martes, 4 de febrero de 2014
EL PAPA CRITICA "EL PODER, EL LUJO Y EL DINERO" E INVITA A LOS CATÓLICOS A VIVIR EN SOBRIEDAD
El papa Francisco ha vuelto a arremeter contra el "el poder, el lujo y el dinero que se convierten en ídolos" y que impiden la "distribución justa de las riquezas" e invita a los católicos a la sobriedad y a compartir. Este es el mensaje del papa argentino para la Cuaresma, el periodo anterior a la Semana Santa, presentado por el Vaticano y cuyo tema principal es la pobreza material y espiritual. Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas "Cuando el poder, el lujo y el dinero se convierten en ídolos, se anteponen a la exigencia de una distribución justa de las riquezas. De esta forma, es necesario que las conciencias se conviertan a la justicia, a la igualdad, a la sobriedad y al compartir". Francisco expresó su preocupación por la que llamó miseria moral, y que "consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado". "¡Cuántas familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros —a menudo joven— tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la pornografía!". El Papa también denunció que tantas personas "se ven obligadas a vivir esta miseria por condiciones sociales injustas, por falta de un trabajo, lo cual les priva de la dignidad que da llevar el pan a casa, por falta de igualdad respecto a los derechos a la educación y la salud". "En estos casos la miseria moral bien podría llamarse casi suicidio incipiente. Esta forma de miseria, que también es causa de ruina económica, siempre va unida a la miseria espiritual, que nos golpea cuando nos alejamos de Dios y rechazamos su amor". El papa concluyó que "el Evangelio es el verdadero antídoto contra la miseria espiritual" y entonces instó a los católicos a "seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor". El papa cree que privarse de cosas ayuda a que otros se enriquezcan Para el papa, el periodo de la Cuaresma es adecuado para preguntarnos de qué podemos privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. El pontífice destacó que, sin embargo, que "la verdadera pobreza duele" y que "no es válido un despojo sin esta dimensión penitencial". "Desconfío de la limosna que no cuesta y no duele", aseveró.
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