La mecha ya había sido encendida por Twitter durante la entrega de los premios Globo de Oro. “Me perdí el tributo a Woody Allen. ¿Pusieron antes o después de Annie Hall la parte donde una mujer confirma públicamente que abusó de ella cuando tenía 7 años?”, había escrito en su cuenta Ronan Farrow, hijo del cineasta y de la actriz Mia Farrow, el 14 de enero pasado. El escándalo terminó de estallar ayer cuando Dylan Farrow, su hija adoptiva, relató en una carta abierta que el director de Manhattan la violó susurrándole “que sería una estrella en sus filmes”.
“Cuando tenía 7 años mi padrastro, Woody Allen, me tomó de la mano y me llevó a un cuarto. Me dijo que me relajara y jugara con el trencito de mi hermano. Luego abusó sexualmente de mí, mientras me decía que era una niña muy brillante y que lo que estaba pasando sería nuestro secreto, prometiéndome que iría con él a París”, contó Dylan, que hoy tiene 28 años. En el texto, publicado por el New York Times ayer, la hijastra de Woody detalló todo el sufrimiento por el supuesto acoso, que habría sido a principios de los ‘90.
“Cada vez que veía su rostro en un cartel, en una camiseta o en televisión, sólo podía esconder mi pánico hasta encontrar un lugar en el que estar sola y derrumbarme”, aseguró la joven. También se refirió a la violencia ejercida por el cineasta. Y contó que como quedaron impunes las primeras acusaciones –fue en 1993 y nunca llegó a juicio– se sintió perseguida durante toda su adolescencia, lo que la llevó a sufrir desórdenes alimentarios, a cortarse el cuerpo y tener pánico de ser tocada por un hombre. “Hoy me considero una mujer afortunada, felizmente casada y tuve el apoyo de mis hermanos y mi madre para superar el caos que un depredador trajo a casa. Pero otros todavía tienen miedo de contar la verdad”, concluyó.
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