martes, 7 de octubre de 2014

EL PELIGRO LATENTE EN EGIPTO: EL PRÓLOGO DE LA ENTREGA DE AYUDA HUMANITARIA ECUATORIANA A PALESTINA


La delegación ecuatoriana y la carga de ayuda humanitaria llegó a la Franja de Gaza a través de un convoy militar que garantizó la seguridad en una zona conflictiva. Foto: Luis Astudillo/Andes
Por Jeanneth Valdivieso, enviada

Aún son visibles las huellas de la explosión de una bomba en medio de la carretera entre El Arish y el paso fronterizo de Rafah que dejó 11 soldados egipcios hace tres semanas, lo que recuerda el peligro latente en esta zona al norte de la Península del Sinaí, próxima al mar Mediterráneo.

La delegación ecuatoriana que entregó la ayuda humanitaria al pueblo palestino iba a la Franja de Gaza en un convoy escoltado por dos tanques y otro vehículo blindado cuando de pronto ráfagas de fusil interrumpieron las conversaciones e hicieron que súbitamente y, por reflejo, todos bajen sus cabezas en busca de protección.

A lo largo del viaje en numerosas ocasiones se escuchó ese tipo de sonidos. Los militares que nos acompañaban dijeron que era el saludo de los soldados al paso de la caravana, pero esa vez fue diferente. Incluso un joven soldado se agachó y pasada la alerta me pidió que retire los pies de una caja en la que me apoyaba. Sacó munición y la puso muy cerca de él.

En adelante no hubo ninguna novedad, pero siempre hay que estar preparados, dijo.

El joven soldado, que pidió el anonimato por razones de seguridad, llevaba dos días acompañando a la delegación junto a una decena de militares. Su misión era cuidar a los visitantes, pero después de romper el hielo generado por estar rodeado de extraños, extranjeros y hablar con una mujer contó –en un inglés básico y gracias a señas- que los responsables de la explosión de hace tres semanas suelen enterrar bombas al lado de la carretera para hacerlas explotar al paso de las caravanas.

Los vestigios de otros ataques son visibles. En el camino, donde barricadas y obstáculos enlentecen la marcha y obligan a un paso zigzagueante, también se observaba otro vehículo atacado hace unos días. En la agresión murieron seis personas. Algunas casas tienen orificios de bala.


Las medidas de seguridad en el desierto egipcio camino a la Franja de Gaza son extremas. Foto: Luis Astudillo
Las muestras de que esta es una zona de conflicto en Egipto son evidentes, pero también de que ahí vivió gente que hoy no aparece, o por lo menos no a simple vista. A lo largo de la carretera observamos casas y muy pocos habitantes que transitaban por el sector que conduce al paso fronterizo de Rafah, en el límite de Egipto con la Franja de Gaza, uno de los dos territorios palestinos rodeados por Israel, el otro es Cisjordania. En ambos gobierna la Autoridad Nacional Palestina, presidida por Mahmud Abbas. En Gaza opera el grupo armado Hamás enfrentado con Israel.

La dinámica en la frontera
Del otro lado, en Egipto las amenazas también existen en una zona donde el ‘amarillo desértico’ domina el paisaje, un color en el que los uniformes y tanques militares se camuflan.

El subcomandante de la Policía de El Arish que pidió no ser identificado, ni filmado, explicó que en la región desértica a las afueras de la ciudad operan esporádicamente grupos fundamentalistas por lo que la vigilancia es máxima.

¿Quiénes son, cómo se llaman esos grupos?, le pregunté ayudada por Mohamed Abdelgawad, traductor de la delegación ecuatoriana. “Los mismos nombres que han aparecido en la prensa del mundo: el Estado Islámico de Irak y Siria tiene sus ramas por aquí y también los Hermanos Musulmanes participan de una u otra forma porque tienen su rama militar que se llama Ansar Beit al Maqdis” o en español, Los seguidores de la Casa de Jerusalén, respondió.

Se trata de grupos fundamentalistas y nacionalistas que se oponen a Occidente, pero también a los militares y a la policía egipcia. En 2013, el general Abdulfatah al Sisi encabezó un golpe de Estado que sacó del poder a Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes.

El Arish, al norte de El Cairo, es una ciudad turística a orillas del Mediterráneo con una población de unas 100.000 personas. Antes de la ‘Primavera Árabe’ o como la llaman en Egipto, ‘la revolución’, recibía numerosos visitantes. Los habitantes son campesinos y agricultores de naranja, olivos y mangos, otros son funcionarios estatales y otros todavía son nómadas.

Ahmad, recepcionista de un hotel cuatro estrellas de El Arish, contó que “el turismo está casi muerto” y responsabilizó directamente a los medios de comunicación extranjeros. “Publican que aquí hay muchos problemas y la gente no viene, pero aquí hay seguridad. Yo me siento seguro, usted puede sentirse segura”, afirmó.


La ciudad turística El Arish, a orillas del Mediterráneo, ha visto reducido el flujo de visitantes por
la tensión en la Península de Sinaí por la presencia de grupos extremistas. Foto: Luis Astudillo
En la zona urbana y rural los controles militares y la vigilancia policial son permanentes. En esa área, incluso, las comunicaciones tanto de telefonía celular como de Internet se cortan entre las 6:00 y 18:00 para evitar seguimientos, vigilancias y ataques por parte de los fundamentalistas, lo que según las autoridades ha dado buenos resultados.

La realidad de esta zona de Medio Oriente es compleja y muchas veces escapa a la mentalidad occidental. No solo es la lucha de Palestina por ser reconocida por el mundo como un Estado o de Israel, que se convirtió en un país tras la partición de Palestina (entonces bajo mandato de Gran Bretaña), aprobada por las Naciones Unidas en 1947 con una zona judía y una árabe, tras lo cual Israel ha ampliado su territorio con colonizaciones que han reducido el margen de existencia de los palestinos.

También están los conflictos que estallan entre ellos cada tanto. El último duró 50 días y se registró hace unos meses. El saldo: 2.152 palestinos muertos, la mayoría civiles, y 71 israelíes, más del 90% soldados, según los últimos datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, (UNWRA, por sus siglas en inglés).

Los enfrentamientos entre militares israelíes y miembros de Hamás se registran cada cierto tiempo y la población civil es la gran víctima. De acuerdo con información de las Naciones Unidas, el último episodio de violencia dejó más de 10.200 heridos, unos 475.000 desplazados, de los cuales 290.000 dejaron sus casas para refugiarse en escuelas de la ONU. Además, solo en la Franja de Gaza se contabilizaron 231 escuelas y 793 edificios afectados.

Desde Egipto se llega a la Franja de Gaza por Rafah. La localidad tiene la infraestructura necesaria para ser un paso fronterizo, que está militarizado desde hace tiempo, por él se puede pasar entre las 9:00 y las 15.00. Quienes tienen los permisos y los papeles pasan.
A este paso fronterizo llegó el 26 de septiembre la delegación ecuatoriana y la carga humanitaria que Ecuador entregó un día después al pueblo palestino para contribuir a aliviar las consecuencias de un conflicto de más de 50 años.

http://www.andes.info.ec/es/noticias/peligro-latente-egipto-prologo-entrega-ayuda-humanitaria-ecuatoriana-palestina.html

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