Encontrada
habitualmente en conciertos de rock, teatro alternativo o salidas con
amigas, la futura reina de España deberá dejar atrás su vida de princesa
‘moderna’ para convencer en el nuevo rol de responsabilidad.
El año pasado, por ejemplo, Letizia llegó con una chaqueta de cuero negro y unos jeans marcando su extrema delgadez al concierto del grupo de rock estadounidense Eels.
Vista en el principal festival veraniego de rock o en los bares de copas de Madrid, la nueva reina de España ha podido mantener sus aficiones poco comunes entre la realeza europea sin demasiadas molestias.
Pero en el 2013 estas salidas llegaron a oídos de los españoles, mientras los medios se hacían eco de los rumores de una ‘crisis’ entre el príncipe Felipe y la que es su esposa desde el 2004, y la Casa Real le advirtió al respecto, dice José Apezarena, autor de un libro sobre la pareja publicado recientemente.
Nacida el 15 de septiembre de 1972 en una familia de clase media, Letizia Ortiz, divorciada, rebasaba la treintena cuando conoció a Felipe. Antes se forjó una carrera periodística.
“Era una periodista, una mujer de su tiempo, muy formada, muy leída”, señala Cote Villar del periódico El Mundo.
“Cuando se casó no sabía dónde se metía. No era tan consciente de todo lo que implicaba. Estos diez años le han servido para aprender que el cargo que va a ocupar supone una gran renuncia y una gran responsabilidad”, acota Villar, quien añade que desde que en enero el rey les informara que iba a abdicar, ella no ha vuelto a hacer una salida de estas. Es la mejor prueba de que es perfectamente consciente de las implicaciones, declara.
Al no proceder de la nobleza y mantener el contacto con sus antiguas amistades, Letizia “aporta una sensibilidad distinta”, señala Apezarena. No obstante, en público sigue mostrándose tensa, temerosa de dar un paso en falso y “demasiado pendiente de lo que dicen de ella”,
El año pasado, por ejemplo, Letizia llegó con una chaqueta de cuero negro y unos jeans marcando su extrema delgadez al concierto del grupo de rock estadounidense Eels.
Vista en el principal festival veraniego de rock o en los bares de copas de Madrid, la nueva reina de España ha podido mantener sus aficiones poco comunes entre la realeza europea sin demasiadas molestias.
Pero en el 2013 estas salidas llegaron a oídos de los españoles, mientras los medios se hacían eco de los rumores de una ‘crisis’ entre el príncipe Felipe y la que es su esposa desde el 2004, y la Casa Real le advirtió al respecto, dice José Apezarena, autor de un libro sobre la pareja publicado recientemente.
Nacida el 15 de septiembre de 1972 en una familia de clase media, Letizia Ortiz, divorciada, rebasaba la treintena cuando conoció a Felipe. Antes se forjó una carrera periodística.
“Era una periodista, una mujer de su tiempo, muy formada, muy leída”, señala Cote Villar del periódico El Mundo.
“Cuando se casó no sabía dónde se metía. No era tan consciente de todo lo que implicaba. Estos diez años le han servido para aprender que el cargo que va a ocupar supone una gran renuncia y una gran responsabilidad”, acota Villar, quien añade que desde que en enero el rey les informara que iba a abdicar, ella no ha vuelto a hacer una salida de estas. Es la mejor prueba de que es perfectamente consciente de las implicaciones, declara.
Al no proceder de la nobleza y mantener el contacto con sus antiguas amistades, Letizia “aporta una sensibilidad distinta”, señala Apezarena. No obstante, en público sigue mostrándose tensa, temerosa de dar un paso en falso y “demasiado pendiente de lo que dicen de ella”,
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