sábado, 29 de marzo de 2014

LOS PELADOS QUE ABRIERON LA RUTA EN EL FÚTBOL ECUATORIANO

En el 2006, Henry Patta era un chico de 19 años que buscaba una oportunidad para jugar profesionalmente. Un día, "el menos imaginado" para él, Éver Hugo Almeida, entonces DT de El Nacional, lo llamó para entrenarse en el primer equipo y por fin cumplir su sueño. El rival fue Emelec en Guayaquil y jugó 25 minutos.
Hoy, con 27, aún se siente agradecido con el estratega uruguayo-paraguayo por haberle permitido debutar. Actualmente es una de las figuras de Universidad Católica.
Patta es uno de los 63 juveniles de la primera 'camada' de la normativa del 2006 impuesta por la Ecuafútbol, que obligó a los 12 clubes de la Serie A a incluirlos en cotejos oficiales. Esta resolución, en un inicio, tuvo resistencia de los entrenadores de entonces quienes los incluían durante unos minutos, pero los sustituían de inmediato.
Al menos, Patta pudo exhibir su talento durante los primeros 25 minutos en el estadio Capwell, antes de ser sustituido. Otros jugadores solo permanecieron hasta cinco minutos antes de ser reemplazados, porque el futbolista de experiencia ya realizaba ejercicios precompetitivos al borde de la cancha para la variante.
"A mí me sirvió mucho la reglamentación. No imaginé que debutaría tan pronto. Fue completamente inesperado. A partir de ese momento me fijé como meta triunfar profesionalmente", detalló Patta, quien juega en la Católica con su hermano menor Elvis.
Esa determinación de Patta también la tuvieron 18 colegas futbolistas más (son 19 en total), quienes aún se mantienen en Primera División en diversos clubes, hasta del exterior, como los casos de Michael Arroyo y de Frickson Erazo, quienes militan en el Atlante mexicano y el Flamengo brasileño, en ese orden.
El debut de Erazo fue tortuoso, según su padre, Rafael. Su hijo tenía 17 años. Lo vio ingresar (no recuerda el rival) y lo vio fallar. Por suerte para él, El Nacional ganó en su único cotejo en el 2006 como juvenil, a diferencia de Patta que estuvo en 10 partidos.
"Pero yo pensé que nunca más lo volvería a ver de titular", relató el aún Prefecto de Esmeraldas. Finalmente, el fútbol le brindó a Erazo otra oportunidad, cuatro años después al reaparecer bajo el mando del DT colombiano Jorge Pinto.
"Mi hijo apareció en el profesionalismo por sus condiciones, más que por la normativa de la Federación, porque pudo mostrarse luego de algunos años", agregó Rafael Erazo.
Frickson, después de eso y de un buen paso por el Técnico Universitario, se afianzó como zaguero en el club criollo, luego en Barcelona (campeón nacional 2012), en la Selección y estará en la nómina de la Tri que irá al Mundial de Brasil.
Otros jugadores que se destacaron tras la normativa y que no se han perdido en el trayecto hacia el profesionalismo, son Miler Bolaños, quien milita en Emelec; José Madrid, de Liga de Quito; Christian Cordero, de Liga de Loja; Juan Carlos Paredes, de Barcelona y Alexander Domínguez, de Liga de Quito.
Pero también existen futbolistas que desistieron de sus sueños de levantar trofeos nacionales e internacionales. Que vieron truncados sus deseos de llegar a la Tri o de emigrar al exterior, como Esteban Novoa, uno de los juveniles del 2006 con mayor regularidad en el Deportivo Quito, con 37 partidos jugados esa temporada.
El volante actualmente milita en el equipo de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), que juega en la Segunda Categoría de Pichincha, ayer, 28de marzo, ganó 2-1 al América. Pero su prioridad es su formación universitaria. La experiencia que adquirió en el Quito le permitió adjudicarse una beca.
Su rutina empieza a las 06:00, en la cancha del complejo deportivo de la Empresa Eléctrica, en Cumbayá, a 10 minutos de la universidad. La práctica culmina a las 07:30 y a las 08:00 Novoa ya está en clases.
Horacio Agesta, el estratega argentino que lo dirige, se refirió a él como un chico "dedicado al estudio y un gran aporte en la cancha por su experiencia. Él sabía que no daría en el fútbol y que tampoco es un deporte para siempre, por eso tomó la sabia de decisión de combinar ambas actividades".
En su nómina también está Jontahan Monar, que fue juvenil de Liga de Quito y jugó 15 partidos.
De esta manera, los 19 que siguen en la serie de privilegio, contrastan con nombres como Raúl Canelos, Paúl Plaza, Vinicio Acosta, Gilbert Quiñónez, entre otros alejados de la fama que da el ser futbolista de Primera Categoría.

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