No solo por las cerca de 65 alcaldías y dos prefecturas que alcanzarían en el país, sino porque ahora el Régimen los mira como necesarios para mantener su influencia en la mayoría de los gobiernos seccionales.
El domingo pasado, el presidente Rafael Correa cuestionó el “sectarismo” de Alianza País frente a Avanza. “Nuestro principal rival en las elecciones es el partido de Ramiro González, que es nuestro aliado en la Asamblea. Sufrimos el síndrome de ser el movimiento más grande”, dijo. Pero además, adelantó que esto motivará una revisión de lo actuado.
Estas declaraciones incentivaron el acercamiento de las dos agrupaciones políticas, que pusieron a disposición del presidente Correa todos los alcaldes, prefectos y concejales que obtendrían luego de los comicios del domingo.
Ayer, el Partido Socialista-Fentre Amplio hizo un llamado para que las tres tiendas políticas se unan y conformen una coalición de la izquierda. Y fue más allá: el asambleísta Fabián Solano presentará en los próximos días un proyecto de reformas constitucionales para que el Jefe de Estado pueda reelegirse nuevamente. Este documento será analizado con Alianza País y Avanza para luego entregarlo al Legislativo. “Es indiscutible el liderazgo del Presidente. Es el momento de reformar la Constitución para un nuevo período presidencial con Rafael Correa a la cabeza”, adelantó Solano.
Avanza, presidido por el ministro de Industrias, Ramiro González, también reconoce el liderazgo del Mandatario. Por ello aclaró que el apoyo que ofrece el partido es a Correa, no al movimiento verde. “Somos dos organizaciones políticas distintas. Nosotros respaldamos el proyecto político del Presidente y estamos convencidos de esa revolución”, explicó el funcionario de Estado.
Según manifestó ayer, bajo este respaldo no existe ninguna condición, siga o no en el Gabinete ministerial. Aunque por el momento parece ratificada su permanencia en este espacio.
La división de Avanza, que ha votado con el Gobierno para aprobar los proyectos de ley más importantes, se evidenció antes de las elecciones seccionales y ayer se señaló a los culpables de ello. Según González, la secretaria de la Política, Betty Tola; el secretario ejecutivo del movimiento oficialista, Galo Mora; y el presidente del Directorio del IESS, Fernando Cordero, evitaron que se concretaran los consensos entre las dos organizaciones.
“Yo fui a Alianza País para hablar de una coalición. Pero no les interesó”, señaló González.
Incluso, atribuyó la derrota del oficialismo en Cuenca a la falta de una coalición con Avanza. “Es una pena que Paúl (Granda) haya perdido. Nosotros quisimos hacer una alianza, pero el señor (Fernando) Cordero no estuvo de acuerdo”, sostuvo ayer el Ministro.
Aunque aclaró que la unidad no estaba prevista para todo el país, tan solo en Loja y en Cuenca, en donde perdieron las dos alcaldías y dos prefecturas.
A pesar de estas declaraciones, ninguno de los tres aludidos se ha pronunciado al respecto. Sus ocupadas agendas evitaron que respondieran el porqué de este “sectarismo”.
Tola estuvo todo el día en reuniones, Mora pasó ocupado con temas del movimiento y Cordero no respondió a los mensajes, correos electrónicos y llamadas hechas.
Al interior del Régimen, estos señalamientos no cayeron muy bien. La reestructuración del movimiento es inminente y también del Gabinete ministerial (ver recuadro).
Estos cambios se efectuarán luego de que se conozcan los resultados oficiales de los comicios que entregue el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Según la asambleísta de Alianza País, María José Carrión, cuando se conozcan los datos finales, se va a discutir lo que pasó en Quito, y luego vendrá la “reestructuración y reorganización del movimiento para de allí salir a retomar el proceso político en el país”.
Para el oficialismo la derrota electoral permitirá hacer los cambios necesarios para ser mucho más fuertes.
González, aliado desde el 2007
Ramiro González se ha mantenido muy cerca del presidente Rafael Correa desde el inicio de su gobierno. Si bien ambos fueron rivales en las elecciones del 2006 (González fue binomio de León Roldós), las asperezas se limaron de inmediato.
Ramiro González se ha mantenido muy cerca del presidente Rafael Correa desde el inicio de su gobierno. Si bien ambos fueron rivales en las elecciones del 2006 (González fue binomio de León Roldós), las asperezas se limaron de inmediato.
Entre el 2007 y el 2013, González dirigió el IESS. Desde esta poderosa estructura, el también ex Prefecto de Pichincha, dio forma a su partido, Avanza, a imagen y semejanza de la ID.
En mayo, Correa le encargó el Ministerio de Industrias para que transmitiera el discurso del cambio de matriz productiva, el cual coincidió con un deterioro del comercio exterior del país.
En este escenario, el Ministro justificó la promulgación de una serie de normas técnicas y un aumento de aranceles que limitan el ingreso de productos importados. Su argumento es que existen bienes que pueden fabricarse localmente.
Desde entonces ha mantenido reuniones con decenas de empresas para sustituir importaciones. Hasta la fecha se han firmado 134 acuerdos con este objetivo, lo cual es un respiro político para el Gobierno.
El Presidente reestructurará AP
Un remezón se avecina en Alianza País. El presidente Rafael Correa anunció anoche en Guayaquil que habrá cambios en el movimiento político oficialista, los cuales alcanzarán al Gabinete. “Por supuesto que habrá reestructuración en las directivas provinciales”, dijo. Y también “cambios en el Gabinete ministerial”.
Sus declaraciones se producen dos días después del revés sufrido por AP en las elecciones seccionales de alcaldías y prefecturas. En ese sentido, aseguró que para la oxigenación del Gabinete tomará en cuenta nombres de candidatos que en los comicios del domingo aspiraban a una dignidad seccional.
La reestructuración se efectuará, dijo, porque dentro del movimiento AP hubo sectarismo y faltó liderazgo territorial. “Los compañeros dicen: solitos podemos. La obra del Gobierno nos cobija”, criticó Correa. “Y así hubiéramos podido solitos, entre más grande la coalición es mejor”, enfatizó. El Presidente lamentó perder la Prefectura de Carchi y la Alcaldía de Riobamba.
Sus declaraciones se producen dos días después del revés sufrido por AP en las elecciones seccionales de alcaldías y prefecturas. En ese sentido, aseguró que para la oxigenación del Gabinete tomará en cuenta nombres de candidatos que en los comicios del domingo aspiraban a una dignidad seccional.
La reestructuración se efectuará, dijo, porque dentro del movimiento AP hubo sectarismo y faltó liderazgo territorial. “Los compañeros dicen: solitos podemos. La obra del Gobierno nos cobija”, criticó Correa. “Y así hubiéramos podido solitos, entre más grande la coalición es mejor”, enfatizó. El Presidente lamentó perder la Prefectura de Carchi y la Alcaldía de Riobamba.
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