Actualmente, los visitantes tardaban 15 minutos en lancha para arribar a esta isla, que ha sido rescatada por el Estado ecuatoriano en el aspecto de servicios básicos, a más de la implementación de viviendas en estructuras amigables con el medio ambiente.
El puente permitirá trasladarse caminando o en bicicleta a los turistas que disfrutarán de un radical cambio de ambiente. El ruido de la ciudad, las calles de asfalto y sus edificios de cemento en pocos minutos desaparecen y los turistas son recibidos por el esplendor del sistema de manglares Ramsar (únicos en Suramérica), la tranquilidad de la selva virgen, el olor de las flores silvestres y la fauna que asombra a los observadores.
El Estado ecuatoriano impulsa, desde hace 15 meses, unos de los proyectos más ambiciosos de ecoturismo ejecutados en el país con la construcción de 16 kilómetros de senderos para el ciclopaseo, desde Guayaquil a la isla y de ahí al municipio de Durán. El costo aproximado de las obras es de 40 millones de dólares.
Vista satelital de la obra ejecutada en la isla Santay.
Dentro del proyecto ecoturístico del gobierno nacional, previamente la comunidad ha sido capacitada para recibir a los turistas en relaciones humanas, dicción, conocimientos de la flora y fauna del sitio para los guías nativos, cocción de alimentos nacionales, desarrollo de microempresas y en hotelería.
En la isla ya están construidas las “ecoaldeas” que son cabañas de madera donde podrán pasar un fin de semana una familia o quien quiera ir a relajarse en la zona; además, hay una comedor comunitario con capacidad para 200 personas que prestará el servicio de alimentos.
En el lugar hay ecoaldeas que están a un metro del nivel del terreno.
Senderos elevados
El proyecto contempla la construcción de dos puentes: uno al suroeste de la isla que se une con el sur de Guayaquil; un segundo puente en la parte noreste de la isla que se une con el malecón de Durán (centro de la urbe); y, un circuito de senderos elevados en un sistema de puentes de madera que están a una altura promedio de 1,20 metros del terreno.
El área de la isla comprende 2.179 hectáreas y tiene los manglares Ramsar, que la convierte en un área protegida y forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador.
Puente terminado en un 85 por ciento
El tramo a inaugurarse el próximo febrero comprende el puente de Guayaquil, que tiene una dimensión de 800 metros de longitud y cuyo avance registrado a la fecha es del 85 por ciento; además, de un sendero de 4 kilómetros que dirige el flujo de ciclistas y personas a la ecoaldea.
En este tramo del puente habrá un sistema basculante que elevará el piso para el paso de los navíos de gran calado.
Jorge Robitti, administrador del Servicio de Contratación de Obras (Secob), recordó que los trabajos empezaron en noviembre de 2012. El anillo integral de senderos estará listo en los próximos meses. “Aquí hay un retraso por el terreno y las lluvias. La isla tiene un humedal que prácticamente permanece inundada todo el año”.
El puente es deportivo, ecológico y turístico. La capacidad es de 500 kilógramos por metro cuadrado.
Sistema Basculante
Los dos puentes tienen un tramo basculante que se abre para que pasen las embarcaciones, tanto en el de Guayaquil - Santay, como Durán - Santay. Este es el primer sistema de esta naturaleza que habrá en Ecuador. Cuando un navío vaya a cruzar se comunica por radio y se dispone a cerrar el puente y alzar el piso para el paso de barcos de gran calado. Todo se lo hace con tecnología ecuatoriana, informó Robitti.
En la calle El Oro se construye el sistema de rampas para el ingreso de personas y ciclistas.
Beneplácito en la comunidad
Mónica León, guayaquileña, precisó que la solo idea de subirse al puente sobre el río Guayas la emociona. “Es una de las mejores obras que hemos tenido para el beneficio de toda la comunidad que podrá ir a distraerse a la vedada isla Santay que solo la mirábamos de lejitos”.
Este criterio es compartido por Efrén Bermúdez, ciclista, quien señala que no solo es un espacio para el turismo, sino una excusa para hacer ejercicio en bicicleta. “Existe una área donde podré ir con mis hijos a andar con tranquilidad y respirar aire puro”.
Eduardo Estrada, operador turístico, auguró un futuro promisorio a la isla Santay para atraer el turismo, no solo nacional, sino internacional, porque los humedales Ramsar son únicos en el mundo y el haberse construido senderos ecológicos permite acceder a ellos de forma óptima sin dañar su estado natural.
Vista aérea de un sector del puente, captado a inicios de diciembre.
La ambientalista Linda Martínez considera que el proyecto es positivo para acercarse a la naturaleza, medir su importancia y amarla. Sin embargo, indica que deben imponerse normas estrictas de cuidado, similar a las existentes en las islas Galápagos para la preservación del ecosistema y desarrollo de la vida animal.
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