Y precisamente, es esa falencia la que ahora pretenden repotenciar las nuevas autoridades centralinas. Al momento salen a la luz algunos datos importantes.
En entrevista con EL TELÉGRAFO, Whashington Benítez, director de Investigación y Posgrado de la universidad, informó que en el período 2010 -2013 existieron 18 proyectos de investigación. La universidad presupuestó un monto de $3’242.087,85 para ello, pero apenas se ejecutaron $ 249.471. “Eso equivale al 7,69% de lo planificado en 4 años”, dijo.
Existieron 3 proyectos adicionales del Centro de Zoonosis y 1 más del Centro de Biomedicina, cuyos recursos se ejecutaron al 100%.
Según la Ley Orgánica de Educación Superior, las universidades deben destinar al menos el 6% de su presupuesto para investigar, lo que evidentemente no se cumplió, según Benítez, pues explicó que la Universidad aproximadamente recibe $150 millones. “Tendríamos oportunidad de utilizar $ 9 millones anuales”, aseguró.
Sin embargo, el anterior rector, Édgar Samaniego, desmiente estas afirmaciones. “La cifra está tan mal dada que solamente en salarios para integrantes del núcleo de investigadores -que está funcionando 4 años- esa cifra se duplica... Cada uno de ellos recibe alrededor de $ 45 mil a $ 50 mil al año y son 10. Solo ahí estamos hablando de $ 500 mil”.
Además destacó que el núcleo de investigadores fue creado recientemente y que de este, al menos han destacado 3 trabajos investigativos a nivel internacional.
Según Samaniego, se aprobaron 36 proyectos de investigación, algunos de ellos no se llevaron adelante tras la resolución del Consejo de Educación Superior que dispuso que la investigación solo podía realizarse por profesores a tiempo completo, y algunos de los postulantes no cumplían el requisito.
Las nuevas propuestas
El próximo año se construirá el Centro de Investigaciones Científicas de la Universidad Central en un área de 7.960 metros cuadrados y con una inversión de $ 5 millones. El propósito será unificar los centros de biomedicina, matemática y química, entre otros, y mejorar los procedimientos administrativos para la gestión de los proyectos.
Durante la semana pasada, las autoridades de la Dirección de Investigación y Posgrado realizaron un paneo de la situación universitaria antes de que los alumnos ingresen a clases el 7 de abril.
Una de las tareas para los próximos días será revisar la convocatoria 2013, en la que existen 63 proyectos de investigación que serán analizados para su aprobación. “Queremos imprimirle a la universidad ese sello de calidad”, comentó Benítez, al tiempo que reconoció que hay que fortalecer la estructura administrativa para gestionar la investigación.
Los proyectos que se ejecutarán se dividirán en 3 aristas: aquellas investigaciones básicas (desarrollo de nuevos conocimientos científicos), las investigaciones aplicadas (resolución de un problema) y las de formación (posibilitan la formación de jóvenes que no tienen experiencia en investigación).
Otro eje será el talento humano. La Universidad Central tiene aproximadamente 46 profesores con título de P.h.D, de los 1.500 que existen. Por ello, una de las primeras propuestas será contratar al menos 100 investigadores del programa Prometeo, para lo cual ya se han realizado acercamientos con un equipo de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).
Además, está en marcha otro proyecto con el Consorcio de Universidades Francófonas de Bélgica, que trabajará en la formación científica, la investigación, el mejoramiento del currículum académico y la implementación de redes de apoyo en la academia y a la docencia.
El nuevo rector de la Central, Fernando Sempértegui, afirmó, en días pasados, que el centro de estudios “se mantendrá en la ruta de la excelencia... Mejorará el entorno académico, potenciará la investigación científica e internacionalizará a la universidad”.
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