martes, 18 de marzo de 2014

EL CELULAR PUEDE SER UN ALIADO EN LA EDUCACIÓN




El dispositivo será parte del nuevo modelo pedagógico

El celular puede ser un aliado en la educación

Las aplicaciones que se descargan desde un teléfono móvil permiten una mejor integración en el aprendizaje, según los expertos. La capacitación previa y la iniciativa de los docentes son factores clave para un buen resultado.

Redacción Sociedad
Conocer la fecha de nacimiento del autor de un libro o cuántos ejemplares ha escrito durante su trayectoria podrían ser temas de consulta rápida en una clase de literatura. La herramienta para realizar la búsqueda sería un teléfono inteligente. Este panorama fue planteado por Xavier Ochoa, coordinador del Grupo de Investigación en Tecnologías para la Enseñanza y el Aprendizaje de la Espol, quien señala que utilizar estos dispositivos como fuente de información es un factor positivo dentro del aula.
“Es un medio para atraer esas cosas que no tiene el profesor en su cabeza. Si (el estudiante) está dudoso sobre un concepto puede entrar a una página web de información en Internet y traer un ejemplo a colación”, expresa Ochoa.
A partir de mayo, cuando los alumnos del régimen costa ingresen al nuevo periodo lectivo, el uso de los teléfonos móviles en clase será una realidad. ¿Pero qué tan útiles pueden ser estos dispositivos para el aprendizaje?
Según Ochoa los teléfonos con tecnología (android, smartphones o iOS) permiten descargar aplicaciones que convierten al aparato en una herramienta potencial.
Por ejemplo, Wikipedia, una enciclopedia de uso libre, es uno de los servicios que se puede descargar gratuitamente para buscar variedad de temas.
Las aplicaciones de los medios de comunicación, igualmente, pueden servir para consultar noticias y crear temas de discusión sobre la realidad nacional y del mundo.
Con el uso de algunos de estos software también se podría economizar en la adquisición de un accesorio, como una calculadora científica, por ejemplo. Ochoa explica que las tiendas de las aplicaciones móviles tienen mecanismos emuladores que realizan los mismos cálculos.
Menciona que en casa los estudiantes pueden utilizar herramientas para aprender otro idioma, hacer ejercicios matemáticos, ver videos de soluciones aritméticas, descargar libros, entre otros.
Según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), realizada en 2011, el 8,4% (522.640) de las personas que tienen celular poseen un teléfono inteligente o smartphone. De ellos, el 11,7% corresponde a personas de entre 16 y 24 años, y el 11,5% a personas de 25 a 34 años.
El sociólogo y docente investigador de la Universidad Casa Grande, Carlos Tutivén, sostiene que el celular es parte de la estructura social diaria y que el debate ahora apunta a la acogida de este dispositivo en el sistema educativo.
“Aquellos conocidos como tecnofóbicos, porque asumen como una amenaza a las nuevas tecnologías, consideran que el uso del celular para un buen rendimiento académico no serviría por tratarse de un distractor”.
Según Tutivén esto es parte del modelo clásico de la modernidad que ha sido interpelado por aquellos investigadores que se toman la tecnología como algo serio y no solamente como artefactos, sino como lenguajes y formas de aprender.
En ello coincide Ochoa, quien asegura que los celulares también funcionan como una herramienta de apoyo en el proceso formativo.
“No debe ser una transición en la que el colegio sea una especie de cárcel donde tienen acceso a ciertas cosas y cuando salen ven el mundo real. Las cosas tienen que integrarse a la educación, utilizándolas de manera adecuada”, afirma.
Además apunta a nuevas formas como el uso de google glass, un dispositivo que permite mostrar información sin utilizar las manos y acceder a Internet mediante órdenes de voz. “Eso es a lo que se van a enfrentar los estudiantes. No prepararlos sería ponernos en desventaja”, manifiesta Ochoa.
La nueva disposición del Ministerio de Educación (MinEduc), sobre el uso de dispositivos móviles en los colegios prevé contribuir en el mejoramiento de la calidad educativa. Con ayuda del Ministerio de Telecomunicaciones (MinTel), en 2014 se instalará la red inalámbrica de Internet a 1.171 instituciones educativas del país. Esta conectividad permitirá a los educandos conectarse de manera libre, excepto a las redes sociales como Facebook y Twitter. La subsecretaria de Educación de Guayaquil, María Dolores Cedeño, aclaró que el uso del celular no estará a discreción del estudiante, sino que se convertirá en una herramienta de investigación. De no ser así, habrá una amonestación.
El Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) señala en el artículo 330 que usar el teléfono celular o cualquier otro objeto ajeno a la actividad educativa que distrajere su atención durante las horas de clase o actividades educativas será considerado como una falta leve.
Ante ello, “se aplicará como acción educativa disciplinaria la amonestación verbal, que irá acompañada de una advertencia de las consecuencias que tendría el volver a cometer dichas faltas”.
Pero lograr una integración de las herramientas tecnológicas se requiere una capacitación previa a los actores del sistema educativo, según el presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psicólogos, Jorge Luis Escobar. “Si al adulto no le interesa apropiarse de las nuevas tecnologías no va a poder compartir con sus educandos. La idea es que los docentes, directivos, inspectores y padres de familia sean los primeros capacitados, luego vienen los chicos”, dice Escobar.
Por lo pronto, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) y el MinEduc realizarán hoy y mañana el primer encuentro internacional de ‘Tendencias Actuales de Uso de la tecnología en la Educación’, con la participación de expositores de empresas de software, rectores y maestros. La reunión, que se llevará a cabo en Quito, busca fortalecer el nuevo modelo pedagógico.

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