lunes, 17 de febrero de 2014

APROVECHÓ QUE EL PILOTO FUE AL BAÑO Y EL COPILOTO SECUESTRÓ SU PROPIO VUELO


Docientos pasajeros de un avión de la compañía Ethiopian Airlines vivieron esta madrugada un vuelo insólito, en el que el copiloto secuestró la nave y debió ser forzado a aterrizar en el aeropuerto internacional de Ginebra, en Suiza.
El secuestrador aprovechó que el piloto se levantó para ir al baño para tomar dominio del vuelo, que cubría la ruta Addis Abeba – Roma.
Olivier Grosjean, de 31 años, se encerró en la cabina de mandos y, minutos más tarde, debió entregarse a las autoridades suizas, a quienes solicitó asilo al alegar que en Etiopía corre peligro su vida.

El vuelo ET702 aterrizó en Ginebra a las 6.02 hora local y el copiloto se entregó diez minutos después, explicó el portavoz de la Policía de Ginebra, Enric Grandjean.
"Una vez que el avión aterrizó, el copiloto salió por la ventana de la cabina de mandos y se dirigió corriendo al primer policía que encontró para comunicarle que era el responsable del secuestro y que lo único que quería era asilo político porque en su país estaba en peligro", aclaró.
El responsable, que no iba armado ni tenía intención de herir a nadie, es interrogado por la Policía.
Según aclaró Grandjean, el copiloto contactó minutos antes de las 4.00 hora local con el control del aeropuerto de Ginebra para comunicar un problema técnico para poder aterrizar y a las 4.30 activó el alerta de secuestro.
"En ningún momento tuvimos contacto con el piloto porque no estaba dentro de la cabina de mandos", explicó el portavoz de la Policía.
Tras la detención del secuestrador, el avión fue rodeado por decenas de policías de los cuerpos de elite. Según contó el portavoz policial, los pasajeros no tuvieron constancia de que el avión había sido secuestrado y sólo supieron de lo sucedido cuando se dieron cuenta de que habían aterrizado en una ciudad diferente a la de su destino.
La compañía aérea organizará en las próximas horas el retorno de los pasajeros a Roma u otras ciudades italianas.
El fiscal de Ginebra, Olivier Jornot explicó que el asaltante se enfrenta a una pena de hasta 20 años y descartó que sea transferido a Etiopía para el juicio, que se celebrará en Ginebra.
"La ley penal de Suiza no incluye el delito de piratería del aire, pero sí de secuestro, castigado con penas que pueden llegar hasta los 20 años", afirmó a la prensa. Según estimó, hay muy pocas posibilidades de que el asaltante obtenga el asilo político que ha solicitado porque "ha cometido un crimen para ello". No obstante, observó que el asaltante, de momento, "responde más al perfil de una persona desesperada que al de un criminal".

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