El ministro de Relaciones Exteriores de Siria
advirtió a las potencias occidentales sobre las consecuencias de una
intervención militar ante la sospecha de uso de armas químicas en el país.
"Siria no es fácil de tragar", dijo
el ministro de Exteriores, Walid Moallem, el martes durante una conferencia de
prensa.
"Tenemos los materiales para
defendernos. Vamos a sorprender a los demás", señaló tras negar que
su nación está obstaculizando los inspectores y advirtiendo a los líderes
occidentales contra un ataque.
El exprimer
ministro británico Tony Blair llamó este martes a Occidente a la acción militar
por los informes sobre el uso de armas químicas en Siria.
"La política occidental está en una encrucijada:
comentario o acción, configuración de los acontecimientos o de reaccionar
contra ellos", escribió en un ensayo publicado en el Times de Londres.
La oficina del actual primer ministro, David Cameron, dijo este martes que
los militares del país hacen "planes de contingencia" con respecto a
Siria.
En Washington, el secretario de Estado John Kerry de EU dijo este
lunes el uso de armas químicas sería una "obscenidad moral" que
no podría quedar sin respuesta, y dijo que las acciones de Siria "no son
el comportamiento de un gobierno que no tiene nada que ocultar".
El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso
acusó este martes al gobierno de EU de tratar de "crear excusas
artificiales infundadas para la intervención militar" en Siria.
En un comunicado, el ministerio se quejó de
que Washington estaba tratando de eludir el Consejo de Seguridad de la ONU a
tomar medidas sobre los ataques químicos reportados.
Rusia es un aliado del presidente de Siria y
tiene un asiento permanente en el consejo. Es capaz de bloquear las medidas en
contra de su gobierno que se proponen ante la ONU.
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