Aprendieron sobre las toneladas incluso.
Maldonado asegura que los profesores deben 'resetearse'. Ellos aprendieron de una forma tradicional, con un docente que tenía todos los conocimientos, para transportarlos era necesario usar la memoria. Ahora un adolescente con un 'smartphone' busca en Google lo que requiere y en minutos tiene la información.
No olvide
  • Hasta mayo del 2015, todos los ­docentes fiscales recibirán una 'laptop' y un módem para acceder a Internet. Además cursos de capacitación para manejo de las TIC.
  • Un programa con 120 horas de inducción a cargo de la Multiversidad Édgar Morín, con sede en México, tendrá el Magisterio. En principio serán 3 000 profesores.
  • Zigmunt Bauman es un filósofo y sociólogo de Polonia que acuñó el término de "modernidad líquida".

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