sábado, 15 de febrero de 2014

ESNÓRQUEL: UN ATRACTIVO EN SALANGO

La isla de Salango se asemeja a una esmeralda en medio del agua turquesa del océano Pacífico.Este macizo, ubicado 20 minutos en el suroeste de Puerto Daniel López, en Manabí, posee una gran riqueza marina.
El clima es cálido en esta época. La temperatura oscila entre 18 y 29 grados centígrados. Las transparentes aguas que bañan sus playas facilitan la práctica del esnórquel o buceo de superficie. En la parte profunda de sus acantilados hay un amplio arrecife coralino, en el que habitan diversas clases de peces, moluscos y crustáceos.
La excursión a Salango parte de lunes a domingo desde el muelle turístico de Puerto López, sede del Parque Nacional Machalilla. Es 6 de febrero. Un grupo de 60 visitantes entre argentinos, chilenos y uruguayos navegan hacia Salango, a bordo de cuatro embarcaciones.
Las corrientes marinas están normales, no hay remolinos ni resacas. En el yate Lobo Marino viajan cinco turistas argentinos y dos ecuatorianos. Son las 10:00 y el capitán de la nave, Antonio Varela, enciende los motores para emprender el viaje. A los cinco minutos de recorrido, el vuelo rasante de pelícanos y gaviotas en busca de pececillos que nadan a 50 centímetros de profundidad del mar es constante.
El día es soleado. El viaje continúa hacia el suroeste. El primer regalo para la vista de los turistas es el avistamiento de una colonia de 50 piqueros patas azules que descansan en una desmembración rocosa del acantilado de Puerto López.
Las graciosas aves parecen estar acostumbradas a la presencia de turistas. Mientras la embarcación se aproxima a ellas, una ola choca en la roca y baña a los piqueros.
El avistamiento de estas pintorescas aves es el aperitivo para la aventura en Salango. El capitán dirige la nave hacia el extremo sur del macizo. Ahí las aguas son totalmente calmas. Con mucha delicadeza, Varela desliza el ancla para no dañar el arrecife coralino.
Los inquietos turistas se colocan máscaras para protegerse los ojos y la nariz y un esnórquel, para respirar por la boca mientras el rostro está sumergido en el agua, en busca de los peces loro, corneta, cirujano y estrellas y caballos de mar.
Reciben una breve clase de cinco minutos sobre cómo respirar a través del tubo del esnórquel y todo se vuelve una aventura marina.
Los ávidos turistas se lanzan al océano. No es necesario saber nadar. Con la ayuda del chaleco salvavidas, el cuerpo flota. Sus plácidas aguas transparentes permiten observar incluso desde los yates los jardines de coral que bordean la costa.
Tras una hora de buceo de superficie, el recorrido continúa hacia el norte de la isla. En cada nave hay dos kayaks. Quienes desean, pueden remar. Otros simplemente nadan hacia la playa y disfrutan del paisaje recostados sobre la arena blanca.
A las 15:00 y después de un refrigerio, se inicia el retorno. Quienes desean pueden probar suerte pescando con las cañas que hay en los barcos.
El clima cálido, seco y fresco de noviembre a mayo convierten a la isla de Salango en un destacado destino para el turismo de aventura en el mar.
En contexto
13 operadoras de turismo tienen embarcaciones cómodas y seguras para el desarrollo de tours en el mar.
Los tours a Salango salen desde Puerto López. La localidad está a dos horas de Manta, por la vía costanera.
Los operadores turísticos proveen de máscaras, esnórqueles y salvavidas para bucear en la superficie.
Los guías navegan en kayaks mientras los turistas practican esnórquel y están atentos por si se producen emergencias.
Puerto López ofrece 40 sitios de hospedaje de USD 10 a 50. En Salango, la comunidad ofrece hospedaje y ­alimentación.

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