lunes, 14 de abril de 2014

FIELES CATÓLICOS COPARON LAS IGLESIAS EN DOMINGO DE RAMOS

Una rosa roja resaltaba entre el verdor del tallo de bambú y las hojas de romero, y embellecía el ramo de la feligresa María Ester Huairacaja. Ella lo mantenía levantado ayer al pie del altar de la Catedral, a la espera de la bendición del párroco.
Huairacaja fue una de los miles de católicos que participaron de las misas y procesiones que se realizaron en la ciudad por Domingo de Ramos.
Ella madrugó para asistir a la misa de 07:00 en el céntrico templo y continuó así con la tradición católica. Antes acompañaba a su madre y ahora acude con su esposo, Eduardo Chávez. El ramo bendecido, afirmó, lo colocará sobre la puerta de entrada a su casa para santificar a los suyos.
Afuera de la Catedral, una docena de vendedores, entre niños y adultos, ofrecía una variedad de ramos, entre ellos los elaborados con palma de cera, pese a la prohibición de vender ramos de esta especie porque es hábitat de dos aves que están en peligro de extinción.
El comercio de estos ramos se repitió afuera de algunas iglesias de la urbe. En los exteriores del templo Nuestra Señora de la Alborada, una treintena de vendedores ofertaba a $ 1 los arreglos de una variedad de plantas, pero la gente prefería los de palma de cera o de bambú.
En esa iglesia, personal del Ministerio del Ambiente obsequió 200 ramos hechos con espiga y hojas de trigo. Según un funcionario, la venta de palma ha sido menor que años anteriores. También señaló que hace días se hicieron operativos en las vías de acceso a Guayaquil y que por ser una fiesta religiosa no se decomisarían los productos.
Una de las vendedoras sostuvo que se le hizo fácil comprar diez docenas de ramos de palma en un mercado. “Si estuviese prohibido, no habría en ningún lado. Además, todos los venden y la gente los compra”, adujo la mujer.
Con ramos en alto y cánticos religiosos, decenas de fieles acompañaron las procesiones que se realizaron en las iglesias Nuestra Señora de la Alborada y Nuestra Señora de Czestochowa, en el norte de la ciudad.
Previo al inicio de la peregrinación, los párrocos oraron y bendijeron los ramos, no sin antes rememorar la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén, que es lo que se recuerda en el Domingo de Ramos.
En la Alborada, los fieles caminaron unos diez minutos hasta llegar al templo. En Brisas del Río, donde queda la iglesia de Czestochowa, el recorrido fue de 20 min. Asimismo, en Monte Sinaí, unas 300 familias participaron en la procesión organizada por la parroquia Bautismo de Jesús, en la cooperativa Ebenezer. Ahí, la mayoría de creyentes tenía ramos de bambú.
Vinimos de la Comunidad Montaña Clara para acompañar a Jesús en el inicio de la Semana Santa, en su camino al calvario.”.
David Ayala, creyente
Estamos glorificando a nuestro Señor a su llegada a Jerusalén y a nuestra vida. Y lo recibimos con los ramos por el amor y fidelidad que sentimos”.
Cindy Cayetano, feligrés
TOMADO DE DIARIO EL UNIVERSO 

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