Se trata del meteorito más grande detectado hasta el momento
que haya chocado contra la Luna y pudo haber generado un cráter de por lo menos
40 metros de diámetro.
"Esa noche estaba observando las imágenes que arrojaba el telescopio, como de costumbre, monitoreando los impactos de meteoritos sobre la Luna y de repente me quedé congelado", le cuenta a BBC Mundo el profesor José Madiedo, de la Universidad de Huelva, en España.
Madiedo recuerda con lujo de detalles aquella noche del 11 de septiembre de 2011, cuando observó el evento. Ahí se inició una investigación, publicada este lunes, sobre el impacto de un fenómeno que los científicos califican de sin precedentes.
El equipo de investigadores está acostumbrado a observar con regularidad los destellos de rocas que chocan contra la Luna y que son, por lo general, del tamaño de una nuez o de una pelota de tenis.
Lo llamativo aquella noche fue que el haz de luz que generó el impacto fue muchísimo más brillante y que duró unos ocho segundos.
"Cuando observé la magnitud del destello y la duración, me di cuenta de que aquello no era normal, que aquí había ocurrido algo bastante extraordinario", le dijo a BBC Mundo el científico.
Por lo general, los impactos de estas rocas sobre el satélite lunar tienen una corta duración, literalmente fracciones de segundos, señaló el profesor Madiedo.
Por ejemplo, el que hasta ahora se consideraba el impacto más grande, que fue detectado por la Nasa en marzo del año pasado, duró poco más de un segundo, comparado con los ocho segundos que registró este último.
"Nos movilizamos inmediatamente"
"Me conecté con el segundo telescopio", cuenta Madiedo, para comprobar que había grabado las mismas imágenes y efectivamente así había sido".
"Cuando observé la magnitud del destello y la duración me di cuenta de que aquello no era normal, que aquí había ocurrido algo bastante extraordinario"
José Madiedo, investigador de la Universidad de Huelva, en
España
"Eran las ocho de la noche y avisé al resto de mis colegas. Nos movilizamos inmediatamente y dejamos de lado otras cosas para comenzar a analizar el tamaño de la roca y su posible impacto", destacó.
El choque del meteorito fue observado mediante el Sistema de Análisis y Detección de Impactos sobre la Luna, Midas por sus siglas en inglés.
El científico estima que la roca tenía un peso de unos 400 kilos, y llevaba una velocidad de unos 61.000 kilómetros por hora.
El meteorito detectado por la NASA hace un año, en comparación, pesaba alrededor de 40 kilogramos.
El destello que generó fue tan brillante que podía haber sido observado a simple vista desde la Tierra.
Por qué importa este fenómeno
Es obvio que un fenómeno como este es espectacular, aún más cuando la tecnología hoy en día nos permite ser testigo de toda su fuerza e impacto.
Pero, ¿qué relevancia tiene para los seres humanos aquí en la Tierra?
"Justamente el proyecto busca conocer mejor con qué frecuencia rocas como éstas pueden impactar la Tierra. Observando la Luna podemos saber con más certeza la frecuencia con la que pueden producirse esos impactos en nuestro planeta", dijo el científico.
Y precisamente una de las conclusiones del estudio es que "la frecuencia con la que estas rocas pueden chocar contra la Tierra es diez veces mayor de lo que se pensaba".
Sin embargo, para que un meteorito tenga un impacto así sobre nuestro planeta tiene que ser mucho más grande.
La mayoría de las rocas de ese tamaño se desintegran cuando entran en contacto con la atmósfera y se convierten en una bola de fuego.
Según Madiedo, a lo sumo se hubieran encontrado algunos fragmentos del meteorito.
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