Los comicios presidenciales en Brasil, Bolivia y
Uruguay despiertan alto interés. Rousseff y Morales se perfilan como
favoritos.
Brasilia.-
Octubre se avizora como crucial para la mayoría de los países latinoamericanos, especialmente para los que apuestan por la continuidad de los procesos políticos actuales, ya que las elecciones presidenciales en Brasil, Bolivia y Uruguay pueden fortalecer el avance de las fuerzas de izquierda y centroizquierda o provocar un giro a la derecha, según los resultados que se registren.
La situación más preocupante se da en el gigante sudamericano, Brasil, donde los comicios se celebrarán el 5 de octubre. Aquí la mayoría de los votos se mueven entre la permanencia de la actual presidenta, Dilma Rousseff, quien busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT); Marina Silva, candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB); y el senador Aecio Neves, postulante de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Según las últimas encuestas, Rousseff mantiene la preferencia del electorado con un 37% de respaldo, 9 puntos porcentuales más que su adversaria Silva. Las encuestas dan por sentado que se dará una segunda vuelta electoral, el 26 de octubre, entre Rousseff y la pretendiente del PSB, con un posible empate técnico.
“Al menos por ahora, la feroz ofensiva del PT contra Marina está surtiendo efecto. Habrá que esperar a ver qué pasa en la recta final de la campaña”, alertó al diario La Nación David Fleischer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia, quien recordó que, en 2002, una campaña similar del PSDB contra Lula terminó por asegurarle al exlíder sindical su histórico triunfo.
Pero de ganar Silva, no solo sería el fin de los 12 años de ejercicio del poder del PT, sino que seguro concluiría el rol de Brasil como apoyo fundamental a los gobiernos populares de la región.
Para Félix Orellano, internacionalista, un posible cambio en la presidencia del país brasileño podría representar cambios frente al Mercado Común del Sur (Mercosur) y la integración latinoamericana.
El influyente columnista Clóvis Rossi, del diario Folha de Sao Paulo, explicó a La Tercera que “es bueno tener en cuenta que la política externa no es prioridad en Brasil” durante las campañas presidenciales, lo cierto es que el eventual cambio que podría sufrir si Silva llega a Planalto ya comienza a generar efectos, no solo en Brasil sino a los países de la región, en especial los integrantes de la Alba.
“Venezuela emite claras señales de que está preocupada con la posibilidad de perder el apoyo incondicional que Luiz Inácio Lula da Silva le proporcionó y que Dilma mantuvo, con menos énfasis y mucho menos visibilidad”, planteó Rossi.
En Argentina también ven con recelo la eventual llegada de Silva al poder. “¿Y qué se podría esperar en Argentina de un hipotético gobierno de Marina?”, se preguntó el analista internacional Manuel Karg en el diario oficialista Tiempo Argentino. Y su respuesta fue lapidaria: “Un enfriamiento de la relación, sin dudas, visto y considerando las quejas del programa de Silva a la política de Argentina en el Mercosur”.
En Uruguay, por su parte, el Frente Amplio (FA) tiene como candidatos a presidente y vicepresidente a dos figuras con hondas raíces históricas en el partido: al exmandatario Tabaré Vázquez (2005-2010), primer gobernante frenteamplista y Raúl Fernando Sendic, hijo del líder del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Raúl Sendic Antonaccio. En tanto el Partido Colorado y su candidato, el joven abogado Luis Lacalle Pou, de 41 años, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle, parecen rivales serios. Un triunfo en primera ronda, bajo estas tendencias, no sería fácil y se augura una batalla política intensa en las próximas semanas.
En un país en el que no está permitida la reelección consecutiva, Vázquez, que en 2005 se erigió como el primer dignatario de izquierda en la historia de Uruguay, luchará en las elecciones presidenciales por ser el sucesor del popular José Mujica desde marzo de 2015.
Muy diferente se muestra el escenario en Bolivia, donde la reelección del presidente Evo Morales y del vicepresidente, Álvaro García, parece inminente. Las encuestas reflejan un apoyo para los candidatos del Movimiento al Socialismo (MAS) que va del 52% al 59%, por encima del 15% al 17% del opositor Samuel Doria Medina.
Según los analistas, esta tendencia se debe a los cambios acometidos por la Revolución Indígena y Cultural, como la define el gobernante, que cambió el sistema neoliberal que precedió a su llegada al Gobierno.
Sin duda, octubre es un mes definitorio para Latinoamérica. Y el futuro está en manos de los votantes.
http://www.telegrafo.com.ec/mundo/item/octubre-un-mes-electoral-clave-para-latinoamerica.html
Octubre se avizora como crucial para la mayoría de los países latinoamericanos, especialmente para los que apuestan por la continuidad de los procesos políticos actuales, ya que las elecciones presidenciales en Brasil, Bolivia y Uruguay pueden fortalecer el avance de las fuerzas de izquierda y centroizquierda o provocar un giro a la derecha, según los resultados que se registren.
La situación más preocupante se da en el gigante sudamericano, Brasil, donde los comicios se celebrarán el 5 de octubre. Aquí la mayoría de los votos se mueven entre la permanencia de la actual presidenta, Dilma Rousseff, quien busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT); Marina Silva, candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB); y el senador Aecio Neves, postulante de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Según las últimas encuestas, Rousseff mantiene la preferencia del electorado con un 37% de respaldo, 9 puntos porcentuales más que su adversaria Silva. Las encuestas dan por sentado que se dará una segunda vuelta electoral, el 26 de octubre, entre Rousseff y la pretendiente del PSB, con un posible empate técnico.
“Al menos por ahora, la feroz ofensiva del PT contra Marina está surtiendo efecto. Habrá que esperar a ver qué pasa en la recta final de la campaña”, alertó al diario La Nación David Fleischer, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Brasilia, quien recordó que, en 2002, una campaña similar del PSDB contra Lula terminó por asegurarle al exlíder sindical su histórico triunfo.
Pero de ganar Silva, no solo sería el fin de los 12 años de ejercicio del poder del PT, sino que seguro concluiría el rol de Brasil como apoyo fundamental a los gobiernos populares de la región.
Para Félix Orellano, internacionalista, un posible cambio en la presidencia del país brasileño podría representar cambios frente al Mercado Común del Sur (Mercosur) y la integración latinoamericana.
El influyente columnista Clóvis Rossi, del diario Folha de Sao Paulo, explicó a La Tercera que “es bueno tener en cuenta que la política externa no es prioridad en Brasil” durante las campañas presidenciales, lo cierto es que el eventual cambio que podría sufrir si Silva llega a Planalto ya comienza a generar efectos, no solo en Brasil sino a los países de la región, en especial los integrantes de la Alba.
“Venezuela emite claras señales de que está preocupada con la posibilidad de perder el apoyo incondicional que Luiz Inácio Lula da Silva le proporcionó y que Dilma mantuvo, con menos énfasis y mucho menos visibilidad”, planteó Rossi.
En Argentina también ven con recelo la eventual llegada de Silva al poder. “¿Y qué se podría esperar en Argentina de un hipotético gobierno de Marina?”, se preguntó el analista internacional Manuel Karg en el diario oficialista Tiempo Argentino. Y su respuesta fue lapidaria: “Un enfriamiento de la relación, sin dudas, visto y considerando las quejas del programa de Silva a la política de Argentina en el Mercosur”.
En Uruguay, por su parte, el Frente Amplio (FA) tiene como candidatos a presidente y vicepresidente a dos figuras con hondas raíces históricas en el partido: al exmandatario Tabaré Vázquez (2005-2010), primer gobernante frenteamplista y Raúl Fernando Sendic, hijo del líder del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, Raúl Sendic Antonaccio. En tanto el Partido Colorado y su candidato, el joven abogado Luis Lacalle Pou, de 41 años, hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle, parecen rivales serios. Un triunfo en primera ronda, bajo estas tendencias, no sería fácil y se augura una batalla política intensa en las próximas semanas.
En un país en el que no está permitida la reelección consecutiva, Vázquez, que en 2005 se erigió como el primer dignatario de izquierda en la historia de Uruguay, luchará en las elecciones presidenciales por ser el sucesor del popular José Mujica desde marzo de 2015.
Muy diferente se muestra el escenario en Bolivia, donde la reelección del presidente Evo Morales y del vicepresidente, Álvaro García, parece inminente. Las encuestas reflejan un apoyo para los candidatos del Movimiento al Socialismo (MAS) que va del 52% al 59%, por encima del 15% al 17% del opositor Samuel Doria Medina.
Según los analistas, esta tendencia se debe a los cambios acometidos por la Revolución Indígena y Cultural, como la define el gobernante, que cambió el sistema neoliberal que precedió a su llegada al Gobierno.
Sin duda, octubre es un mes definitorio para Latinoamérica. Y el futuro está en manos de los votantes.
http://www.telegrafo.com.ec/mundo/item/octubre-un-mes-electoral-clave-para-latinoamerica.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario