Andy Murray es campeón de Wimbledon, para alborozo de una hinchada que da la
más ardiente bienvenida al heredero de Fred Perry, último campeón local, en 1936. La historia acoge al nuevo
vencedor británico, que toma el relevo del legendario tenista y gana así su
segundo título del Grand Slam. El número dos del mundo venció a Novak Djokovic
por 6-4, 7-5 y 6-4, en poniendo fin a la dilatada espera de los inventores del
juego, henchidos de orgullo ante el heroico logro del escocés.
Andy Murray besa la hierba postrado tras
abrazar a su adversario y estrechar las manos con los ocupantes de las primeras
filas, antes de cruzar el primer y contenido abrazo con su madre. Campeón
olímpico el pasado año, en el mismo escenario; vencedor también del Abierto de
Estados Unidos, Andy Murray, de 26 años, alcanza el techo de su carrera
profesional como vencedor de una disputa ya con hechura de clásico.
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