David Beckham puso fin a una brillante carrera
futbolística de casi 20 años con un emotivo último partido con la camiseta del
París Saint-Germain en el que afloraron todos los sentimientos.
Y con el final del partido, todo terminaba; es el momento en que Alex Ferguson se dirige al campo, felicita (o tal vez regaña) a los jugadores, y se va con los aficionados que hicieron el viaje, los despide y les agradece. Entonces, el momento más emotivo de todos: los jugadores le dicen a Ferguson que sea él quien salga primero, y lo hace, con un caminar semilento y un rostro lleno de felicidad y emoción, sale del campo, una imagen, un momento inolvidable. Ferguson entraba al túnel y todo había terminado.
Así, uno de los entrenadores más exitosos dejaba la dirección técnica. En un partido que tuvo un resultado que nadie esperaba, pero emocionante, atractivo y dramático, Manchester United se despedía de una parte de su historia. Así de grande fue Alex Ferguson.
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