domingo, 19 de octubre de 2014

OTRO ACTOR ENTRA AL MERCADO DE PAPEL HIGIENICO

La planta se ubica en el ingreso a la ciudad de Babahoyo, en Los Ríos y ya empezó la comercialización de su marca, en micromercados y tiendas. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO

El negocio del papel tisú, o el papel utilizado en del segmento del cuidado personal, que va desde papel higiénico hasta las toallitas faciales, todavía tiene espacio para otros actores. El sector todavía depende de las importaciones de materia prima.
Según datos del Banco Central, en el 2013 se importaron 37 516 toneladas de producto terminado, esto es papel higiénico, papel para uso facial (toallitas sanitarias), toallas absorbentes para cocina, y también bobinas para la elaboración de estos productos, conocidas como ‘jumbo rolls’. Ese volumen de productos y materia prima se tradujo en un total de USD 64,7 millones en importaciones.

Parte de esas importaciones las espera suplir con producción nacional una nueva firma. Industrial Papelera Ecuatoriana (Inpaecsa) empezó sus operaciones en junio pasado, con la importación de bobinas o rollo de papel tisú para entregar una reducida cantidad de su producto, bajo la marca Hada.

Aunque la compañía se constituyó en agosto del 2011, recién desde este mes comenzó la producción, con la fabricación de su propia materia prima.

En Ecuador hasta el 2012 había nueve firmas dedicadas a la comercialización de papel higiénico, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).  En el mercado ecuatoriano dominan las marcas de papel higiénico Scott, de la multinacional Kimberly Clark; y Familia, del grupo colombiano del mismo nombre.

El Grupo Familia tiene una planta propia en Ecuador, en el sector de Lasso (Pichincha), además de cuatro plantas en Colombia, según datos de su portal web. En Quito también se asienta la Fábrica de Papel Higiénico del Valle.

Kimberly Clark inició operaciones en Ecuador en 1995, y durante los tres primeros años importó sus productos. Según el portal web de la firma, el 2001 adquirieron dos fábricas de elaboración de papel para el cuidado personal. Una de ellas fue La Reforma, en Babahoyo, donde hoy precisamente se asienta la fábrica de Inpaecsa.

Esta firma es el resultado de la inversión del grupo empresaria Mario Bravo, que nació hace 43 años a través de una cadena microempresarial del reciclaje, principalmente de la provincia de Los Ríos.

De hecho, la empresa basa su producción en la materia prima que recibe alrededor de 15 000 recicladores y también de unas 20 000 microempresas dedicadas a la misma actividad. La empresa invirtió USD 35 millones en el montaje de la planta, cuyo corazón es el enorme molino que procesa todo el papel reciclado.

La Corporación Financiera Nacional les otorgó un préstamos de USD 15 millones, y el grupo inversionista aportó el resto, señala su gerente general, Jorge Areiza. La firma proyecta en los próximos cinco años abarcar el 18% del mercado.

Un estudio elaborado por Ipsa Group (ahora Nielsen) en el 2011, con encuestas en hogares de 62 ciudades, señalaba que en el rubro de higiene personal, el ecuatoriano destinaba el 13% de sus egresos a la compra de papel higiénico.

Según datos al 2013 de la Cámara de la Industria Cosmética, de Productos de Aseo, de Higiene y Afines del Ecuador, los hogares del país del segmento socioeconómico medio asignan USD 50 al mes al rubro de higiene personal y el segmento alto, hasta USD 300.

Inpaecsa ya empezó la comercialización de su marca, en micromercados y tiendas. Los primeros productos son papel higiénico y servilletas, en presentaciones para el sector bajo y medio alto.

Alberto Sánchez, gerente operativo, mencionó que para la fabricación de papel higiénico y de bobinas se usa un 98% de materia prima nacional.

En casi todos los productos que oferta la compañía se utiliza el papel reciclado, que llega a diario a la planta ubicada en el ingreso a la ciudad de Babahoyo (Los Ríos). Solo la versión ‘premium’ de la marca utiliza pulpa de papel virgen, debido a que garantiza una mayor suavidad y blancura, dijo Sánchez.

La planta de Inpaecsa tiene 90 empleados, pero esperan llegar a los 150, cuando la fábrica esté totalmente operativa, para finales del 2014.

Inpaecsa espera entregar al mercado 18 400 toneladas al año en producto elaborado y bobinas de papel tisú.

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