Una ola de tristeza cubrió como un manto a las
muchedumbres de argentinos que sufrieron ante las pantallas gigantes en
las plazas del país, pero muchos cantaron el orgullo de una selección
que dejó el alma pese a la derrota ante Alemania 1-0 en la final del
Mundial.
"Gracias, gracias, por hacernos soñar", gritaban jóvenes en los
alrededores del céntrico Obelisco de Buenos Aires, clásico epicentro de
festejos donde una multitud miró por televisión el encuentro en el
Maracaná de Río de Janeiro, constató un periodista de AFP.
Al contrario de lo que pudiese imaginarse de una derrota en una final
de Copa del Mundo, los hinchas aplaudieron al terminar el partido y
muchos lloraban.
En Plaza San Martín, por donde circularon más de 50.000 personas, había muchas caras largas que decía que "esto es un golpe".
"Nos faltó suerte, pero dejaron todo y ahora somos subcampeones", Analía Cigluiti, 31 años, arquitecta en Plaza San Martin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario